Eumenes Fuguet Borregales (*)
El sacerdote Vasco de Quiroga, llamado por los
indígenas mejicanos el “Tata
Vasco”, Nació en Madrigal de las Altas Torres provincia de
Ávila- España el 3 de febrero 1470; Hijo de Vasco Vázquez de Quiroga y Doña María
Alonso de la Cárcel. Realizó estudios de humanidades y leyes en
Valladolid. Avalado por su excelente
preparación intelectual, por disposición del rey Carlos I de España, a la vez
Carlos V de Alemania, con la finalidad de resolver problemas dejados por la
Primera Audiencia, lo envía a la Nueva España (México) en 1531, con el cargo de Oidor de la Segunda
Audiencia de México; función que cumple desde 1531 hasta 1535. Con la colaboración de
sacerdotes agustinos funda en 1533 la ciudad y el hospital de Santa Fe de
la Laguna, cercano a la capital mexicana.
Igualmente se desempeña por unos años como visitador de Michoacán. El 24 de junio de
1535 firma en México su famosa
Información jurídica, impugnando la Real Cédula de 1534, que volvía a permitir
la esclavitud de los indios El rey lo
designa obispo de la Diócesis de Michoacán en 1537, responsabilidad ejercida después de recibir su
preparación sacerdotal con los agustinos.
Vasco se dedicó a construir con su peculio la Catedral de la naciente ciudad. Realizó
una benemérita labor en esa diócesis; dedicado a la fundación de pueblos, hospitales
y colegios, como el de San Nicolás de Bari, un preseminario y centro de
Estudios Superiores, convertida luego en universidad donde asistían los
aborígenes y mestizos. El padre Vasco de Quiroga se caracterizó por ser un gran defensor de los
derechos de los aborígenes, opuesto a la esclavitud y a los métodos de
explotación que se aplicaban. Su mensaje lo recoge la universidad que lleva su
nombre desde 1979 con el lema: educar con
la verdad y su misión. Su ensayo de
pueblos con escuelas y hospitales, denominados “Reducciones”; entendiéndose por
reducción a una especie de misión en
un pueblo o pueblos de indígenas convertidos al cristianismo. Esta iniciativa
la aplicaron los sacerdotes franciscanos
y los jesuitas en Paraguay. Vasco de Quiroga
puso en práctica las Ordenanzas dadas por Isabel la Católica en 1503,
junto con otras normas establecidas en 1509, 1511 y las Leyes Nuevas de 1542. En su
opinión los aborígenes de México y de las Indias, no podían ser sometidos a la
esclavitud, porque eran seres libres y súbditos de los Reyes de España;
sostenía que era injusto permitir a los españoles comprar esclavos. Una de sus
mayores aportaciones aparte de la creación de escuelas-hospitales, fue la de
liberar a los indios de las cadenas de
la ignorancia y la miseria. Al lado de la Catedral de Michoacán fundó el colegio de San Nicolás
de Bari; igualmente activó un colegio-seminario para hijos de caciques e
indios en Quito en 1594. Continuando la noble y fructífera labor del “Tata
Vasco”, la orden de los agustinos en México funda escuelas y hospitales donde inclusive se
enseñaba artes en Tzintzuntzan, Pátzcuaro, Uruapan, Acámbaro y Cuitzeo entre
otras. Con la finalidad de fundar instituciones similares en Venezuela a
finales del siglo XVI y comienzos del XVII, se prepararon doctrineros en el convento de San Agustín de
Quito; encargados de crear la misión y
reducción de Aricagua y Tabay; los
sacerdotes domínicos lo hicieron en
Mucuchíes - Mérida. El obispo Vasco Quiroga regresó a España, a fin de
coordinar las importantes actividades relacionadas con sus afanes religiosos y
educacionales desde 1546 hasta 1554, entre ellos la de apoyar la fundación de la universidad de
México. Seguía la doctrina del llamado “agustinismo
político”; nunca aceptaba la denominación de “ilustrísimo señor”, sino que prefería con humildad, respeto y
cariño la denominación de “Tata Vasco”,
era muy devoto de la Eucaristía y de la Santísima Virgen. Por su iniciativa se
estableció la obligación para cada iglesia de tener un hospital o dispensario
para atender gratuitamente a la comunidad cercana. Mientras realizaba una
visita pastoral a Uruapan, fallece el 14 de marzo de 1565, contaba 95 años. Dentro de la Basílica de Nuestra Señora
de la Salud de Pátzcuaro, y en la ciudad
natal se encuentran monumentos del
“Tata Vasco”; el Colegio Mayor Sacerdotal de Madrid con su
nombre eterniza su obra piadosa. El reverendo padre agustino Dr. Fernando Campo
del Pozo, historiador, escritor de fina pluma, catedrático, perteneciente a
diferentes corporaciones históricas y excelente amigo, nos brinda excelente
información del “Tata Vasco”.
(*) Gral. de Bgda.
eumenes7@gmail.com
Historia y Tradición
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