Oscar José Márquez*
Para comprender la actitud
decidida de Eloy Alfaro, de convocar a
un Congreso Hispano Americano, en defensa de los derechos territoriales
de la Nación
venezolana al oeste del río Esequibo, conocidos como la Guayana
Esequiba, entre uno de sus principales objetivos. Es
conveniente analizar una serie de hechos y circunstancias a través del
tiempo que conllevaron a este ilustre americanista a defender los
supremos objetivos
e intereses de la Nación venezolana respecto de su territorialidad.
Doctrina Monroe
Por todos es bien conocido que la
Doctrina Monroe, tiene su origen a partir del mensaje del 02 de
diciembre de 1823, el cual contiene una declaración por parte del
Presidente de
los Estados Unidos que sienta el principio de que: “…los continentes
americanos
por la condición libre e independiente que han asumido y mantienen, no
deben de
ser considerados en adelante como sujetos a la futura colonización por
potencia
europea alguna…”.
Al continuar con su disertación casi
al final procede a señalar: “…no podríamos admitir ninguna interposición
con el propósito de oprimirlos o de controlar de cualquier otra manera su
destino por potencia europea alguna, de otro modo que como la manifestación de
una disposición inamistosa con respecto a los Estados Unidos…”. Por supuesto
que este mensaje como era de esperar causo molestia y recelo en las potencias
europeas pero ninguna de ellas protesto o demando.
En ese entonces se pensó que los
Estados Unidos, asumirían su rol de la
defensa y protección de todas y cada una de las Naciones que se habían independizado en el continente americano en
contra del intervencionismo e imperialismo europeo especialmente del inglés que
ocupaba el escenario internacional de ese entonces.
Sin embargo a lo largo de las cuatro décadas siguientes apreciamos que la evolución
de la Doctrina Monroe, se desarrollo de
acuerdo a la política exterior de los
Estados Unidos, caracterizándose por la
indiferencia oficial, frente a las agresiones europeas entre 1825 y 1860.
Los países iberoamericanos
trataron por diversas vías, conformar una entidad más genuina más iberoamericana,
hispanoamericana, americanista que
intercediera y los defendiera frente a las ambiciones de las potencias europeas
y de sus conflictos desavenencias.
Congreso Anfictiónico de Panamá
En el Congreso de Panamá o Anfictiónico de
Panamá, convocado por el Libertador Simón Bolívar, en 1824 y celebrado el 22 de
junio de 1826, con la asistencia de
Colombia, México, América Central y el Perú, y como observadores la Gran
Bretaña y Holanda.
El programa presentado por Colombia
ante el Congreso lo podemos resumir en:
1°. EL Estudio de un Tratado de Unión,
Liga y Confederación; 2°. Sobre el destino de
Cuba y Puerto Rico; 3° El convenio de carácter comercial y consular; 4°. La Consagración de la doctrina Monroe como norma
de Derecho Internacional Americano, con el fin de impedir toda tentativa de colonización
en el continente americano por las potencias europeas y rechazar la posibilidad
de intervención; 5°. El Acuerdo sobre la codificación de derecho internacional
Americano.
El Congreso de Panamá se
clausuro el 15 de julio del referido año, para nuestro estudio solo nos interesa señalar de los
cuatro acuerdos aprobados el Tratado de Unión, Liga y Confederación
Perpetua, la convención sobre Contingentes y el Acuerdo Confidencial relativo a
contingentes.
Por lo que las partes se
obligaban a sostener su soberanía e independencia contra toda dominación extranjera
y a defenderse mutuamente de todo ataque que ponga en peligro su existencia política.
Consagrando por lo tanto la solidaridad general en el caso de ataque a un
estado, encontrándose allí el origen del Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca.
El Tratado Concretamente se
refiere al caso de invasión repentina de los territorios de las partes
contratantes: “…cualquiera de ellas podrá obrar hostilmente contra los
invasores, siempre que las circunstancias no den lugar a ponerse de acuerdo con
los gobiernos a quien corresponda la soberanía de dicho territorio…”. Se establecía así la legítima Defensa
colectiva la que establecieron posteriormente en la Carta de las Naciones
Unidas y el Tratado Interamericano de Asistencia Reciproca. Contemplaba, por
consiguiente el caso del ataque armado y la posibilidad de que cualquiera de
los Estados ligados por el pacto adopte medidas individuales inmediatas contra
el agresor.
Texto este que resulto letra
muerta, frente a diferentes agresiones a
los países contratantes (Colombia, México, América Central y el Perú), especialmente
en lo que se corresponde con Venezuela
por parte de la Gran Bretaña. A partir
de las exploraciones de Robert R. Schomburgk, a partir de 1837, en que penetra a territorio venezolano armado
y ondeando la bandera inglesa o de la Unión Jack.
Después del Congreso de Panamá o
Anfictiónico de Panamá, convocado por el libertador Simón Bolívar, con
el
objeto de buscar una unión de Confederación Hispanoamericano. Surgieron
una serie de ideas y acciones en este sentido entre ellas
la del General Venezolano Luis Urdaneta,
en Guayaquil quien tuviera un rol protagónico en su independencia en
1820.
Al tener conocimiento de la
resolución del Ecuador de separase de la Unidad Gran Colombiana, formo
un modesto ejercito para impedir su disolución. Al encontrarse a pocos
kilómetros de la referida
ciudad, se entera de la muerte del Simón Bolívar y considerando que la
causa
estaba perdida y para evitar un derramamiento de sangre procede a
disolver el
ejercito que había levantado.
Agresiones
usurpaciones e intervenciones en
territorio venezolano
La Nación venezolana sufrió una serie
acciones armadas a lo largo del Siglo
XIX, por las más varias causas entre
ellas las cuestiones de los límites orientales y marítimos
venezolanos, la deuda externa contraídas para financiar su
independencia, los desmanes en contra de las propiedades de
los residentes extranjeros en Venezuela,
producto de las luchas políticas y fratricidas venezolanas.
Como la violación del territorio
venezolano por Robert H. Schomburgk, como señaláramos
anteriormente quien exploro entre los años de 1835 a 1839 las ex
colonias holandesas de Berbecí, Esequibo y Demerara, penetrando a lo más
profundo de la Guayana venezolana, la Orinoquia de lo que es el
territorio nacional hasta el Roraima hoy Estado Bolívar, a las nacientes
del río Arobopó, el cual cae al Kukenan, y este al Caroní, que desemboca
a su vez en el Orinoco, sin ninguna autorización del Gobierno venezolano
y cuya expediciones sirvieron de base para sus famosas líneas para despojar en
1899 a Venezuela de 159.500km2 de territorios al oeste del rio Esequibo
mediante un Laudo Arbitral.
El ultimátum del 13 de enero de 1841 del Foreing Office a la
Cancillería venezolana señalando en forma unilateral, poco amistosa que ha comisionado al Sr. Schomburgk, para
reconocer el territorio y marcar el límite entre la Guayana Británica y
Venezuela informando a su vez que el Gobernador de la Guayana
Británica ha sido instruido para resistir cualquier agresión contra los
territorios cercanos a la frontera que han sido hasta ahora ocupado por
tribus indígenas independientes. Cuando desde 1838 el referido naturalista
había penetrado sin autorización a lo más recóndito del territorio nacional.
La comisión geográfica dirigida por Robert H. Schomburgk procede a izar una bandera en 1841, con los signos reales
ingleses en Punta Playa cerca de la boca
del río Barima, en el Orinoco. Acompañada a su vez por la presencia de embarcaciones con unos cuarenta hombres y un cañón en
tierra, donde instalaron un poste, mojón o hito con los signos reales
ingleses retirándose
posteriormente al Demerara.
El 06 de febrero de 1850 el vicealmirante Inglés Comandante de la Escuadra Británica en
las Indias Occidentales “Dundonald”,
amenaza con intervenir en Venezuela por los actos ilegales cometidos por el
Gobierno venezolano contra súbditos
ingleses.
Las amenazas de la representación Británica en Caracas de del
01 de abril de 1851 de ejercer una
acción naval contra Venezuela, si no se escuchan y satisfacen los
requerimientos de sus súbditos.
Las agresiones de Holanda que
procede a enviar el 05 Marzo de 1856 una flotilla de buques a la Guaira, con el fin de reivindicar los agravios
cometidos en la ciudad de Coro contra sus nacionales y a la vez reclamar la
soberanía sobre la Isla de Aves y el 09 del mismo mes le da al gobierno
venezolano 72 horas para satisfacer las
demandas del cónsul holandés en Caracas, procediendo a retirarse el 23
de marzo del citado año de las costas venezolanas la fuerza coercitiva.
Las del 05 de mayo de 1858, en que buques franceses e ingleses toman el
Puerto de la Guaira al mando del Contralmirante Conde Guaydon, comandante en
Jefe de la Estación Naval francesa de las Antillas y el Golfo de México, y de las
fuerzas anglo francesas presentes en el
litoral venezolano dándole un ultimátum de 48 horas al Gobierno Nacional para
que acceda a cumplir sus peticiones injuriosas.
Amenazas estas que se repiten el
15 de mayo, para posteriormente bloquear los diferentes puertos venezolanos el 12 de agosto de 1858, procediendo las fuerzas
punitivas a retirarse
el 28 de agosto de 1858 del las costas venezolanas.
El 10 de septiembre de 1860 el encargado
de negocios de España presenta un ultimátum a fin se atiendan los reclamos formulados por sus residentes en
Venezuela. Para tal fin se enviaron al puerto de la Guiara los buques de Guerra Balso de Garay y el Habanero.
El restablecimiento de la antigua Gran Colombia
En el Ecuador
treinta años mas tarde de las acciones del General Venezolano Luis Urdaneta de defender la
Unidad Gran Colombiana, García Moreno, admirador de Bolívar y triunfante el 24 de septiembre de 1860 en
la Batalla de Guayaquil, contra el
Gobierno de Guillermo Franco, reconocido como Presidente por su par de la
Republica del Perú Ramón Castilla, quien ante la cris internas habían roto relaciones y las fuerzas navales
de ese país habían bloqueado el Golfo de Guayaquil.
Una vez restablecida la paz en
el Ecuador y organizado su Gobierno García Moreno, el 20 de diciembre de 1860
procede a enviar sendas comunicaciones a los Presidentes de Venezuela y la
Nueva Granada, expresándoles sus “…fervientes anhelos de restablecer la antigua
Gran Colombia, a fin de preservar la integridad territorial ecuatoriana al
formar un bloque sólido frente a las pretensiones peruanas…“, Incluso se comisiono al Coronel Vicente
González, en la referida comunicación quien había pertenecido al Ejercito
Libertador, para que viajara a Caracas, a iniciar las conversaciones respecto de esta aspiración.
Por otra parte a lo largo de los años se realizan una serie
de Conferencias de Estados Americanos a las que concurren un pequeño número de
representantes. Sin alcanzar los objetivos propuestos ya que las actas o
tratados no son ratificadas por las
partes contratantes. Como las de
Plenipotenciarios realizadas en 1848 y
1865 en Lima, la de Santiago en 1865 y la de Washington
celebrada ese mismo año.
Aunque ya para 1860 Venezuela había insistido
ante los Estados Unidos, para que
encabezaran una Asociación de Naciones Latino Americanas y transformasen la
Doctrina Monroe, en un pacto
multilateral, pero estos permanecían aun aislados del resto de la América Latina.
En 1864, Justo Aresomena, frente
al proyecto liberal nacional Panameño, replantea
el hispanoamericanismo bolivariano en su obra Estudio
sobre la idea de una liga Americana, a través de un alegato histórico, político
y jurídico, como rechazo a la Doctrina Monroe, señalando que ante la
debilidad de las naciones suramericanas, lo mejor sería que se formasen “…su política
propia por medio de esa misma liga tras la cual van desde hace cuarenta y dos
años…”
La Unión Alianza Defensiva y un tratado de Paz
El 25 de mayo de 1865 se firma
un tratado de Unión Alianza Defensiva y
un tratado de Paz firmados en Lima Perú. Entre Bolivia, Colombia, Chile,
Ecuador, Perú, Salvador y Guatemala. Tratado este que se quedo en el papel al
no demandarse el cumplimiento del mismo ni ejecutarse el, por ninguna de las
naciones firmantes que señalaba entre otras las siguientes acciones: “…y se
garantizan mutuamente su independencia, su soberanía, y la integridad de sus
territorios, respectivos obligándose en los términos del presente tratado
defenderse contra toda agresión que tenga por objeto privar alguna de ellas de
cualquiera de los derechos aquí expresados, ya venga la agresión de una
potencia extraña, ya de alguna de las ligadas por este pacto, ya de
fuerzas extranjeras que no obedecen a un
gobierno reconocido.
En julio de 1866 el Gobernador
británico de la Isla de Trinidad procede al arrendamiento de la Isla de Patos
desconociendo la territorialidad venezolana.
La pobre y desvalijada Venezuela, por no llamarla miserable de siglo
XIX, siempre miro al norte con la esperanza cierta de que los EE.UU de Norteamérica defendiera sus intereses sobre
los territorios al oeste del río Esequibo, en base a la Doctrina Monroe,
procediendo a mediados de noviembre de 1876 a solicitar ante el Secretario de
Estado Mr Fish, a fin de que tomasen conocimiento de la situación por la que atravesaba
Venezuela frente a la Gran Bretaña en defensa de su territorialidad. Creyendo
el Gobierno venezolano de ese entonces que los EE.UU, tomarían el interés ante
su solicitud y planteamiento.
Bibliografía
Caicedo Castilla. El Panamericanismo. Buenos Aires: Roque
Deplama, 1961, Pág. 484
Dexter Perkins. Historia de la Doctrina Monroe. Buenos Aires: Editorial Universitaria 1964, 380 Págs.
Dexter Perkins. Historia de la Doctrina Monroe. Buenos Aires: Editorial Universitaria 1964, 380 Págs.
Pérez Concha Jorge. Eloy Alfara ante el Derecho Internacional
Americano. Guayaquil: Imprenta Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo e Guayas.
1959, 24 páginas
Venezuela MRE.
Derechos venezolanos de soberanía en el
Esequibo http://esequibo.mppre.gob.ve/
*Datos personales
- Oscar J Márquez
- Doctor en Derecho (LUZ),Abogado(USM) MS en Seguridad y Defensa(IAEDEN). Especialista en Geopolítica y Fronteras (ULA).El Derecho en Funcion del Ambiente (Universidad de Buenos Aires).Curso Superior de Proteccion Ambiental(Guardia Civil)España
- Eloy Alfaro y el Conflicto Anglo venezolano por la Guayana Esequiba al
centenario de su fallecimiento II. Parte martes 28 de febrero de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario