martes, 1 de mayo de 2012
Prócer Antonio Nicolás Briceño, “el Diablo”
Eumenes Fuguet Borregales (*)
Emancipador, jurista y Diputado, nacido en la población de Mendoza Edo. Trujillo, el 29 de abril de 1782, del matrimonio del abogado Antonio Nicolás Briceño Quintero y Francisca Briceño Pacheco. Desde niño personalizaba al “Diablo” en la escuela y en actividades religiosas, de allí su apodo con que la historia y tradición lo recuerda. Realizados los estudios primarios en el suelo natal y en Mérida, se traslada a Caracas para concluir Derecho en la Real y Pontificia Universidad de Santa Rosa de Lima; muy apasionado por la lectura de los enciclopedistas europeos con ideas de avanzada que lo estimularían en la participación de la futura lucha redentora. Briceño contrae matrimonio el 10 de enero de 1807 con María Dolores de Jerez y Aristiguieta, prima de Simón Bolívar; procrean dos hijas que no dejaron descendencia. Como aspecto anecdótico, Briceño poseía un lote de tierras en Yare, valles del Tuy, y por asuntos de delimitación tuvo fuertes discusiones con el futuro Libertador. A partir de 1808 se involucra en los movimientos clandestinos que desembocaron el 19 de abril de 1810, su encendido verbo y acción le valieron prisión en diferentes oportunidades. Se traslada a Trujillo y Mérida para motivar el apoyo al grito que Caracas dio. Los electores merideños lo eligen Diputado al Congreso Constituyente, instalado el 2 de marzo de 1811 y declara la independencia el 5 de julio; es uno de los firmantes del Acta de Independencia. La participación de Briceño en las discusiones fueron determinantes en los históricos momentos del nacimiento de la República. En marzo de 1812 lo nombran Secretario del Ejecutivo Federal. Al iniciarse la lucha emancipadora, Briceño actuó a las órdenes de Francisco “libertad” Miranda, en funciones de Fiscal Militar. Firmada la capitulación de San Mateo el 25 de julio, El Diablo se traslada el 31 hacia Curazao en la Goleta “Matilde” acompañado de su esposa y de Francisco Javier Yánez, Juan Nepomuceno Ribas, Pedro Labatut, Vicente Tejera, Francisco José Ribas, Juan Silvestre Chaquea y Francisco de Paula Navas. A los pocos días continúan hacia Cartagena de Indias; redacta un documento el 16 de enero de 1813 con máximas sanciones y confiscaciones de bienes de los realistas, algo similar a la Proclama de Guerra a Muerte emitida por Bolívar en Trujillo el 15 de junio de 1813. Después de haber recibido del gobierno de Cartagena el grado de coronel, marcha con un grupo de voluntarios en busca de Bolívar, quien luego de iniciar operaciones el 24 de diciembre de 1813 desde Cartagena, se encontraba en Cúcuta en los preparativos de la fulgurante Campaña Admirable; Bolívar le reconoce a Briceño el grado de coronel. En San Cristóbal “El Diablo” emite una proclama el 7 de abril con algunos ajustes al plan elaborado en Cartagena; En su capítulo noveno establecía: “Para tener derecho a una recompensa, o a un grado, bastará presentar cierto número de cabezas de españoles, o de isleños canarios. El soldado que presente veinte, será hecho abanderado en actividad; treinta, valdrán el grado de Teniente y cincuenta el de Capitán”. Dos días después inicia operaciones en San Cristóbal con el fusilamiento de dos españoles de tendencia realista; con la sangre de éstos firmó documentos para Bolívar y el coronel neogranadino Manuel Castillo. Acción unilateral que tanto molestó, que fue juzgado en Consejo de Guerra, según informara Francisco Javier Yánez. Sin contar con la autorización de Bolívar, “El Diablo” se movilizó el 7 de abril desde San Cristóbal en dirección Guasdualito por la montaña de San Camilo, con el propósito de reunirse en Barinas con familiares y voluntarios dispuestos a la lucha. A causa de una delación del hacendado Francisco Antonio Fortoul, es emboscado, y capturado por José Yáñez el 15 de mayo de 1813; es remitido a Barinas. Jacinto Lara con mejor suerte pudo escapar en la acción. Algunos familiares y seguidores fueron ajusticiados el 22 de mayo. Antonio Nicolás Briceño, por disposición de un Consejo de Guerra es fusilado el 15 de junio, precisamente cuando Bolívar emitía su famosa Proclama en Trujillo. Luego de escribirle a su esposa y confesarse con el sacerdote trujillano José Tadeo Montilla, antes de ser ejecutado Briceño exclamaría: “fusílenme pronto para no ver por más tiempo a los tiranos de mi Patria”. La cabeza del impetuoso trujillano fue exhibida en el camino hacia San Cristóbal, y la mano derecha enviada a La Victoria en el mismo sitio donde fueron ejecutados los sacerdotes González y López.
Historia y Tradición
(*) Gral. de Bgda. eumenes7@gmail.com
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