- "Guillermo Castillo Bustamante, ese músico que soñaba con el tal vez, inició en Guasina la historia del más hermoso bolero, surgido de la más dolorosa historia, en las más adversas circunstancia"
Una militancia digna en la Acción Democrática de ese entonces, junto a su
arte y amor por la música, son algunos de los rasgos de la vida del autor
de «Escríbeme», compuesta en la cárcel de Ciudad Bolívar durante la
dictadura perezjimenista.
Tal vez en algún momento de su tormentosa prisión evocó los días en
que era pianista acompañante de Tito Guízar en Nueva York, y en que le
daba por componer fox trot mientras vivía en la gran urbe buscando
horizontes para sus ideas musicales adelantando la escalada de músicos
latinos hacia la Gran Manzana.
Tal vez alguna noche soñó que estaba nuevamente al frente de la Swing
Time, la orquesta que fundó el 22 de mayo de 1937 (sirva la fecha para
cotejar con otras orquestas que se dicen primeras), cuando sólo tenía 27
años y ni pensaba que con ella, con sus tremendos 14 músicos de avanzada,
le daría el gran recibimiento a la Billo’s Happy Boys, y ni soñaba que
alguna vez tendría que ser pianista acompañante del dominicano que le
quitaría, según dijo, la autoría de la música de «Caracas vieja». Ni
pensaba.
Tal vez se despertaría sudando en el asqueroso catre de Guasina sólo
para pensar en las giras que hacía con Rafael Guinand, y los dúos de jazz
con Antonio Lauro, o los solos de piano que creaba para Pedro Vargas y
María Antonieta Pons. Solo en su catre meditaba acerca de los privilegios
que la misma vida le había dado en razón de su calidad y su
dignidad.
Tal vez despertó muchas veces con una letra en el pensamiento y un
gran dolor en el alma. Guasina no puede causar otra cosa, además de la
indignación que genera saber con el tiempo que ese, el primer campo de
concentración que tuvo Venezuela, albergó tanta historia limpia, tanta
humanidad compartida, tanta enfermedad del cuerpo y tanta dignidad de la
conciencia.
Orquesta Swing Time, 1937
- Nunca le dieron permiso de visitas a Guillermo Castillo Bustamante. Haber sido compañero y amigo de Raúl Leoni, Ana Luisa Llovera, de Salom Meza Espinoza, Antonio Bertorelli y Luis Augusto Dubuc, pesaba. Más sus ideas y acciones.
- Solo tuvo derecho a escribir una carta quincenal, de una cuartilla.
- Inés, su esposa, estaba presa en Los Teques. Inés, su hija, no lo podía ver, pero era la encargada de hacerle llegar las noticias de la familia y de recibir las cartas.
- El 14 de agosto de 1956, pensando en su hija Inés, Guillermo Castillo Bustamante compuso Escríbeme.
- Fue auxiliado por el viejo piano que monseñor Bernal, obispo de Ciudad Bolívar, había hecho llegar a la cárcel para que Castillo Bustamante, arreglándolo, tocara. Y creara.
- Con ese piano alegró la vida este hombre a más de mil presos, es decir, al hacinamiento humano que la dictadura había trasladado a tierras de Guayana.
- Ciudad Bolívar se transformó en Catia La Mar, y en La Guaira, hasta que en septiembre de 1957 Guillermo Castillo Bustamante fue expulsado a Guatemala. Pero se quedó en Panamá. Y de allí pasó a Costa Rica.
- En Costa Rica lo alcanzó Alfredo Sánchez Luna, Alfredo Sadel. Y allí conoció el tenor favorito de Venezuela el tema del amigo, se enamoró de él y comenzó a cantarlo.
- Y regresó Sadel a Venezuela para llegar directamente donde Víctor Saume, en pleno Show de las Doce, y decirle que iba a cantar la canción más hermosa, mucho más hermosa que la primera grabada por él del mismo autor, Guillermo Castillo Bustamante. Y Víctor Saume, arriesgándolo todo, en plena dictadura de Pérez Jiménez, dijo que sí y la anunció con el nombre completo de su autor por delante. Alfredo Sadel entonó por primera vez para el mundo la letra de Escríbeme sin saber que en algún rincón de Caracas, Inés la hija, Inés la esposa, aceptaban con lágrimas la valentía de estos dos hombres a los que hay mucho que agradecer.
- Escríbeme adquirió ciudadanía universal inmediatamente. Es el único tema que ha estado en primer lugar de preferencia radial en dos versiones al mismo tiempo. Alfredo Sadel y Lucho Gatica. Sadel sabiendo. Gatica sin saber de tanta humanidad escondida en una letra. En una música. En un bolero.
- Luego vendría el retorno de Guillermo Castillo Bustamante a Venezuela, tras la caída de la dictadura. Vendría luego la gran decepción política, la pelea por retomar el crédito que perdió sobre tantos temas registrados por otros que creyeron que Castillo Bustamante se iba a morir preso. Vendría el trabajo modesto y el relegamiento en cargos por parte de quienes fueran en un tiempo sus compañeros de política.
- Vendría también la gratitud del mundo.
- Guillermo Castillo Bustamante falleció en su tierra el 6 de octubre de 1974. Pero tiene aún muchas cosas que decir. No han caído en terreno baldío su vida y su obra. Obra que merece otro capítulo. Otro espacio.
- Queden consignados el tremendo afecto y las lágrimas con que escribí esta nota. Y el pedazo de corazón con que seguí esta historia para reivindicación del autor y de su inmortal bolero Escríbeme. Por eso escribo.
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- La inmortalidad
- Alfredo Sadel
- http://www.youtube.com/watch?
v=hBn7CDFDIqk
- La inmortalidad
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2 comentarios:
Honor a quien honor merece! Ha de hacerle justicia la historia. Compositor único, sufrido como pocos, valor de gran ejemplo y estima! Todos los días descubrimos las maravillas y bendiciones que a través de seres extraordinarios como Guillermo Castillo Bustamante y Alfredo Sadel, Dios tuvo la Gracia e Infinita Misericordia de derramar sobre nuestra amada Venezuela, cuna de baluartes! A Dios sea toda Gloria!
Excelente articulo, me encanta esa melodia
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