En la fecha señalada, ocurrió un lamentable hecho, conocido
también, como “el fusilamiento del Congreso”; los grupos políticos
predominantes, eran el Liberal, fundado por Antonio Leocadio Guzmán en agosto
de 1840, con su slogan Dios y Federación, y el grupo, al cual pertenecía el
general Páez, denominado despectivamente por los liberales, como los
conservadores, godos y oligarcas; ambas organizaciones mantenían serias
rivalidades desde 1830. La crisis política, social y económica, no había sido
posible solventarla, continuaban los
reclamos por las justas reivindicaciones. El 20 de enero de 1847, es instalado
el Congreso Nacional, en la sede ubicada en el antiguo Convento de San Francisco,
hoy Palacio de las Academias, tres días después, es elegido el general José
Tadeo Monagas, Presidente de la República, para el periodo 1847-1851, prócer, denominado
por el Libertador, como “la Primera Lanza de Venezuela”, llega a la alta magistratura el 1ro de marzo de 1847, con el apoyo de los
conservadores, quienes no le aceptaron luego, el perdón que concedió a Antonio Leocadio
Guzmán, sentenciado a muerte por conspirador en marzo de ese año;
Monagas le permitió salir exiliado. De esta manera, se deslinda de los conservadores,
cambia el tren ejecutivo, y se apoya de los liberales. Los paecistas consideraron
este perdón como una traición. Había el interés de los conservadores, de llevar
las sesiones a Puerto Cabello, para buscar la oportunidad de enjuiciarlo, y
evitar manifestaciones del liberalismo en Caracas, a última hora fracaso tal
idea. El 24 de enero de 1848, a partir de las 2 de la tarde, es presentado el
mensaje del Presidente, por parte del Secretario (Ministro) de Relaciones
Interiores, el Dr. Tomas Sanabria, los diputados conservadores, previendo
alguna alteración del orden público, designan al coronel Guillermo Smith,
encargado de la seguridad de los parlamentarios e instalaciones. El doctor Sanabria,
una vez presentado el Mensaje, es impedido por parte de los diputados conservadores,
a salir del recinto. Se encontraban presentes los secretarios (ministros), de
Hacienda Guerra y Marina y Exteriores, afuera todo es confusión y rumores. Se especulaba del
peligro de la integridad física de los funcionarios secuestrados; en las afueras, unas mil
personas afectas al liberalismo, exigen la inmediata libertad. Los milicianos
Pedro Pablo Azpúrua y Juan Maldonado, defensores del Congreso, fallecen en las
acciones iniciales. Un guardia hiere al capitán Miguel Riverol y luego al
sastre Juan Maldonado. En la confusión varios diputados liberales, saltan por
los balcones y ventanas, algunos se asilan en las legaciones diplomáticas,
otros se dirigen a Curazao; el coronel Smith, es herido por arma blanca.
Fallecen apuñalados los diputados Juan Vicente Salas, Juan García y Francisco
García Argotte. Desde la multitud dispara Julián García, quien fallece
igualmente a manos de un opositor; el doctor Manuel Alemán, un ciudadano que sufrió
el fatal destino. El Presidente Monagas, enterado de la insensata situación, se
aproxima al Parlamento, es recibido por la multitud que lo aplaude; se traslada
a la legación inglesa, convenciendo a algunos parlamentarios, a retornar al Congreso.
Una sensible baja, es la del Diputado Santos Michelena, herido ese día, fallece
el 12 de marzo; gran político, economista, diplomático, conocido por su
actividad en las negociaciones fronterizas con Colombia, mediante el Tratado
Pombo- Michelena. Cuando fueron a la
residencia del Diputado Fermín Toro, para conminarlo ir al Congreso, respondió:
Dígale
a Monagas, que mi cadáver lo pueden llevar, pero Fermín Toro, no se prostituye.
Fallecieron un total de ocho personas, de los cuales, tres diputados conservadores y uno Liberal;
una vez restablecido el orden y la actividad parlamentaria, Monagas, recibe
poderes extraordinarios. Los hermanos José Tadeo y José Gregorio, se alternaron
en el poder por once años, periodo conocido como el “Monagato”. Aún se discute,
sobre la autoría de este penoso incidente. Por Ley del 14
de marzo de 1849, Monagas declara el 24 de enero de cada año, junto con el 5 de
julio, “grandes días de la independencia
y de la libertad de los venezolanos”, y exteriorizó sarcásticamente:
“La
Constitución sirve para todo”.
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Historia y Tradición
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