Por Oldman Botello*
Introducción
Es
conocida la suerte que corrieron los pueblos llaneros de Guárico y
Apure durante las recurrentes epidemias de paludismo que azotaron
durante el siglo XIX y comienzos del XX. En la presente investigación
damos a conocer unos apuntes sobre las estadísticas acerca del paludismo
y otras enfermedades que afectaron la zona de Ortiz en el primer lustro
de la octava década del siglo XX, a la luz de la documentación
existente en los libros de defunciones del Registro Municipal de Ortiz
donde se conservan intactos y afortunadamente muy bien cuidados, listos
para documentar la historia del pueblo. El paludismo y otras
enfermedades recurrentes en Ortiz.
El paludismo es señalado como una
enfermedad infecciosa endémica producida por el género Plasmodium y que
se transmite a los humanos por la picadura del zancudo anopheles, en las
especies Plasmodium facilparum, Plasmodium vivax, Plasmodium malarie y
Plasmodium Ovale. Caracterizase la enfermedad por fiebres de los tipos
intermitente, remitente, tercianas, cuartanas; la esplenomegalia y la
presencia del parasito en la sangre, invadiendo y destruyendo los
eritrocitos. La más común en el área en estudio son las tercianas, una
fiebre intermitente transmitida por el P. Malariae; la cuartana cuando
están separados por dos días de apirexia, producida por el mismo
Plasmodium malariae; la intermitente, que aparece por accesos con
intervalos apireticos mas o menos alejados. Piretico se refiere a la
fiebre. La esplenomegalia al aumento de volumen o hipertrofia del bazo.
Otras enfermedades que aparecen en
el lapso estudiado son la fiebre amarilla tambien llamada vomito negro y
tifus icteroides; es producida por la picadura del mosquito Stegomia
fasciata o Aedes Aegypti. Entre 1854-1855 una epidemia de fiebre
amarilla arraso en los estados Aragua y en el Guárico norte, aniquilando
decenas de personas en pocos meses que permaneció en el área. La
hidropesía marca también un número considerable de victimas en Ortiz.
Esta es una enfermedad caracterizada por la acumulación de líquido
seroso trasudado en una cavidad o en el tejido celular. En su proceso
tiene como características la fiebre, anemia, parestesia y diarrea,
seguidos estos síntomas por la aparición siibita de edema. (Diccionario
terminológico de ciencias médicas Salvat, 1981) Parestesia es la
sensación anormal, rara, alucinatoria, táctil, térmica, etc., de los
sentidos o de la sensibilidad general. También estuvieron presentes como
morbos en esos años el tétanos infantil, pulmonía, disentería y
tuberculosis. Las condiciones sanitarias de Ortiz y su gente en sus
campos y en los pueblos llaneros en general en esos tiempos, además de
la formación de charcos y lagunas durante el periodo lluvioso,
contribuían al desarrollo de las enfermedades.
La presencia del paludismo es
abordada por Rolla Hill y Elías Benarroch en 1940, después de estudiar
en 1927 las epidemias, de la siguiente manera: "[...] los llanos en
general son pianos, compuestos de depósitos de aluvión, mezcla de arena y
arcilla en proporción variable. Aunque el terreno fuera poroso, que no
lo es, las tremendas lluvias del verano, desde abril hasta diciembre, no
podrían ser arrastradas inmediatamente por el Orinoco y sus afluentes,
resultado de esto es que la Llanura se inunda gradualmente hasta poco
más de un metro de profundidad cerca de los ríos y caños y a menor
profundidad en los demás [...] el problema de la prevención del
paludismo en los llanos es de difícil solución". (Hill-Benarroch, 1940:
11).
La epidemia en los setenta-ochenta del siglo XIX
En
1879, el gobernador del Guárico Antonio Bravo informaba al ministerio
del Interior que la salud estaba afectada en su jurisdicción, y en vez
de cesar, aumentaban los casos de fiebre y advertían informes venidos de
Parapara, Ortiz, San José y San Francisco de Tiznados, que habían
ascendido los casos. (AGN. Int. y Justicia (CMXCVm): 350; Botello, 2007:
98) La población de Ortiz en 1881 de acuerdo al Censo Oficial era de
9.657 habitantes, distribuidos 7.120 en Santa Rosa (el casco de Ortiz y
campos aledaños) y 2.537 en Las Mercedes, al norte de la población, en
su área urbana y la rural. En ambas jurisdicciones había 1.641 casas.
(Censo Oficial de 1881: 315) Dicha población de Ortiz abarcaba el campo y
la ciudad. Los vecindaños rurales existentes para la época en Ortiz
eran: El Banco, La Cañada, Cañafístula, Capote, Mesa de Paya, San Pablo
(o El Rincón de San Pablo), El Hato, Morrocoyes, El Tintal, Antón Pérez,
Las Patillas, Puepe, Los Robles, Rinconcito, Veladero, La Cuesta,
Campanario, Las Tinajas, etc.
Cuando comenzó el ataque en 1879
fueron designados en julio para atender a los enfermos por el Gobierno
nacional los doctores Eulogio Velásquez y José María Graterol, quienes
se distribuían para tratar de llegar adonde se les requería. En su
informe revela que entre el 25 y el 31 de agosto de 1879 se registraron
125 enfermos y dos defunciones cuando se celebraban en medio del pesar y
el duelo las fiestas en honor a Santa Rosa, invocada para la salvación
de los enfermos. Se quejaba el médico de la presencia de brujos y
charlatanes que complicaban la situación. Explotaban los bolsillos de
los pobladores haciéndoles ver que tenían alfileres, sapos, cangrejos,
espinas, porque eran "vainas echadas". Acusaba a las comadronas de los
casos de tétanos infantil; y en parturientas "por haber reventado el
cordón umbilical y dejado la placenta en la matriz", provocando fiebre
puerperal; un boticario receto dosis de sulfate de quinina para una
supuesta fiebre palúdica que resulto pleuresía o pulmonía, por lo que
las dosis de quinina eran mortales de necesidad. (Botello, 1994: 44) La
enfermedad no escatimaba edad, condición ni clases sociales, en la
ciudad o en el campo. Hemos seleccionado de los años 1880 a 1885 algunas
personas o familias destacadas del pueblo para que se tenga una idea de
la conflagración. Murieron Marciana Dusuchet; Isabel, Pedro y Manuel
Marrón, María de la Luz Carpio de Ereira y su hijo José María Ereira,
emparentados con el doctor Roberto Vargas; Jacinta Parejo, homónima de
la esposa del general Joaquín Crespo; Damaso Sierra Rodríguez, cuñado
del Dr. José Ramón Núñez, secretario del Gral. Crespo; Casilda Arana,
Crispulo Sierra, la niña María Luisa Huncal, de tres meses; Rafael
Rangel, de tres años, hijo del general Francisco Esteban Rangel; Alberto
Vargas Montiel, medio hermano del Dr. Roberto Vargas, muerto de
pulmonía y esposo de Bárbara Arana; Pedro Beroes Gerdé, muerto de ocho
años.
En 1884 murió Basilio Requena, de
34 años que según el acta de defunción era "gafo de nación". Así lo
consagro el secretario de la jefatura civil para la posteridad. Son
apenas una muestra de quienes murieron en Ortiz por diversas causas,
pero en primer término de paludismo. En las actas consultadas en los
libros de defunciones municipales, con frecuencia no se hacía constar la
causa de muerte, por lo que los datos presentados son una muestra
apenas de las defunciones registradas. A continuación la estadística de
morbilidad en el periodo en estudio:
Enfermedad
|
1880
|
1882
|
1883
|
1884
|
1885
|
Fiebre
|
127
|
94
|
46
|
19
|
28
|
Disenteria
|
8
|
1
| |||
Tetanos
|
6
|
7
|
1
| ||
Hidropesia
|
6
|
8
|
14
|
6
|
12
|
Pulmonia
|
7
|
9
|
30
|
11
|
15
|
Tuberculosis
|
6
|
6
|
7
|
5
| |
Lepra
|
|
1
|
|
Fuente: Actas de Defunciones. Registro Municipal de Ortiz
Como puede observarse, la causa
del mayor índice de mortalidad lo tiene la fiebre palúdica en todas sus
manifestaciones, que en 1880 represento la agobiadora cifra de 127
casos; en 1882 de 94, un 0,97% aproximado de la población total de
Ortiz, incluyendo los sectores Santa Rosa y Las Mercedes, que en el
censo de 1881 se estimó en 9.657 habitantes. El año 1880 afecto más el
paludismo al igual que en 1882, 1883 y en los posteriores descendió un
tanto el número de fallecidos. Es notable también el número de muertes a
causa de la pulmonía que en 1883 ascendió a 30 casos mortales y en
todos los años cuya estadística presentamos, es la segunda causa de
mortalidad en Ortiz y su entorno, seguido por la hidropesía que causo 14
muertes en 1883. Otros morbos comunes en el periodo en estudio fueron
el cáncer, pujos, males hepáticos, ascaridiasis, tifoidea, tuberculosis,
tétanos infantil, alferecía, lepra y difteria. Uno murió envenenado,
otro por culebrilla, un ahogado en el rio Paya y dos muertes por
senilidad, uno de los cuales frisaba los 104 años. En total, las siete
plagas de Egipto abatidas sobre Ortiz y sus afligidos habitantes.
* El autor de este trabajo es cronista de la ciudad de Maracay, estado Aragua.Colaborador del blog Venezuela de Antaño
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