miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ribas, vencedor de los tiranos en La Victoria”

Eumenes Fuguet Borregales (*)


El 12 de febrero de 1814, se llevó a cabo en la población de La Victoria, un importante combate de la Venezuela heroica, donde el general de división el caraqueño José Félix Ribas, Herrera, logró derrotar después de nueve horas de titánica lucha al jefe realista Francisco Tomás Morales, subalterno del temible José Tomás Boves. En dicha acción se destacaron los jóvenes estudiantes universitarios y seminaristas caraqueños, con la poca experiencia adquirida en el combate de Vigirima, el combate de mayor duración de la independencia ejecutado del 23 al 25 de noviembre de 1813. Ribas había nacido en Caracas, el 19 de septiembre de 1775, involucrándose desde joven al lado de sus hermanos en el movimiento emancipador. Un hecho que lo impactó, fue cuando el 8 de mayo de 1799, presenció en la Plaza Mayor- hoy Plaza Bolívar, el ajusticiamiento del protomártir José María España, oyéndolo pronunciar sus proféticas palabras, “no pasará mucho tiempo, sin que mis cenizas sean honradas”. José Félix Ribas, se incorpora al movimiento revolucionario del 19 de abril, como Representante de los pardos. Se había casado con Doña Josefa Palacios, hermana de Doña María de la Concepción Palacios, madre del Libertador Luego de la capitulación de Miranda firmada el 25 de julio de 1812 por sus representantes en la población de La Victoria; hecho que origina la pérdida de la Primera República, nacida el 5 de julio de 1811; Ribas se dirige el 27 de agosto con el coronel Simón Bolívar hacia la isla de Curazao. A finales de octubre llegan a Cartagena de Indias, para organizar la Campaña sobre el río Magdalena, iniciada con setenta voluntarios el 25 de diciembre de 1812, llegan victoriosos a Cúcuta el 27 de febrero de 1813 e inician el 14 de mayo la magistral Campaña admirable, recorriendo en menos de noventa días mil kilómetros hasta Caracas, jalonados de triunfos; Ribas recibe por méritos en combate el grado de general de división. Bolívar le ordena a Ribas organizar una ciudadela en La Victoria para defenderse contra la inminente presencia desde Cagua de Francisco Tomás Morales. A las ocho de la mañana se presentan los soldados de Morales, Ribas en el fragor del combate arengaba a sus imberbes soldados:”Soldados, defendéis del furor de los tiranos, la vida de vuestros hijos, no podemos escoger entre vencer o morir, imperativo es vencer”.A las cuatro de la tarde, cuando la situación republicana, se hacía insostenible, llega el refuerzo el valeroso comandante Vicente Campo Elías, proveniente a marcha forzada de La Cabrera, quien atacando la retaguardia de Morales los pone en fuga, colocando la balanza de la victoria a favor de Ribas. El Libertador, se entera en Valencia del glorioso triunfo, denominando a Ribas “Vencedor de los tiranos en La Victoria” y como un hecho inédito, el niño José Félix Ribas Palacios de tres años, es designado por Bolívar, capitán de primera línea de infantería con goce de sueldo. Ribas continúa sus actividades emancipadoras hacia Charallave donde triunfa el día 20 de febrero y Ocumare para obtener los laureles el 20 de marzo, obteniendo el grado de general en jefe el 23 de marzo de 1814, siendo uno de los once de la Venezuela heroica. El 28 de mayo de 1814, triunfa en la Primera Batalla de Carabobo. La desgracia de Ribas comienza el 5 de diciembre con la derrota de la batalla de Úrica a favor de Boves, quien muere en el encuentro y con el desastre en Maturín el 11 de diciembre. Ribas huye hacia los llanos orientales. En Tucupido, cerca de Valle de la Pascua, un ordenanza de apellido González, lo delató ante las autoridades realistas, siendo apresado y ejecutado el 15 de enero de 1815, por disposición del teniente de justicia Lorenzo Barrajo; el cuerpo descuartizado fue colocado en señal de escarmiento en diferentes sitios, su cabeza freída en aceite fue llevada a Caracas en una jaula la cual fue colocada en La Puerta de Caracas, entrada y salida del antiguo camino de los españoles. La viuda, Doña María Josefa Palacios de Ribas, se encerró en su casa y juró no salir más. A comienzos de 1821 unos oficiales realistas por órdenes del general Pablo Morillo y a petición del Libertador, hablan con Josefa, autorizándole salir sin problemas, ella les contestó:”Saldré cuando sepa que los tiranos que han ofendido nuestra patria, hayan sido expulsados”. En Valencia han vivido descendientes del general Ribas, producto del matrimonio de José Félix su único hijo con Luisa Páez.


(*) General de brigada (Ej.) eumenes7@gmail.com

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