Eumenes Fuguet Borregales (*)
La balanza de la emancipación, tuvo dos sitios antagónicos: la Gloriosa Sabana de Carabobo donde el 28 de mayo de 1814 Bolívar derrotó al ejército del general Juan Manuel Cajigal y Niño, y el 24 de junio de 1821, a las fuerzas del general Miguel de La Torre y Pando, batalla denominada como “la decisiva”; en cambio en el sitio de La Puerta, cerca de San Juan de Los Morros, la suerte fue adversa en tres ocasiones para las fuerzas republicanas.
La primera derrota, sucede el 3 de febrero de 1814, cuando el temible asturiano José Tomás Boves, procedente de la población de Calabozo, con 3400 llaneros venezolanos, la mayoría de caballería, combate contra el valeroso comandante español Vicente Campo Elías y sus 1800 soldados, jefe, incorporado a las fuerzas de Bolívar en Mérida en mayo de 1813; Campo Elías no pudo contra las acometidas realistas; en esa acción Boves resulta gravemente herido, sus fuerzas se movilizan hacia La Victoria.
El segundo revés, ocurre el 15 de junio de 1814, cuando Boves recuperado de las heridas, se enfrenta con 4000 lanceros a caballo y 3000 infantes al ejército de Bolívar y Mariño integrado por 3000 efectivos. Bolívar apenas llegaba de Caracas con refuerzos, cuando observa que Mariño en vez de esperarlo en Villa de Cura, en condiciones desventajosas presenta combate al ejército de Boves; el Libertador con sus fuerzas cansadas por el desplazamiento, se empeña en combate para salvar la situación, pero la caballería enemiga, arrolla las fuerzas republicanas, retirándose en diferentes direcciones; en el funesto lugar mueren el ministro de hacienda, el prócer civil Antonio Muñoz Tébar, el coronel Ramón García de Sena y teniente coronel Manuel Aldao ente otros, igualmente son hechos prisioneros el coronel Diego Jalón, español en las filas patriotas, quien fue fusilado en Villa de Cura y el joven capitán Pedro Sucre, hermano del futuro Mariscal de Ayacucho, fusilado por Boves en la población de La Victoria. Este combate facilitó la caída de la Segunda República; Bolívar llega el 17 de junio a Caracas para organizar la defensa contra el asturiano, quien se dirige inicialmente a Valencia a causarle estragos a la valerosa y noble población valenciana. Ante la inminente llegada del jefe realista a Caracas, el 7 de julio, en una mañana lluviosa se movilizan 20.000 personas de Caracas hacia Barcelona y Cumaná, protegidos por 1.200 efectivos, la historia denomina esta difícil situación vivida por la población civil como la “Emigración de Oriente”, verdadero calvario de la emancipación; de cada tres personas, una llegaba a su destino; durante veinticinco días, se desplazan a través de selvas, montañas, ríos y llanuras; mujeres, niños, ancianos y enfermos, sufrieron el acoso de la plaga, el hambre, la sed y el cansancio.
El tercer fracaso, esta vez las fuerzas del Libertador se enfrentaron el 16 de marzo de 1818, en la quebrada Semen de La Puerta, a las del veterano jefe realista, general Pablo Morillo, quien a pesar de triunfar, resultó herido en la cadera de un lanzazo. Por parte de los republicanos resultaron con heridas: los generales Rafael Urdaneta, Pedro León Torres y José Antonio Anzoátegui; inicialmente Bolívar combatía exitosamente contra el general Francisco Tomás Morales y cuando era perseguido, aparece Morillo con tropas frescas, cambiando la victoria inicial por una lamentable pérdida. Las derrotas enseñan a no doblegarse; Morillo decía que “Bolívar era mas peligroso vencido que triunfador”; en su palabras finales del Manifiesto de Carúpano dijo “Dios concede la victoria a la constancia”. El 24 de junio de 1921, al cumplirse el primer centenario de la realización de la batalla de Carabobo, el presidente, general Juan Vicente Gómez, decretó la construcción del Arco de triunfo para honrar a los forjadores de la nacionalidad; igualmente al conmemorarse el 17 de diciembre de 1930, los cien años de la muerte del Libertador, el mas grande de los venezolanos y americanos, el mismo Gómez, ordena la construcción del Monumento Alegórico, ubicado al Oeste del Arco de Triunfo, majestuosa obra donde se colocaron las rocas del adverso sitio de La Puerta, testigo mudo de tres acciones bélicas negativas para la causa emancipadora, reveses que sirvieron para fortalecer el espíritu de lucha y la voluntad de vencer, símbolo del valor espartano de los republicanos enfrentándose a fuerzas superiores en efectivos, mas no en patriotismo, soldados que no preguntaban cuantos son, sino donde están, regaron con su sangre no perdida, los caminos de la redención de los pueblos.
(*) General de brigada (Ej.)
Historia y Tradición
Diario El Carabobeño
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