Grande es el legado
de quien enalteció el gentilicio emeritense y
venezolano con sus obras, dedicación al trabajo, formador de juventudes,
desarrolló con aciertos la prosa y el verso, la narrativa, investigador
acucioso, apegado al lar nativo, evoca el paisaje de la cordillera, y su
sencilla y cordial gente. Pionero de la gastronomía en Venezuela con su libro
“Cocina Criolla” escrito en 1899. Tulio no salió de Venezuela, reúne las cualidades de un excelente Cronista
Oficial, cargo designado en 1935. Nacido en la capital del estado Mérida el 31
de mayo de 1860, hijo de Foción Febres Cordero, descendiente de próceres, con
ascendencia coriana a través de Antonio Febres, Alférez Real de Coro, cuya
progenie se trasladaría hacia Maracaibo, Mérida y Ecuador, y Doña de Georgina
Troconis y Andrade. Sus primeras enseñanzas las recibe en el ambiente familiar
y en la Escuela de Varones de Mérida. En 1871 ingresa a la Universidad de Los
Andes para seguir los cursos de Latinidad y Filosofía, graduándose de bachiller
siete años después. Aprendió y realizó varios oficios que ayudaron al sustento
familiar tales como: zapatería, relojería, tipografía, encuadernación, y
pintura. Egresa abogado de la Universidad de Mérida en 1882, profesión que no
ejerció; Don Tulio no demostró inclinación hacia la política. Tipógrafo desde los
quince años bajo la tutela de Juan de Dios Picón Grillet, obtiene gran
habilidad en la preparación de la tinta, corrección de los escritos y la
utilización de los pesados rodillos. Sentía pasión por la historia patria y regional, el periodismo, la lectura, y la escritura; cual ratón de biblioteca
desempolvaba libros para obtener la verdad verdadera, mostrada en importantes
artículos publicados en la prensa local y en los periódicos que fundaba, entre
ellos: “El Lápiz”, donde publicó “Las
Cinco Águilas Blancas” en 1895, “El Centavo”, “El Billete” y “El Mosaico”. Designado en 1892
catedrático de Historia Universal en la ilustre Universidad de los Andes,
laboriosa actividad durante treinta y dos años, que aún jubilado continuó
ejerciendo hasta sus últimos días
terrenales. Nombrado vicerrector interino en 1912 y rector honorario en 1936,
designado por la presidencia de la República; en todo momento incentivaba a sus
alumnos al estudio. Contrae matrimonio con Teresa Carnevali Briceño en 1883, procrearon
seis hijos, herederos del calor familiar y virtudes ciudadanas. Don Tulio
desarrolló en 1885 una nueva técnica en la tipografía conocida como la
imagotipia o arte de representar imágenes con tipos de imprenta, igualmente
desarrolla en 1896 la foliografía 1896, la cual reproduce mediante impresión de
las hojas de las plantas. Destaca como novelista y cuentista con su estilo
sencillo y original; son lecturas obligadas: “”La Conquista de Valencia”, “Vida
Provinciana”, y “Don Quijote en América”. Admirador de Bolívar y Páez, sobre
éste último opinaba: “Páez entendía la
política como el arte de administrar con honradez y sabiduría los intereses
públicos, velar por el orden y las buenas costumbres, y proteger todos los
derechos que nacen de la libertad”. Referidos a la historia publicó: “El
Derecho de Mérida a la Costa Sur del Lago de Maracaibo”, “La imprenta en
Venezuela”. Al igual que Arístides Rojas, Tulio Febres Cordero se dedicó a la
investigación de las costumbres, tradiciones, creencias y relatos de los
pueblos, buscando infatigablemente los testimonios del pasado. La exitosa labor
ha sido reconocida en Venezuela y fuera del país con diferentes menciones. La
Academia Nacional de la Historia lo designó Miembro Correspondiente, igual
distinción recibió de Colombia, Guatemala y Francia; por parte del Papa León
XIII una condecoración, España e Italia igualmente le recompensaron la
brillante labor. Mantenía su lema: “Por Dios, por la Patria y por la Dama” (es
decir la mujer que representa a la familia, al amor y la virtud). Fallece en Mérida el 3 de junio
de 1938. Velado en la Catedral donde monseñor José Humberto Quintero (futuro
Cardenal), expresó en elocuentes palabras la vida y obra de este paisano
ejemplar. En 1960 se editaron seis volúmenes de sus obras completas; la familia
donó sus libros y documentos a la Biblioteca de Mérida para que las
generaciones presentes y futuras, lean y admiren el valioso legado de Don Tulio
Febres Cordero.
Historia y Tradición
(*) Gral. De
Bgda.
eumenes7@gmail.com
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