sábado, 28 de noviembre de 2009

Jesús Yerena: Fundador del Museo Anatómico del Instituto Anatómico de la UCV

David Loyo Guerra*, Claudia Blandenier de Suárez**

Miembro Titular para Venezuela de la Comisión Internacional permanente para la Medicina. del Trabajo en Ginebra, Suiza.
En 1956, ocupó el cargo de director del primer Curso Universitario de posgrado en Medicina del Trabajo, cuya promoción le concedió su nombre.
Fundador y Presidente de la Sociedad Venezolana de la Medicina del Trabajo y del Deporte.
En 1963, ejerció la Dirección del Instituto Anatómico y fue nombrado Jefe de la Cátedra de Anatomía normal en 1964.
Fue nombrado Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina en 1967.
Como historiador, publicó el perfil de doce médicos venezolanos Ilustres.
Publico 9 libros sobre anatomía.
Tres Centros asistenciales en Caracas llevan su nombre.
Dirección del Colegio de Médicos del Distrito Federal por tres períodos y de la Federación Médica Venezolana.
En la ocasión de celebrarse el primer centenario del nacimiento del Dr. Luis Razetti en 1962, solicitó ante el Congreso Nacional, el traslado de los restos mortales de este insigne médico al Panteón Nacional.
Fue miembro fundador de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (ASOVAC). Fundador y presidente del Ateneo Venezolano de Morfología.
Ocupó la Presidencia de la Asociación Panamericana de Anatomía en el período, 1966 - 1969.
En 1969 entre el 25 y el 31 de julio, Jesús Yerena presidió el II Congreso Panamericano de Anatomía y el I Congreso Venezolano de Anatomía efectuado en Caracas.

BREVES CONSIDERACIONES SOBRE EL DESARROLLO DE LA ENSEÑANZA DE LA ANATOMÍA HUMANA EN LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

RESUMEN:
Se presentan los rasgos profesionales del Dr. Jesús Yerena eminente profesor de anatomía, discípulo del maestro de anatomía, el Dr. José Izquierdo. Como anatomista, Yerena le dedicó muchas horas a la disección de cadáveres humanos para conformar lo que es hoy el museo anatómico que lleva su nombre, en el Instituto Anatómico “José Izquierdo” de la Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela. Igualmente se describen sus cualidades como docente de anatomía, trabajos y actuaciones como gremialista e historiador.

INTRODUCCIÓN
Hace 39 años falleció el eminente médico cirujano Jesús Antonio Yerena, el 3 de julio de 1970. Dos promociones de médicos cirujanos (1956 y 1970) y varias instituciones médicas llevan su nombre entre ellas: El Museo Anatómico del Instituto Anatómico “Dr. José Izquierdo”;. El Hospital de Lídice que posee 203 camas y 6 pabellones, el Centro del IVSS en Petare y el consultorio médico en el 23 de enero de la escuela “Carlos Barrios Padilla” en Caracas.
Jesús Antonio Yerena, nació el 12 de enero de 1917 en Tacarigua, Edo. Miranda, Venezuela. En 1942, se graduó en la Universidad Central de Venezuela recibiendo el título de Doctor en Ciencias Médicas con la Tesis doctoral “Tricomoniasis vaginal”. Ejerció en el interior del país, llegando a ser médico Director de los Hospitales de San Carlos en el Estado Cojedes.
A través de sus publicaciones se pueden evidenciar tres características de su labor en el campo de la medicina como: gremialista, historiador, eminente anatomista y profesor de anatomía humana. En la última fase de su vida, se destacó notablemente como investigador anatomista.
Al graduarse demostró una inclinación por la medicina del trabajo y del deporte. Para ello realizó un curso de perfeccionamiento para el ejercicio profesional de la medicina del trabajo y un curso de capacitación industrial para médicos, en Argentina (1949). En el mismo año, presentó dos artículos a favor de los trabajadores denominados: “Obra Médico-Social y “Contribución al Estudio de la Patología de los obreros del petróleo” en el I Congreso Americano de Medicina del Trabajo en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Realizó varios trabajos sobre accidentes del trabajo, ambientes del trabajo y enfermedades profesionales como el saturnismo, los derechos de los trabajadores, higiene y seguridad industrial y algunos artículos publicados en el diario “La Hora” sobre la socialización de la medicina (21-9-1962) y el proletariado de la medicina (6-11-1962).

Llegó a ser Miembro Titular para Venezuela de la Comisión Internacional permanente para la Medicina del Trabajo en Ginebra, Suiza. Fundó y fue presidente de la Sociedad Venezolana de la Medicina del Trabajo y del Deporte, Miembro Correspondiente extranjero de la Sociedad de Medicina Industrial (Asociación Médica Argentina), delegado representante en Venezuela de la Unión Americana de la Medicina del trabajo y Presidente de la Asociación Inter
Americana de los posgraduados de Argentina.

En el área de los deportes se destacó ocupando varios cargos en relación con los mismos, siendo miembro del Comité Organizador de las Primeras Jornadas de Medicina Deportiva de los Terceros Juegos Deportivos Bolivarianos. Publicó algunas observaciones sobre la actividad deportiva y su repercusión funcional en los deportistas.

En el campo gremial, el Dr. Yerena fue un fiel exponente del espíritu gremialista, siendo un hombre extrañadamente humano y servicial. Desempeñó numerosos cargos gremiales ocupando la Dirección del Colegio de Médicos del Distrito Federal por tres períodos y de la Federación Médica Venezolana. Fue Presidente: del Tribunal Disciplinario del Colegio de Médicos del Distrito Federal; de la Comisión Tripartita; de la Comisión de asesoramiento científico del Colegio de Médicos del Distrito Federal; de la Comisión de Sindicalismo; de la Comisión de credenciales del Colegio de Médicos. Representó y fue comisionado por el Comité Ejecutivo de la Federación Médica Venezolana para numerosos encargos entre ellos contribuir al único válido permiso de conducir vehículos y el certificado médico; investigar las actividades de las compañías mutualistas, para la organización de la campaña de previsión de accidentes en el tránsito; contribuir a la elaboración del anteproyecto de contrato de trabajo de los médicos con la Beneficencia y para las modificaciones del Reglamento de debates de las Asambleas del Colegio de Médicos. Fue representante del Colegio de Médicos ante el Ministro de Sanidad y Asistencia Social para la reorganización de los servicios Médico-asistenciales en el Distrito Federal.

Como historiador, realizó varios trabajos sobre instituciones médicas internacionales y nacionales como la historia de las organizaciones representativas del Gremio Médico en la cuatricentenaria Ciudad de Santiago de León de Caracas en 1968. Publicó el perfil de médicos venezolanos Ilustres como: Luis Daniel Beauperthuy, Vicente Salias, Francisco Lazo Martí, Laureano Villanueva, José Izquierdo, Francisco Molina, Udón Pérez, José Manuel Agosto, José Luis Cabrera, Narciso Esparragoza, Calixto González y Jerónimo Eusebio Blanco, en los diarios El Universal y El Nacional. Su labor como patrocinador de la Exposición de los libros antiguos de morfología fue única. Fue nombrado Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina en 1967, en cuya ocasión presentó su trabajo de incorporación sobre el perfil del Dr. José Manuel Agosto Méndez(13,14). En la ocasión de celebrarse el primer centenario del nacimiento del Dr. Luis Razetti en 1962, solicitó ante el Congreso Nacional, el traslado de los restos mortales de este insigne médico al Panteón Nacional. Tuvo el honor de ser invitado como representante de su Promoción de Médicos, para exponer el discurso de orden durante la celebración de las Bodas de Plata de la Promoción de 19442..
Escribió un artículo sobre Christian Barnard, el cirujano que realizó el primer trasplante cardíaco en el mundo y reclamó al Ejecutivo Nacional el ofrecimiento sobre la implantación de las estructuras hospitalarias para la realización de los trasplantes cardíacos en Venezuela.

BREVES CONSIDERACIONES SOBRE EL DESARROLLO DE LA ENSEÑANZA DE LA ANATOMÍA HUMANA EN LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
Desde el siglo XVIII, la enseñanza de la anatomía en Venezuela fue propulsada por eminentes quienes impartieron sus conocimientos entre ellos: José Antonio Anzola, Santiago Limardo, Federico Meyer, Santiago Bonneaud quienes puede considerarse como los precursores de la Cátedra de Anatomía. Recordemos que en 1811 el Dr. Federico Meyer fundó una Academia de Anatomía y Cirugía donde se efectuaron las primeras disecciones en cadáveres humanos. Según Angulo Arvelo, la institución se extinguió con el terremoto de 1812(18).
La Cátedra de Anatomía en Venezuela fue prevista en el Estatuto promulgado por Simón Bolívar en 1827, ocupando el Doctor José María Vargas su jefatura acompañada por el Dr. Antonio José Rodríguez. El Dr. Vargas no sólo disecó cadáveres sino que practicó autopsias. Interinamente ocuparon esta jefatura los Dres. Manuel Ledesma y Antonio Parra. Después de la muerte del Dr. Vargas, en 1854, ocuparon la cátedra varios profesores como los Dres. José de Briceño natural de Maracaibo, Pedro E. Hernández y Rafael Osío entre otros. El Dr. José de Briceño, fue el sustituto más destacado del Dr. Vargas siendo profesor de esta asignatura durante 30 años, desde 1853 hasta 1883. Entre 1883 y 1893 fue profesor de anatomía el Dr. Alejandro Sucre, maestro de Razetti. La enseñanza de Frías fue teórica porque las disecciones cadavéricas habían sido prohibidas por razones de salubridad. Se ayudó gráficamente con maniquíes e ilustraciones. El 19 de abril de 1910 fue decretada la creación del Instituto Anatómico inaugurado el 25 de julio de 1911, ubicado en el antiguo Cementerio de “Las Mercedes” situado al norte de la esquina de San Lorenzo, adyacente al Hospital Vargas. En aquella época, la cátedra de anatomía y medicina operatoria era ejercida por el Dr. Luis Razetti quién consideró la disección como el principal elemento para objetivizar la enseñanza de la anatomía e inclusive dictó una materia denominada ”Disección” la cual según Plaza Izquierdo, sólo existió en esa época. Lamentablemente, el año siguiente, la universidad fue cerrada durante varios años.
En 1949, fue inaugurado el Instituto Anatómico de la Ciudad Universitaria donde fue trasladada la Cátedra de Anatomía regentada por el Dr. José Izquierdo, cuyo nombre lleva el Instituto.

JESÚS YERENA ANATOMISTA POR ANTONOMASIA

Jesús Yerena fue alumno directo del célebre profesor de anatomía, Dr. José Izquierdo de quien heredó la vocación de anatomista minucioso y acucioso.
Jesús Yerena fue un destacado profesor de la Cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina desde 1944 cuando ingresó como Instructor bajo la jefatura del Dr. José Izquierdo. Desempeñó luego, el cargo de Jefe de Trabajos Prácticos de Anatomía en 1945 y posteriormente, fue ascendiendo en el escalafón de los docentes e investigadores de la Facultad de Medicina, hasta alcanzar el de Profesor Titular en 1958. Durante este tiempo, no sólo se dedicó a la enseñanza sino que realizó un trabajo ímprobo de disección y estudios minuciosos anatómicos con el fin de fundar el museo Anatómico del Instituto Anatómico de la Ciudad Universitaria. .

En 1956, ocupó el cargo de director del primer Curso Universitario de posgrado en Medicina del Trabajo, cuya promoción le concedió su nombre.
Como docente también desplegó sus conocimientos en otras cátedras como Neuroanatomía de tres Cursos de posgrado de psiquiatría (1959 - 1963) y de anatomía del curso de dos posgrados de cirugía y de fisioterapistas.Fue miembro fundador de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (ASOVAC); fundador y presidente del Ateneo Venezolano de Morfología. Ocupó la Presidencia de la Asociación Panamericana de Anatomía en el período, 1966 - 1969.
En 1963, ejerció la Dirección del Instituto Anatómico y fue nombrado Jefe de la Cátedra de Anatomía normal en 1964. Ejerció ambos cargos administrativos hasta 1970.
En 1969 entre el 25 y el 31 de julio, Jesús Yerena presidió el II Congreso Panamericano de Anatomía y el I Congreso Venezolano de Anatomía efectuado en Caracas. En el I Congreso Panamericano se habían redactado los estatutos de la Asociación Panamericana de Anatomía donde Jesús Yerena participó activamente.
Durante este largo período de actividad universitaria (1944-1969), presentó y publicó muchos trabajos, ocupándose además, de múltiples asuntos gremiales e históricos que conjugaba con la investigación anatómica.
Falleció en la ciudad de Caracas el 3 de julio de1970 en pleno ejercicio de sus funciones.
Al cumplirse un año de su muerte, el Director del Instituto Anatómico, Dr. David Loyo Guerra le confirió su nombre al museo de dicha institución y ordenó hacer un busto del Dr. Yerena, el cual está actualmente situado en la entrada del museo donde se exhiben numerosas piezas anatómicas disecadas por él..


ALGUNAS NOTAS SOBRE LA LABOR SILENCIOSA Y PRODUCTIVA DEL DR. YERENA EN EL LABORATORIO DE DISECCIÓN

La labor de Jesús Yerena como anatomista no puede ser ponderada con justicia, ya que la disección de piezas humanas es una labor de paciencia que ocupa mucho tiempo y dedicación.
Generalmente el trabajo silencioso del laboratorio pasa desapercibido por la comunidad médica y casi siempre no se le da un reconocimiento en su justo valor.
Yerena fue un investigador empedernido de la disección. En uno de sus viajes a Francia, investigó sobre los métodos de fijación que tuviesen la cualidad de mantener la flexibilidad y movimiento de las estructuras a disecar, especialmente la de los músculos de las extremidades. Lamentablemente, no tuvimos acceso a las eventuales publicaciones sobre estos métodos.
Las disecciones que realizó Yerena, actualmente exhibidas en el museo que lleva su nombre, están acompañadas por un cuadro que exhibe el dibujo correspondiente al espécimen disecado con el fin de explicar las estructuras expuestas. Los dibujos hechos a mano, revelan una destreza impresionante e igualmente, la labor del dibujante es ímproba. Por los documentos y las firmas que existen, sabemos que el dibujante era el Dr. Duilio Pizzolante quien aparece como dibujante anatómico II y I de la cátedra, en los años 1949 y 1950. Más tarde, este médico se destacaría como cirujano-ginecólogo y como profesor de la Facultad de Medicina donde ocupó importantes cargos administrativos entre ellos el de director de la Escuela Razetti.
Calculamos que fueron más de una centena las piezas disecadas y preparadas por Yerena y por los profesores que lo secundaron en esa importante labor como los Dres: Ponce, Loyo Guerra, Plaza Izquierdo y los integrantes de la Cátedra de Anatomía normal” A”, entre otros. No existe actualmente un catálogo del contenido del museo. Mediante la observación pudimos observar piezas disecadas por el Dr. Yerena con el número y el cuadro del dibujante. Muchas piezas exhibidas fueron restauradas por los bachilleres Víctor y Manuel ´Rodríguez en el Laboratorio de Investigaciones Neuroanatómicas y Embriológicas dirigido por la Dra. Carmen Antonetti, quienes actualmente (2008) siguen su paciente labor con varios especímenes en vías de restauración. Conjuntamente con el Dr. Luis Plaza Izquierdo escribió varias guías de trabajos para la docencia en anatomía humana referentes a la Topografía descriptiva de superficie y aplicada así como a las técnicas de disección tales como. Lecciones de Neuroanatomía (1964-1965. Folleto mult.1038 p); Anatomía del abdomen y de la pelvis. (1969, Folleto mult. 243 p.), Anatomía de cabeza y cuello: (1969 Folleto mult.255 p.); Anatomía del miembro inferior: (1969. Folleto mult. 183 p.) ; Anatomía del miembro superior y tórax (.1969 .Folleto mult.144 p.). Uno de sus trabajos más importantes realizado conjuntamente con el Dr. Luis Plaza Izquierdo, sobrino de su maestro José (Pepe), fue haber traducido del francés al español, la obra del Dr. Guibert denominada”Vías de la conducción nerviosa, Atlas de disección por regiones anatómicas. Esta obra constituyó el primer ejemplar de anatomía publicado con la nomenclatura internacional. Con los Dres, David Loyo y Pablo Luis Gonzalo Leonardi, escribió sobre los aspectos anatómicos del sistema linfático de los miembros superiores e inferiores.
Sin embargo, no todos sus trabajos fueron el fruto de su experiencia como anatomista y experto disecador, sino también de su función como cirujano experto. Por ejemplo, en uno de sus trabajos, manifestó, que en su práctica quirúrgica observó con sus colaboradores, múltiples variedades de las venas tributarias del cayado de la safena interna y presencia de anastomosis de la vena safena interna con los sistemas venosos regionales. La disposición anatómica de este sistema venoso y sus variedades fue comprobado con la disección anatómica de la región inguino-crural en 60 miembros inferiores de cadáveres y 120 miembros de fetos de diferentes edades (5, 6, 7 y 9 meses de edad).
Un año antes de fallecer, presentó un trabajo basado en sus observaciones anatómicas y las de su colaborador, ginecólogo, en 150 laparoscopias ginecológicas. En esta investigación describieron varias morfologías gonadales femeninas como: el ovario silente, el ovario anovulador, ovarios poliquísticos, gónadas disgenéticas y testículos feminizante.

CONCLUSIÓN
La labor del Dr. Jesús Antonio Yerena fue muy importante tanto en el campo de la medicina del trabajo y gremial como en su ejercicio profesional como médico cirujano. Opinamos que se destacó aún más como anatomista acucioso, dejando su labor en un museo, a la vista de las generaciones de médicos quienes en su mayoría quizás no llegarán nunca a comprender el valor de la disección anatómica ni de los fines de un museo anatómico. En la mentalidad actual, se consideran estas instituciones como arcaicas e inútiles, sin embargo, constituyen un patrimonio científico y cultural valioso testimonio de una vocación de servicio a la comunidad médica que nunca será suficientemente comprendida y valorada.

Revista de la Facultad de Medicina, Volumen 31 - Número 1, 2008 (75-80)


* Profesor Titular. Cátedra de Anatomía. Instituto Anatómico “José Izquierdo”. Facultad de Medicina UCV.
* *Profesora Titular. Sección de Patología Cardiovascular. Instituto Anatomopatológico” Dr. José Antonio O’Daly”. Facultad de Medicina--UCV.



REFERENCIAS
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2. Yerena JA. Tricomoniasis vaginal. Rev Cienc. 1944;1(2-4):25-31.
3. Yerena J. Currículum Vitae. Documento de la biblioteca privada del Dr. David Loyo Guerra. 1969.
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6. Yerena JA. Saturnismo. Rev IVSS. 1953;2:141-151.
7. Yerena JA. Ponencia: Ambientes del trabajo y enfermedades profesionales. Sesión de Sanidad, Medicina Social y Medicina del trabajo. Memorias del VI Congreso Venezolano de Ciencias Médicas. Caracas. 1955.p.1891-1900.
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11. Yerena JA. Historia de las Instituciones representativas del Gremio Médico en la Cuatricentenaria Ciudad de Santiago de León de Caracas. Ediciones Imprenta Nacional; 1968:440.
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14. Yerena J. Perfil del Doctor JM Agosto Méndez. Rev Soc Ven Histo Med. 1968;8(16):97-113.
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18. Angulo-Arvelo LA. Resumen cronológico de la Historia de la Medicina en Venezuela. 2ª edición. Caracas: Ediciones OBE-UCV; 1979:42.
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21. Montbrún F. Razetti, anatomista. En: Lima Gómez OL, López JE, editores. Colección Razetti. Caracas: Editorial Ateproca; 2005.p.159-171.
22. Blandenier de Suárez C. Historia documentada del Instituto Anatomopatológico Dr. José A. O´Daly¨. Proceso fundacional (1937-1968). Caracas:. Ediciones Vicerrectorado Académico-Decanato de Medicina; 1999.
23. Yerena J. Discurso de clausura en el Primer Congreso Panamericano de Anatomía en México, 1966. Rev Fed Med Ven. 1967;16:76-77.
24. Loyo G D, Yerena JA, Martíni J. Aspectos anatómicos de la confluencia safeno-femoral. (Resumen) Congreso Panamericano de Anatomía. México. 1966. Bol Soc Ven Cir. 1967;10:717-730.
25. Yerena J, Rodríguez Armas O. Aspectos endoscópicos de la gónada femenina. (Resumen). Anales del II Congreso Panamericano y I Venezolano de Anatomía. Caracas, 1969.
DIRECCIÓN: Sección de patología cardiovascular. Instituto Anatomopatológico “Dr. José Antonio O´Daly”. Facultad de Medicina. UCV. Telf. 6053492
FAX. 6053427-28. E-mail: claudia1937@cantv.net

Publicado por el Dr Gerónimo Alberto Yerena Cabrera con autorización de los autores del trabajo

viernes, 27 de noviembre de 2009

Niño José Félix Ribas Palacios

Eumenes Fuguet Borregales (*)

El valeroso prócer caraqueño José Félix Ribas, el 12 de febrero de 1814 en la población de La Victoria, se inmortaliza defendiendo la ciudadela organizada como posición defensiva, luego de ocho horas de combate y recibir nueve cargas de la caballería enemiga, derrotó a las huestes del sanguinario José Tomás Boves, comandadas esta vez por Francisco Tomás Morales. A las cuatro de la tarde se decide la acción, gracias a la oportuna llegada del comandante Vicente Campo Elías con refuerzos. El Libertador al conocer el día 13, la fausta noticia en su cuartel general ubicado en Valencia, designó a Ribas "Vencedor de los tiranos en La Victoria". Por la heroica y decidida participación de los jóvenes en tan importante acción bélica, la Junta Revolucionaria recomendó a la Asamblea Nacional Constituyente, recordar tal efemérides, y a tal fin, elaboró el 10 de febrero de 1947 un decreto, aún vigente, de conmemorar el 12 de febrero "El Día de la Juventud Venezolana".

Algo inédito en los anales de la historia mundial, lo constituye, que el Libertador desde Valencia, nombró al niño de tres años de edad José Félix Ribas Palacios, capitán vivo y efectivo de infantería de línea, con goce de sueldo. Este párvulo, hijo único de José Félix Ribas Herrera y María Josefa Palacios, hermana de Doña María de la Concepción Palacios Blanco, madre del Libertador, nació en Caracas el 14 de febrero de 1811. El año 1823, ingresa al servicio militar con igual grado, autorizado desde Bogotá el 7 de abril de 1823, por el vicepresidente, el general de división Francisco de Paula Santander, refrendado por el Secretario de Guerra y Marina, el coronel barinés Pedro Briceño Méndez. En Venezuela es admitido oficialmente el 18 de mayo de 1823 por el general José Antonio Páez desde su cuartel general ubicado en Valencia; el general Carlos Soublette, Intendente del Departamento de Venezuela, quedó encargado del cumplimiento de esta ordenanza. El capitán Ribas, a los cuarenta años, desposa en Caracas el 22 de mayo de 1851 a Carmen Villavicencio Anzola. Retirado del servicio de las armas, se dedica a labores agrícolas en el Valle de Caracas.

El Congreso Nacional el año 1856, a través de la Comisión de Guerra del Senado, en un acto de justicia histórica, ante una disposición del mismo Libertador, decretó el 25 de febrero, el pago de sueldo y un adicional de veinte mil pesos por parte del Tesoro Público, en gratitud a los valiosos servicios prestados a la patria por su padre, el "Benemérito" general en jefe José Félix Ribas, fallecido brutalmente en el campo del honor. Artículo 1ro- Como un testimonio de gratitud a los grandes e importantes servicios prestados por el general en jefe José Félix Ribas a la noble causa de la independencia de Colombia, se conceden a su hijo legítimo José Félix Ribas Palacios, la suma de veinte mil pesos que se le entregarán por porciones de cinco mil pesos en los cuatro años económicos próximos a contar desde el entrante inclusive. Artículo 2do- Con la asignación expresada en el artículo anterior, quedan canceladas las acreencias que reclama de Venezuela el capitán Ribas Palacios. Con el tiempo y ante la difícil situación económica, se vio en la necesidad de recordarle el 1ro de julio de 1869 al señor González Vega, ministro de Hacienda, honrar con la deuda pendiente por parte del Tesoro Público de los veinte mil pesos, decretados en 1856, debido a que solamente le han entregado cuatrocientos diez y cuatro pesos, quedando pendiente la cantidad de diecinueve mil quinientos ochenta y cuatro. Muere en Caracas el 18 de junio de 1875, sin recibir por parte del Estado, su justo reclamo económico. La viuda, continuó las gestiones ante el Congreso Nacional, por tal motivo la Cámara del Senado el 14 de julio de 1909, aprobó por unanimidad, reforzado con un nutrido aplauso, que en la ley de presupuesto de ese año se le asignen ochenta mil pesos que por derecho le corresponden; el documento pasó a la Comisión Permanente del Ministerio de Relaciones Interiores. El 28 de diciembre de 1909, la viuda realizó las gestiones ante la Junta de Pensiones, para la asignación de una pensión militar de quinientos bolívares. Tuvieron que transcurrir casi cien años, para cumplir la disposición del Libertador, quien por cierto escribió en Lima el 25 de mayo de 1825, su proyecto de constitución para Bolivia, allí dijo: "...La responsabilidad de los empleados públicos, se señala en la Constitución". Sobre el tema, escribe desde Coro al Gral. Páez el 23 de diciembre de 1826: "...Mi gloria se ha fundado sobre el deber y el bien"

(*) General de brigada

Diario El Carabobeño
Historia y Tradición

domingo, 22 de noviembre de 2009

Carora desde siempre.

Por: Ing. Emma Rosa Oropeza de Herrera

La esencia de la verdadera historia de Carora y el principio de su larga aventura que ya dura cuatrocientos treinta y cinco años, empieza en una zona predominantemente árida, donde generalmente se siente el presagio de un verano recio, cómplice del viento y el polvo que se levanta de su tierra seca, para teñir de marrón el paisaje y que bien ha servido para templar el carácter del caroreño en el trabajo arduo y creador que ha moldeado su espíritu desde siempre. En tiempos pre-hispánicos la región estuvo habitada por indígenas Ajaguas, Gayones, Ayamanes y por los belicosos Jirajaras. Mas tarde, hacia principios del siglo XVII, vemos a indios Caquetíos que se van integrando a la región. Fue fundada con el nombre de la Nuestra Señora Madre de Dios de Carora en 1569 por el Capitán Juan del Thejo, trasladada de su sitio original por al Capitán Pedro de Maldonado en 1571 y repoblada por el Capitán Juan de Salamanca el 19 de Junio de 1572, con el nombre de San Juan Bautista de Portillo Carora. Es una de las pocas ciudades venezolanas que cuenta con acta de fundación. Ya avecindados los españoles en el sitio, el proceso de conquista experimenta un significativo cambio en la ocupación del territorio, dando comienzo a la repartición de tierras, y las encomiendas de indios entre ellos, atendiendo el mérito de su participación en el proceso. Ya consolidada esta fase de la colonización, se exige el cumplimiento de las Ordenanzas de Poblamiento que ordena España. En Venezuela esa iniciativa tiene dos puntos de partida: uno arranca desde la propia Provincia, con sede en El Tocuyo y bajo el control de la Real Audiencia de Santo Domingo. La Casa de Cabildo, que conocemos como la Casa Amarilla, es la edificación de su tipo más antigua del país que se conserva; fue construida como casa de habitación del Capitán Félix de Almarás, nieto del repoblador de la ciudad, Don Juan de Salamanca.


Alrededor de l582 los franciscanos fundaron el convento de Santa Lucía, a la margen derecha del río Morere
. La Iglesia San Juan Bautista entra en servicio en Noviembre de 1658, después de casi cien años de construcción y es el primer templo de la Parroquial de Carora que cumple con las condiciones como tal. Por supuesto, existían una capilla y una ermita que le anteceden, que permitían el cumplimiento de los servicios religiosos de los primeros pobladores. El Hospital de la Santa Cruz, el primero que se establece en la ciudad es fundado el 8 de Mayo de 1659 por el Capitán Don Pedro Velázquez de Mendoza quien para su funcionamiento, donó su casa de habitación y dotó de algunos enseres... En su crecimiento, Carora se va convirtiendo en centro de negociaciones, de hatos de ganado vacuno y cabrío principalmente. La caña de azúcar se introdujo a partir de 1607. Dependían de Carora 4 pueblos de indios: Siquisique, San Miguel de los Ayamanes, Aregue y Río Tocuyo y el Valle de Moroturo. El Obispo Mariano Martí residió en Carora durante su visita pastoral, entre el 14 de mayo y el 16 de agosto de 1776; según él, los cueros constituían el renglón económico más importante, y se fabricaba todo tipo de artículos de ese material; también había trapiches de caña en los alrededores. El deseo de mejorar siempre, de evolucionar, de prepararse y lo que es más importante, mantener sus tradiciones, ha hecho que el caroreño mantenga un ambiente cultural amplio en la ciudad, dándole un carácter notoriamente intelectual a través de las letras, ayudado con el aporte del Convento Santa Lucía, que convertido en aula de clases de los caroreños, les preparaba en las ideas de libertad y justicia que mas tarde daría sus frutos, dándole a Carora entre otras cosas, el título de Ciudad Levítica y personajes de muy alta preparación académica como el Dr. Juan Agustín de la Torre y Urrieta, caroreño y primer venezolano civil que ocupara el cargo de Rector de la Universidad de Caracas... y no podemos olvidar una no menos importante trayectoria en el campo de la música. Ese ambiente cultural ha sido testigo de los procesos que marcaron la historia de Carora, confundida en la de Venezuela. Ha hecho posible además que mitos legendarios interactúen entre nuestra gente, unidos a hechos verdaderos que hace una realidad la permanencia del demonio entre nosotros, en las tres leyendas populares que lo involucran junto al hábito de fraile franciscano.


Carora, en la lejanía de la Provincia, no escapa a los acontecimientos históricos posteriores al 19 de Abril de 1810 que promueven la libertad de Venezuela, por la que sus hombres inspirados en un patriotismo leal y desinteresado se dispersan por la geografía de la Patria, dispuestos valientemente a ofrendar su vida si así fuese necesario por su Independencia y la de otros pueblos hermanos. Don José María Zubillaga Perera en su PROCERATO CAROREÑO, rinde justo homenaje a esos hombres por su destacada participación, entre los que destacan el Gral. Pedro León Torres, el Gral. Jacinto Lara, el Dr. Domingo Perera Alvarez y el Lic. Pedro Regalado de Arrieche, por su mayor rango, encontrándose además, 12 Coroneles, 2 Tenientes Coroneles, 5 Comandantes, 10 Capitanes, 13 Tenientes, 2 Subtenientes, 1 sargento, Policarpo y Juan José Samuel y los dos de La Torre mas jóvenes, de 15 y 17 años, Bernardino y Juan Bautista cuando apenas la guerra comenzaba para ellos.


Las luchas fratricidas posteriores a la guerra de Independencia que nos declara libres del yugo español y conocidas como la Guerra Federal, trae consecuencias nefastas por su larga duración y porque una vez concluida, sume a la nueva Nación en una agitada contienda, teatro de episodios sangrientos de caudillos y montoneras en toda su extensión territorial, unas veces al lado de los liberales y otras al de los conservadores. En este tiempo de la Revolución Liberal Conservadora, se alzó en Carora Clemente Fonseca contra el gobierno del Presidente José Gregorio Monagas, el 11 de julio de 1854, simultáneamente con San Felipe y Quíbor y al siguiente día Barquisimeto, donde el general Juan Bautista Rodríguez ocupó la ciudad matando, según parece, al gobernador, Capitán Martín María Aguinagalde, prócer caroreño y hermano del Fraile Ildefonso Aguinagalde, lo que motivó a la poco ceremoniosa salida del religioso de Carora y del cierre definitivo del Convento Santa Lucía. En 1856, Carora fue erigida en cantón de la provincia de Barquisimeto. El 26 de Abril de 1870, la Revolución de Abril se libra en esta ciudad, en el sitio que se conocerá con el nombre de La Playa Fréitez, una batalla que tristemente pasa a nuestros anales como una de las más sangrientas... en ella se enfrentan el Gral. Buenaventura Fréitez, por el bando Conservador y pabellón Azul y el Gral. León Colina, Liberal y de bandera Amarilla. Encendidos los ánimos por una lucha a todas luces cruel e innecesaria que acababa con toda vinculación fraterna posible, resulta doloroso que ambos, antes de que sus ideales se hiciesen contrarios, les había unido una hermosa amistad. Es legendaria la bravura de ambos, pero uno de ellos, el Gral. Fréitez cae abatido... dando el triunfo a los Liberales, cuyas tropas ocuparon de inmediato a Carora. En el libro de Entierros Nº 11 (1859-1870), folio379 de la Parroquia San Juan Bautista de Carora, se encuentra dos partidas: del Gral. Fréitez y de Pedro Solares, ambos, muertos en combate. Con una nota, termina esta página...”En este día, fueron sepultados en el Cementerio, sin permiso del Cura y Celador, como treinta hombres mas, cuyos nombres no pudieron saberse: y no se les hizo oficios de sepultura, porque no los llevaron a la Iglesia parroquial á causa de que todos murieron trágicamente en el combate de ayer. Carora, Abril 27 de 1870. M. Hurtado”. M. Hurtado es, Mons. Dr. Maximiano Hurtado Colmenárez, párroco para esa época.

Muy poco tiempo después, el 19 de Junio de 1870, se enfrentan, en lo que se llamó la Nueva Revolución Azul las fuerzas del Gobierno comandadas por el Gral. Pilar Bracho, reforzadas con las de Siquisique, del Gral. José Mora, contra las guiadas por el Gral. Froilán Alvarez, quien logra la victoria. Ese día murió en el combate Don Salustiano Alcalá, Jefe Civil de Carora y por la misma causa, Rafael María Meléndez, Juan Bautista Montes y Víctor Sarmiento.


En 1875 llegó la primera imprenta y se publicó su primer periódico: La Patria, de José Antonio (Pepe) Mármol Herrera. Ese mismo año, siendo Jefe Civil de Carora, el Gral. Juan Agustín Pérez, acude ante su amigo el Presidente Guzmán Blanco, atendiendo al clamor de los caroreños por agua. Le es concedida al Gral. Pérez y en un terreno ubicado por detrás de lo que después sería el Hospicio San Antonio (hoy día aún puede verse restos), una cisterna que llevó el nombre del Magistrado. . En 1890 se instaló el telégrafo.


Nunca cesaban las guerras y en 1892, por la llamada Revolución Legalista, la ciudad fue tomada por las tropas de Joaquín Crespo y en 1898 la ocupan los liberales comandados por el legendario Mocho Hernández, Gral. José Manuel Hernández. Al año siguiente, en su marcha hacia Caracas, proveniente de los Andes, la retoma de nuevo el Gral. Crespo. A pesar de las guerras, la ciudad seguía desarrollándose y convertida en un centro importante de economía y cultura... es su época de oro, al incursionar con éxito en el mundo de las artes gráficas y la comunicación social. La imprenta Torres, de los hermanos Carmona publica una serie de folletos que motiva a los caroreños a la lectura de un género literario distinto y que anima a Don Federico Carmona Álvarez a editar el primer número de EL IMPULSO, el 1º de Enero de 1904, periódico que fue trasladado a Barquisimeto en 1919, donde continúa funcionando ininterrumpidamente, convirtiéndose en el más antiguo del país. El 1º de Septiembre de 1919 aparece EL DIARIO, periódico fundado por Don José Herrera Oropeza y que viene a llenar el vacío que deja EL IMPULSO; funcionó hasta 1995 y un poco mas tarde reaparece hasta el 2003. Existieron una serie de periódicos diarios y semanarios de corta vida pero no por eso menos importantes, que reseña el insigne historiador caroreño Don Ismael Silva Montañez en su trabajo Imprentas y Periódicos Caroreños. Es suya también la obra Hombres y Mujeres del Siglo XVI, que es referencia obligada para la historia de ese período de tiempo.


El Hospital San Antonio de Padua, se funda en 1902, regentado por la Congregación Hermanitas de los Pobres de Maiquetía, en la persona de su superiora local, Sor Regalada de San José, caroreña. Es una de las magníficas obras del Pbro. Dr. Carlos Zubillaga Perera, con una muy estrecha participación del Pbro. Lisímaco Gutiérrez Meléndez.

Fue decretada la construcción del Acueducto de Carora en el Gobierno del Presidente Alcántara, pero su repentino deceso y una nueva guerra civil llamada La Reivindicación, acaba con los planes. Pareciera que no ejecutaría nunca y como una de esas cosas raras que llegan a suceder y cuando ya no se esperaba, en 1913 llega a Carora como Jefe Civil, el Gral. Juan de Jesús Blanco, como parte del régimen gomecista y quien por la misma razón era visto con desconfianza y por su posición contraria, en un principio a los ediles de la municipalidad caroreña, presidida por Don Flavio Herrera Oropeza... y mientras tanto, la cisterna “Guzmán Blanco” se hacía insuficiente y se acababa. Se debe al Gral. Blanco el Acueducto para Carora, por su solicitud hecha al Gobierno Nacional: el 19 de Diciembre de 1914, recibe la ciudad el primer chorro de agua proveniente del Morere, a través del mismo, cumpliéndose de esa forma, esa vieja aspiración de los caroreños que no tenían uno adecuado para el consumo de agua potable.


En 1915 se inicia un importante proyecto ganadero, con el fin de contar con reses adaptadas a nuestro medio.
Tras un largo proceso de mestizaje del ganado “Criollo Amarillo de Quebrada Arriba” con ganado Holstein en un principio; quince años mas tarde, en 1930, se abandona este cruce para iniciarlo con ganado Pardo Suizo de origen europeo primero y luego, en 1947, procedente de los EE.UU. En 1920 y más tarde en 1937 se introdujo en esta manipulación genética sangre Cebú. La empresa tuvo los resultados favorables que se querían obtener y hoy día, la raza Carora constituye uno de los componentes más importantes de la ganadería nacional: hemos dado al mundo la única raza tropical de ganado lechero, aporte que se da por la constancia y el trabajo creador que caracteriza a los hijos de esta tierra.


En 1922, con motivo del centenario de la muerte del Gral. Pedro León Torres, se instala la luz eléctrica por iniciativa privada de los mismos caroreños.
Un poco más tarde, en 1925 comienza sus funciones la carretera Trasandina, importante arteria vial que nos comunicaría con Caracas y el resto del Occidente del país; obra del Gral. Juan Vicente Gómez donde mucha de la mano de obra utilizada, estaba constituida por presos políticos, por sus ideas antagónicas al régimen dictatorial del mencionado General.


El río Morere que corona a Carora como su sultana, es indomable cuando las lluvias logran llegar al fin... Deja de ser un río de dormido cauce y sus aguas se desbordan azotando la ciudad. De esas inundaciones se tiene noticias como las que más estragos han causado, las de 1893, 1916, 1937 y 1973. La de 1916 destruye la Iglesia de la Pastora y el sector que la rodea; igualmente es producto de esta inundación el Barrio Torrellas, llamado así como homenaje al Gral. Diógenes Torrellas Urquiola, Presidente del Estado para esas fechas y que se convirtió en uno de los benefactores de Carora, junto a un grupo de ilustres caroreños.


En 1947, se construye el dique que contiene las aguas del Morere, pero que por falta de un mantenimiento adecuado, se produce su ruptura el 14 de Noviembre de 1973, acabando con un importante sector del casco histórico de la ciudad, que fue declarada en emergencia y habilitada una junta que habría de hacerse responsable de la reconstrucción de los daños ocasionados por la inundación. Es decretada nuestra zona colonial, Patrimonio Histórico de la Nación.


A mediados del siglo XX, a la actividad económica se va sumando un importante desarrollo industrial que genera la siembra de caña de azúcar: en Octubre de 1952, se establece el Central Pastora y el Central Carora arranca con su factoría en 1976 después de su primera zafra sin tropiezos. En la actualidad se produce en ellos alrededor del 20% de la producción nacional. Se producen además en la región, significativos rubros de cebollas, tomates, pimentones, melones, champiñones, café, sin olvidar que se caracteriza por ser uno de los mayores productores de carne, leche y derivados lácteos de Venezuela, de los que se destacan sus quesos, ampliamente conocidos en el país.


En la otra banda del río Morere, una muy extensa región que no estaba siendo aprovechada por su falta del recurso agua y específicamente en las cercanías de la población de Altagracia, las empresas Pomar, inician experimentalmente en 1986, mediante una bien lograda cosecha de uvas y construcción de bodegas de maduración de las mismas, la elaboración de vinos que fueron embotellados por primera vez en 1990. Han alcanzado una alta calidad nacional e internacional y en los viñedos se dan dos vendimias anuales de cosechas.


En el desarrollo de toda actividad generadora de recursos para nuestra región, juega una muy importante participación presente y futura, el Embalse Ricardo Meléndez Silva, represa solicitada por los caroreños al conmemorarse el cuatricentenario de nuestra ciudad. Rinde homenaje con su nombre a un progresista e insigne caroreño. Almacena 423 millones de m3 de agua y es fuente invalorable de dotación. En su ejecución se sacrificó el pueblo de Atarigua, la vieja, cuyos sueños vela esta represa y los eleva al creador.


Carora, siempre a la vanguardia en lo que a comunicaciones respecta, el 6 de Junio de 1948, sale al aire la emisora Radio Carora, pionera en su ramo y dirigida hasta su muerte por el siempre progresista, Carlos José González Perera.

En su carácter de ciudad levítica, producto de una inquebrantable fe, Carora nos ha dado 5 Obispos: Mons. José Manuel Arroyo y Niño, asignado en Caracas en Diciembre de 1856, Obispo de Guayana; Mons. Salustiano Crespo Catarí, Obispo Calabozo, en manos del Mons. Ponte (educado en Carora también), el 30 de Octubre de 1881; Mons. Críspulo Uzcátegui Oropeza, Arzobispo de Caracas, el 22 de Febrero1885; Mons. Salvador Montes de Oca, electo Obispo de Valencia en el Congreso de 1927 y consagrado allí el 23 de Octubre de 1927 y Mons. Eduardo Herrera Riera, el 7 de Enero de 1965,Obispo Titular de Sesta y Auxiliar de Cumaná, consagrado en el Santuario Mariano de Aregue, de manos del Excmo. Mons. Luigi Dadaglio, Nuncio Apostólico de su Santidad el 25 de Marzo de 1965 y el 5 de Julio de 1.994 fue nombrado primer Obispo de la Diócesis de Carora.


Es imposible dejar de mencionar a la música en Carora, donde la música es el pan espiritual de cada día. En cada casa hay un instrumento, un cuatro, un violín, una guitarra, una mandolina, unas maracas, un tambor... como algo íntimo dentro de cada uno de nosotros y como parte integral de un rico acervo cultural, tan legítimamente representados en las guitarras de Alirio Díaz y el Chueco Riera y para las nuevas generaciones, un caroreño asimilado que fue maestro de juventudes, dejando sembrado en nosotros el recuerdo indeleble de sus acciones y ejemplo a seguir... el Dr. Juan Martínez Herrera.

Han nacido en Carora personajes importantes de la historia venezolana, en todas las épocas y en todos los renglones que el hacer historia exige y no terminaría nunca de mencionar nombres y para no dejar de rendir un justo homenaje de admiración por cada uno de ellos, no les voy a nombrar, evitando así un posible olvido. Para todos ellos, que ya se han ido, elevemos una oración y yo así mismo por mis padres, Adela Virginia y el Chueco Oropeza, por tan rica herencia de una Carora por siempre y para siempre...

El hombre es libre cuando ni teme ni espera nada. L.A.Petiet

viernes, 20 de noviembre de 2009

Doña Dominga Ortiz, esposa del gral. Páez

Eumenes Fuguet B. (*)

En la población de Canaguá del estado Barinas el 1ro de noviembre de 1792, ve la luz primera Dominga Ortiz, denominada por los llaneros combatientes "La Señora" en señal de respeto y admiración, hija del ganadero Francisco Ortiz y Micaela Orzúa. Huérfana a temprana edad de padre y madre; sus tíos maternos se encargan de educarla. Contaba diecisiete primaveras cuando conoce a José Antonio Páez con diecinueve años, para el momento peón desde 1807 de la Hacienda La Calzada cercana a Canaguá, propiedad de Manuel Antonio Pulido (1780-1817) futuro prócer de la independencia; contraen nupcias en Canaguá el 1ro de julio de 1809, bajo la bendición del presbítero Pedro José Leal. En su testamento Páez declaró que no poseía ninguna clase de bienes y que su esposa aportó al matrimonio reses y bestias caballares. A partir del 19 de abril de 1810 el futuro "Centauro de los llanos" se alista en el escuadrón de caballería de Pulido; Dominga lo seguía con un grupo de troperas (en Colombia se denominan Juanas y en México Adelitas), encargadas de la logística y atención de los soldados heridos y enfermos. Páez en su autobiografía apunta: "Nunca sabrá la juventud del mañana, todos los sacrificios y privaciones de los que hicimos la independencia". A finales de 1813, el capitán Páez es capturado y encarcelado por el jefe realista Antonio Puy Gobernador de Barinas; Dominga al enterarse se le presenta al español con carta del sacerdote Fray Simón Archila, Párroco de Barinas, abogando por la libertad de su marido; Puy hace caso omiso a la comunicación y dirigiéndose a Dominga le dice:"La próxima le daré cuatro tiros si sigue defendiendo a estos picaros traidores al rey". La noble esposa busca apoyo en su tío Cristóbal Orzúa para cancelar trescientos pesos que le exigían a cambio de la libertad; al momento de cancelar le duplican la cantidad e informan que el reo será fusilado esa noche. Dominga al oscurecer realizó cuatro disparos al otro lado del río e hizo conocer la presencia de soldados de caballería que se aproximaban con sed de venganza; es cuando Puy apresuradamente abandona Barinas, dirigiéndose a San Fernando de Apure, quedando liberados ciento quince presos. Relato conocido por la historia y tradición como la presencia del "ejército de las ánimas". Después de la batalla de Carabobo, el general en jefe Páez, deja a Dominga con sus dos hijos Manuel Antonio y María Rosario, nacidos y criados con sacrificio y abnegación en el fragor de la lucha. La apureña Barbarita Nieves (1803-1847), será la nueva compañera de Páez; coloquialmente hablando, Dominga se comió las verdes y Barbarita las maduras. Esta llanera singular no se amilanó, se movilizaba entre Barinas y Valencia; de profunda fe religiosa resignada como una de aquellas víctimas de las tradiciones bíblicas, observa desde lejos la evolución del hombre y del guerrero. La estrella de Páez empieza a opacarse al enfrentarse al gobierno de los hermanos Monagas. Procedente de Curazao el 1ro de julio de 1849 invade Venezuela por la Vela de Coro, en su avance es derrotado en Macapo por el general de división José Laurencio Silva, es trasladado a la cárcel pública de San Jacinto de Caracas, y finalmente recluido el 8 de noviembre en el castillo de San Antonio su Eminencia en Cumaná, donde para poder respirar tenía que hacerlo acostado y pegado a la hendija de la puerta. La abnegada mujer recibe la noticia con serenidad, lo visita en compañía de su hija; pero sin perder tiempo acude al Congreso y ante el Presidente José Tadeo Monagas que la conocía en los avatares independentistas. El 20 de marzo el Congreso decreta la expulsión de Páez hacia Sant Thomas; sale de Cumaná en el buque "Libertador" el 24 de mayo de 1850. Una vez en la isla, Páez pretende retenerla; una frase de Dominga, ratifica la firmeza de la voluntad puesta a prueba:"Vuelvo a mi retiro, solamente vine a cumplir un deber de esposa cristiana a sacarle a usted de la prisión". El "Centauro" sale de San Thomas el 13 de junio vía Filadelfia. En Venezuela Doña Dominga trataba de recuperar los bienes confiscados a su esposo y los hatos de su propiedad, los cuales no fueron devueltos. A los ochenta años sin recursos económicos solicita al Congreso "la limosna de una pensión". Fallece esta digna dama de la historia en Caracas el 31 de diciembre de 1875. De su vida pulcra, activa, responsable y digna no existe comentario adverso alguno; injustamente olvidada, quizás recordada como la esposa cubriendo largas jornadas a caballo para acompañar al esposo en la homérica empresa de romper la tutela de la España imperial, intercediendo para evitarle continuar en prisión o salvarlo de la muerte con su "Ejército de las Ánimas".

(*) Gral. de Bgda

Diario El Carabobeño
Historia y Tradición
eumenes7@gmail.com

domingo, 15 de noviembre de 2009

Historia de la parroquia La Candelaria.

Gerónimo Alberto Yerena Cabrera

Evolución de sus límites y sucesivas divisiones desde la Colonia hasta 1994.
Calle Real de la Candelaria
Primeros puentes caraqueños.
Esquina de Romualda.
Quebradas caraqueñas.


El nombre de la parroquia se debe a su colonial iglesia terminada de construir en el año de 1708.
La iglesia permaneció con su jerarquía eclesiástíca de capellanía hasta 1716, cuando fue elevada a viceparroquia por el obispo Fray Francisco de Rincones. Fue erigida en parroquia con el nombre de la Santa Cruz de Candelaria junto con la de Altagracia y San Pablo por el obispo Don Manuel Machado y Luna, autorizado por Real Cédula del 25 de agosto de 1750. (1)
La zona donde se construyó la iglesia era para entonces un poblado alejado habitado principalmente por “isleños” canarios. Relata Enrique Bernardo Núñez, en su clásico de crónica sobre Caracas “La ciudad de los techos rojos” (2) que cuando ocurrían crecidas del río Catuche toda esa zona quedaba aislada de la ciudad e incluso en el año 1719 el alcalde Feliciano Palacios y Sojo mandó a cerrar el callejón o Calle Real motivado a las crecidas del río, dejando completamente aislados a los vecinos, motivo esto de múltiples protestas. (Así se llamaba la calle este en ese tiempo, que luego se llamó Calle Real de La Candelaria).
Don Lucas Manzano, en su libro Caracas de Mil y Pico comenta lo siguiente “fue seguramente la primera calle pavimentada, luego de concluir el cuadrilátero de la Plaza Mayor, la que conduce de la Candelaria al Río Anauco, porque era esa la entrada en la ciudad para los que venían de Caraballeda”
Continúa comentando Nuñez, que el primero en hablar de la necesidad de un puente sobre el Catuche, en el camino de salida para los valles de Guarenas y Petare, y barrios de la Candelaria, “ya muy poblado”, es el gobernador José Francisco Cañas y Merino en cabildo de 4 de junio de 1714. Fue preciso esperar hasta 1735 para fabricar el puente con ayuda de los vecinos.

Primeros puentes de Caracas
El puente de Punceres y de Catuche fueron los primeros puentes que tuvo Caracas. El de Catuche, según la fecha precisa de su construcción fue en el año de 1735 ( 3). Sin embargo, según el mismo autor, Enrique Bernando Nuñez , igualmente en su libro de La Ciudad de los Techos Rojos, en el Capitulo XI, hace el siguiente relato: “El sargento Nicolás Punzel Mantilla era vecino de Caracas hacia 1700, tenía su casa del otro lado del Catuche y una curtiembre para curtir corambre. Construyó el puente con ayuda de los vecinos por valor de setecientos pesos” (4).
Este puente fue hecho de tabla en la primera década del siglo XVIII, y posteriormente reconstruido en el año de 1775, por lo cual El Puente de Punceres sería el primer puente de Caracas, anterior al de Catuche, aunque no se precisa la fecha exacta de su construcción.
Como veremos tres de los primeros cuatro puentes de la ciudad fueron construido sobre el Catuche:
Punceres, primera década del siglo XVIII; Romualda (1735); San Pablo, sobre el Caroata (1737) y el Puente Trinidad (1775); esto nos hace deducir que el Río Catuche era el más caudaloso en los límites de la ciudad, sobre todo luego de la desembocadura de la Quebrada de Punceres (5).

Puente Catuche así se llamó hasta fines del sigloXVIII, también se conoció como Puente de La Candelaria y luego, a mediados del siglo XIX, Romualda; actualmente desaparecido por estar embaulado y corresponde el sitio a la esquina de Romualda (6).

Esquina de Romualda

Comenta Doña Carmen Clemente Travieso (1900-1983), nieta del prócer de la independencia Lino de Clemente y descendiente de la famosa Ana de Rojas, fundadora de la “Dinastía de las Rojas” lo siguiente: La esquina de Romualda es un sitio emblemático para la parroquia. Allí se encontraba el puente Catuche y es o fue el punto de referencia principal. Se debe su nombre a la señora Romualda Rubí, la cual a mediados del siglo XIX tenía un establecimiento en esa esquina, célebre por el mondongo que preparaba, el cual obligaba a chuparse los dedos hasta al mismo presidente Paéz (7).

Sobre la señora Romualda Rafael Valery S. en su libro La Nomenclatura Caraqueña nos cuenta que en ocasión del banquete ofrecido por la Municipalidad al Libertador el 13 de enero de 1827, la hija de Romualda, la niña María de la Paz Caraballo Rubí, entonces de diez años, le dirigió una “graciosa alocución” y le ofreció una corona y una palma de laurel (8).

Limites Originales de la Parroquía.

Lilia Mago de Chopite en su libro Caracas y su crecimiento urbano reproduce los límites coloniales (9) “Por el Poniente desde el río Catuche, hasta la quebrada del Oriente nombrada Sebucán y sus vertientes que bienen desde el cerro que mira al mar, Y por parte del Norte el mismo cerro(que corre de la expresada quebrada Catuche) hasta el río Guayre por la parte Sur”.

Así vemos que para esa época la parroquia de Candelaria llegaba hasta Sebucán pero más allá del río Anauco, lo único que había entre La Candelaria y Petare era el caserío de Chacao el cual pertenecía a la parroquia de La Candelaria, y otros pequeños caseríos distantes uno del otro, además de las haciendas, muchas de ellas famosas, por sus cultivos y ganadería.

Desde el río Catuche, límite occidental de la parroquia, se encontraban en sentido oeste-este las siguientes quebradas: Anauco con sus dos quebradas afluentes: Gamboa y Caraballo, Quebrada Honda, Quebrada Canoa, Quebrada Maripérez, Quebrada Chacaito, Quebrada Pajarito y la Quebrada Sebucán, la cual era su límite oriental. Algunas de estas quebradas sirvieron de límite para nuevas parroquias derivadas de la original Candelaria(10).


Sí hacemos un análisis de los planos, Nuestra Señora Mariana de Caracas y los límites parroquiales, para 1766, reproducido en forma muy didáctica por Rafael Valery S. (11), y el plano “En el “Exacto Plano de la ciudad de Caracas” del año 1772” (12), podemos delimitar la parte de la ciudad habitada en la parroquia de La Candelaria para esa época, utilizando los nombres actuales de las esquinas, calles y avenidas para mayor comprensión de la siguiente manera:


Originalmente los límites de las parroquias se basaban en el curso de las –quebradas; la Candelaria por el oeste seguía de norte a sur el curso del río Catuche y hasta la esquina de Abanico limitaba con la parroquia de Altagracia. Luego las referencias se modificaron y no tomaron en cuenta el curso de las quebradas, con este cambio el limite de Altagracia y La Candelaria es la esquina de Plaza España; de allí hacia el sur limita con la parroquia Catedral.
Por la antigua Calle Real o Calle Real de Candelaria, hoy Avenida Este-Oeste, la parroquia en sí llegaba hasta la esquina de Alcabala que era el límite de la ciudad, de ahí su nombre. Luego de la quebrada Anauco sólo eran caserios.

Divisiónes sufridas de la Parroquia.

Primera división
En el año 1769 ocurrió la primera separación de su territorio con la creación del pueblo de San José de Chacao (13). La parroquia quedó limitada hasta la quebrada de Chacaito.

Segunda división
Fue cuando se creó la parroquia El Recreo. Tomás Polanco Alcántara en su libro Historia de Caracas, en el capítulo El Distrito Federal hasta 1945 (14), hace el siguiente comentario: El congreso hizo uso de su atribución al dictar la Ley del 28 de abril de 1856 en la cual determinó que “la ciudad de Santiago de León de Caracas cuna del Libertador Simón Bolívar, es la capital de la República de Venezuela”. Esa Ley dividió el territorio nacional en veintiúna provincias entre las cuales estaba la provincia de Caracas cuya capital sería la ciudad de Caracas, integrada por varios cantones, uno de ellos también de nombre Caracas (Cantón de Caracas) estaría formado por once parroquias, y cita como última la parroquia El Recreo.
De allí que la parroquia El Recreo ya estaba fundada para esa época. Desconozco la fecha exacta de la creación de la parroquia El Recreo en lo civil; en lo eclesiástico fue creada el 4 de noviembre de 1877 con el nombre de la Inmaculada Concepción y San José del Recreo (15).

Tercera división
Luego con la creación de las parroquias de la Pastora y San José en 1889 sus límites fueron sustancialmente modificados. Con la creación de la parroquia San José, La Candelaría perdió más del 50% de su territorio, casi toda la zona noroccidental de la parroquia (16) y (17).

Cuarta división

Con la cración de La parroquia San Bernardino declarada parroquia civil el día 01 de octubre del año 1994, desprendiéndose de la parroquia San José, también La Candelaria perdió cinco manzanas aproximadamente. (18 y 19).

El barrio de Sarria, antiguo Estado Sarria, defiende a La Candelaria de que no se le siga amputando su territorio y lo hace como un filón desde el norte de la esquina de Paradero hasta el final del barrio. Separa a la recién fundada parroquia de San Bernardino por el poniente de la parroquia El Recreo por el naciente.

En la historia de las parroquias de Chacao, San José, El Recreo y San Bernardino se continuará con este análisis.


Bibliografía

1.- Rafael Valery S. Parroquia de La Candelaria. La Nomenclatura Caraqueña. 1978.
2.- Enrique Bernando Nuñez. Nuestra Señora de la Candelaria. La ciudad de los techos rojos.1963.p.87.
3.- Enrique Bernando Nuñez. La vía del Este. La ciudad de los techos rojos.1963.p.39.
4.- Enrique Bernando Nuñez. La ciudad de los techos rojos.1963. Capitulo XI. P. 167
5.- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. Quebradas del Valle de Caracas hasta el siglo XIX. 2007. Charla audiovisual y correo. En preparación para próxima publicación.
6.- Enrique Bernando Nuñez. Nuestra Señora de la Candelaria. La ciudad de los techos rojos.1963.p.90.
7.- Carmen Clemente Travieso. Esquina de Romualda. Las esquinas de Caracas. Editorial Ancora. 1956.
8.- Rafael Valery S. Esquina de Romualda. La Nomenclatura Caraqueña. 1978.p.287



9.- Lila Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de la Unidad de Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas.1986.p 80.
10.-Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. Quebradas del Valle de Caracas hasta el siglo XIX. 2007. Charla audiovisual y correo. En preparación para próxima publicación.
11.- Rafael Valery S. Las calles de Caracas.La Nomenclatura Caraqueña. 1978. p 91.
12.- En el “Exacto Plano de la ciudad de Caracas” del año 1772. Editado por el diario El Universal, Colección Histórica Mapoteca IGVSB.
13.- Lila Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de la Unidad de Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas.1986.p 81.
14.- Tomas Polanco Alcántara. Historia de Caracas. El Distrito Federal hasta 1945 Academia Nacional de la Historia. Caracas. 1995.p.83,
15.- Rafael Valery S. La Nomenclatura Caraqueña. 1978.p.47.
16.- Plano de Nuestra Señora Mariana de Caracas y los límites parroquiales para 1766. Plano basado sobre el levantado o supervisado en 1772 por el coronel Don Juan Vicente Bolívar y Ponte. Diagramación actualizada en el libro de Rafael Valery S. Las calles de Caracas. La Nomenclatura Caraqueña. 1978. p 91.
17.- Caracas Plano de la ciudad. Situación de las parroquias foráneas. Por R. Razetti. 1897. Editado por el diario El Universal, Colección Histórica Mapoteca IGVSB.
18.- Plano Caracas y sus alrededores. Compañía Shell de Venezuela. Junio de 1954.
19.- Plano de El Distrito Metropolitano” Caracas y su entorno”. Promociones Alba Cueto. Plano aprobado por Cartografía Nacional oficio 560 del 15 de septiembre de 1998. Instituto Geográfico de Venezuela Simón Bolívar

jueves, 12 de noviembre de 2009

Letra completa de antigua canción que se oyó en Caracas de antaño

MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA

Enviada por el médico poeta Argimiro

Mambrú se fue a la guerra,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuándo vendrá.

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!

No sé cuándo vendrá.

¿Vendrá para la Pascua?
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
¿Vendrá para la Pascua
o por la Trinidad?

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
O por la Trinidad.

La Trinidad se pasa,
¡qué dolor, qué dolor qué pena!
La Trinidad se pasa,
Mambrú no vuelve más.

Por allí viene un paje,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!

Por allí viene un paje,
¿Qué noticias traerá?
¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
¿Qué noticias traerá?
-Las noticias que traigo,
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
-Las noticias que traigo,
¡dan ganas de llorar!

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Dan ganas de llorar!

Mambrú ha muerto en guerra.
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú ha muerto en guerra,
y yo le fui a enterrar.

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Y yo le fui a enterrar!

Con cuatro oficiales
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Con cuatro oficiales
y un cura sacristán.

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Y un cura sacristán.

Encima de la tumba
¡qué dolor, qué dolor, qué pena!
Encima de la tumba
los pajaritos van,

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Los pajaritos van,
cantando el pío, pío,

¡Ah, ah, ah, ah, ah, ah!
Cantando el pío, pío
el pío, pío, pa.

domingo, 8 de noviembre de 2009

MAGDALENA…PRIMERA CAMPAÑA DE BOLIVAR

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Luego de la pérdida de la primera República con la Capitulación de Miranda el 25 de julio de 1812, República nacida el 5 de julio de 1811, el coronel de 29 años Simón Bolívar emigrado en Curazao, regresa a finales de octubre de 1812 hacia Cartagena de Indias, donde emite el 15 de diciembre su famosa “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”, documento conocido como el “Manifiesto de Cartagena”, donde mencionaba las causas de la crisis venezolana y a la vez solicita apoyo para iniciar su expedición redentora; las autoridades de Cartagena presidido por el general Manuel Rodríguez Torices le facilitan el apoyo inicial, le reconocen el grado de coronel y el 21 de diciembre lo asignan a las ordenes del coronel francés Pedro Labatut como comandante de guarnición en Barrancas próximo al río Magdalena, con 70 voluntarios en misiones de seguridad y vigilancia, sin autorización de emprender ninguna acción ofensiva. Nuestro futuro Libertador, no se dio por desmoralizado ante este nombramiento de carácter casi administrativo y no operativo; por propia iniciativa se dedicó a buscar mas voluntarios, armas y logística. Mientras espera respuesta de las autoridades para avanzar río arriba realiza una apreciación de la situación sobre la presencia realista a lo largo del majestuoso río Magdalena, concluye en desarrollar operaciones de corto alcance. Sin permiso del comandante militar Labatut, inicia su afán emancipador. El 23 de diciembre ocupa la fortificación de Tenerife integrada por 500 efectivos del ejército español; seguirá exitoso el día 24 hasta la pequeña población de el Plato, el 25 ocupa Zambrano, el 26 y 27 combate en Mompox adonde llega el día 27; su ejército lo ha triplicado con entusiastas y espontáneos jóvenes neogranadinos, la capacidad de movilidad para su creciente ejército, se lo facilita la incorporación de 15 embarcaciones menores para continuar hasta Guamal el 29 de diciembre, Banco y Chiriguaná el 31, continuando sin encontrar resistencia realista hasta las poblaciones de Tamalameque, Puente Real, y el Peñón para entrar victorioso el 8 de enero al importante Puerto Nacional de Ocaña que por su ubicación estratégica es utilizado como base logística avanzada con 640 efectivos para apoyar las fuerzas en Santa Marta. Presionados los realistas se retiran hacia Villa de Upar, siendo alcanzados por Bolívar y combatidos con éxito. El ejército libertador dispone de 800 soldados con alta moral y deseos de luchar; desde Ocaña Bolívar solicita autorización a las autoridades neogranadinas para avanzar hacia Cúcuta y Mérida. El 21 de febrero ocupan La Aguada. El 22 de febrero derrotan a las fuerzas que se encontraban defendiendo la localidad de Salazar de la Palmas. El 27 de febrero recibe en la población de San Cayetano a orillas del río Zulia, un importante contingente en refuerzo, entre los que se encontraban brillantes oficiales tales como: Rafael Urdaneta, Luciano Deluyar, Antonio Ricaurte y Atanasio Girardot; con tan importante grupo avanza en la tarde del 27 destrozando las avanzadas realistas que se retiraban hacia Cúcuta; el 28 de febrero combate en San José de Cúcuta contra 1400 efectivos del experimentado general realista Ramón Correa, reforzado con tropas enviadas de Trujillo, Mérida y Maracaibo, quien derrotado se retira hacia La Grita, en esa acción se destacó el coronel José Félix Ribas, realizando un ataque frontal con fuego y a punta de bayonetas, para destrozar a las fuerzas oponentes, que al abrir sus flancos fueron atacados por las unidades de maniobra. El ejército capturó varios cañones y pertrechos que utilizaría en las operaciones hacia Venezuela. Bolívar, envía a Cartagena con urgencia una exposición de motivos exponiendo las ventajas para perseguir y atacar a las fuerzas realistas; la respuesta recibida el 7 de mayo, lo autorizaba para emprender operaciones únicamente hasta Mérida y Trujillo. El 1ro de marzo ocupa San Antonio del Táchira donde emite una Proclama dirigida a los soldados y a los ciudadanos de San Antonio, les diría entre otros aspectos:”…Vosotros tenéis la dicha de ser los primeros que levantáis la cerviz sacudiendo el yugo que os abrumaba con mayor crueldad porque defendisteis vuestros sagrados derechos”. El Congreso de la Nueva Granada lo asciende a General de los Ejércitos y designado Ciudadano de la Nueva Granada. El Libertador regresa a Cúcuta para organizar al ejército e iniciar el 14 de mayo su magistral Campaña Admirable.

Historia y Tradición
General de brigada
(Ej.) eumenes7@gmail.com

martes, 3 de noviembre de 2009

LA PRIMERA COLONIA DE AGUAS DE VENEZUELA.

1498 – 1550
Autor: Arístides Rojas.
Recopilador histórico: Julián Viso Rodríguez.


Refieren los cronistas castellanos que, cuando los parías, desde las costas occidentales del golfo de este nombre, saludaron, en 1498, las carabelas de Colón, las vírgenes indianas, de bello porte y agraciadas formas, aparecieron delante de los descubridores llevando en el cuello y en los brazos hermosas sartas de perlas. Interrogadas por Colón los primeros indios que subieron a bordo respecto al yacimiento de las perlas, indicaron que venían de una isla situada al norte de Paria, donde existían ricos ostiales.

Creyendo el Almirante que las perlas yacían más al oeste, siguió en sus carabelas este rumbo y se detuvo frente a la desembocadura del río Paria, uno de los afluentes del Golfo. En tan pintoresco sitio fueron regalados por el cacique de la comarca los oficiales de Colón que pisaron la costa, y también por el hijo del Soberano, lo cual no es extraño, porque siempre fue de tierras hospitalarias repartir los obsequios al extranjero que por la vez primera visita las playas de un país desconocido.

Después de haber degustado las frutas tropicales, y saboreado el vino de palma en una y otra estancia, cada uno de los oficiales de Colón recibió, en palto de barro indígena, ostras llenas de perlas, que llevaron al Almirante como gaje de aquella tierra hospitalaria, la cual había sido bautizada por el Descubridor con el nombre de Tierra de gracia.

Una apertura de dos leguas, situada en el interior de aquella costa y que conducen hacia un golfo que bañan aguas de cuatro ríos, hizo que el Almirante distinguiera aquella región pintoresca con el nombre de Golfo de la perlas, aunque no era allí donde existía la suspirada concha con que acababan de agasajarle los caciques de la comarca.

Convencido Colón de que por el Oeste no había salida al mar, dirigió sus proas hacia el Norte, y después de vencer mil dificultades en la temida boca del Golfo de Paria, que llamó del Dragón. Por los sustos que le inpirara, entró libre y sin zozobras en el mar antillano, por entre el grupo de islas que constituyen hoy la porción oriental del Territorio. Colón pensaba que los ostiales situados al Norte, de que le habían hablado los indios parias; y ya se aproximaba al sudeste de la isla que llamó Margarita, cuando vio en la costa oriental de la vecina tierra, buzos indígenas que se zambullían y tornaban a la superficie cargados de ostras.

Colón acababa de descubrir los ostiales de la isla de Cubagua, situada entre Margarita y Coche, cima desierta, sin agua, sin leña, visitada por los pescadores guaiqueríes, donde iba a levantarse la primera ciudad frente a las costas de Paria; aquella Nueva Cádiz que ostentó sus riquezas e hizo gala de sus edificios y de su comercio, y que al través de los tiempos debía de desaparecer en medio de los cataclismos de la naturaleza, al agotarse los indios y las perlas, y al alejarse de ella, como de suelo maldito, los seres que la habían explotado durante cincuenta años.

Con el objeto de establecer relaciones con los naturales que, agrupados en la costa, contemplaban las naves castellanas, Colón despachó en un bote, a un marinero provisto de un plato de Valencia. Desde el primer momento llámale la atención cierta india que en el grupo descollaba, por tener sobre su cuello sartas de perlas, y a ella se dirigió por tal motivo, haciéndole señas y ofreciéndole el palto que llevaba. Ambos se comprenden y se acercan; el marinero rompe el plato de dos pedazos, lanza los tiestos a la hermosa guaiquerie y ésta le corresponde con el collar de perlas que adornaba su Garganta.

Al momento torna el bote a las carabelas, y Colón lleno de regocijo, pondera aquella tierra que tantas maravillas le ofrecía. Nuevo bote cargado de oficiales, éstos provistos de platos de Valencia y baratijas, se dirigieron entonces a la costa; y en esta ocasión las indias se disputan la adquisición de los platos, dando los brazaletes y collares que poseían, por obtener lo que para ellas era superior en belleza: el objeto de barro exornado de figuras coloridas, realzadas por el esmalte, que por primera vez contemplaban.

El primer plato. Castellano en las costas situadas al norte de América del Sur acababa de ser admirado por las tribus guaiqueries, las cuales trocaron con delirio aquella obra de la cerámica europea, por las ricas perlas que hasta entonces les había proporcionado el antillano mar. De choza en choza y de tribu en tribu, los platos de Valencia, como don del cielo fueron admirados. Eran dos civilizaciones que se encontraban: la una con la belleza del arte, fuerte, inteligente, vestida; la otra con el arte de la naturaleza, hospitalaria, salvaje, desnuda. Indios y castellanos se felicitaron.

Texto: Orígenes venezolanos.

Libros de El Nacional.

Editorial CEC. S.A. 2003.

Bandera venezolana

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Automóviles de los 40

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