lunes, 24 de marzo de 2014

EL CEREMONIAL Y PROTOCOLO COMO MEDIO DE BUENAS COSTUMBRES EN PLENO SIGLO XXI.



LIC. VÍCTOR M. MENDOZA CORONADO*

         La historia como forma del saber humano, es la narración  y exposición, diríase verdadera, de los acontecimientos pasados y de las cosas memorables.  También se da este nombre a los sucesos, hechos o manifestaciones, acaecido de la actividad humana.  En sentido amplio todo fenómeno, producto del ser humano, puede ser motivo de estudio en relación con sus momentos precedentes.  En fin la ciencia histórica ha de buscarse en la posibilidad de una investigación que permita reconstruir el pasado.  Es como una reminiscencia que el historiador hace de una generación,  de un hecho, o de un período de vida anterior.

         No resulta posiblemente nada original, a estas alturas donde una Venezuela enmarcada en el contexto de las artes del ceremonial y Protocolo, poner de relieve o insistir siquiera en la trascendencia que tienen en el mundo en el que nos moveremos las reglas que disciplinan el protocolo de los actos oficiales, en todas sus manifestaciones posibles, de naturaleza en mayor o menor medida, privada.
         El ceremonial y protocolo merecen en el mundo entero un interés preferente y destacado.  Si alguien cayera en el inmenso error de pensar que el ceremonial y protocolo es algo de poca importancia e insignificante, accesorio e incómodo, al que no es necesario prestar demasiada atención, rectificaría inmediatamente al comprobar la importancia que tiene no tan sólo en los actos oficiales sino en otros entes, donde exigen cada día más la presencia no tan sólo en áreas específicas de ceremonias sino la aplicación de las normas sociales como cuestión obligada para las relaciones en la sociedad general y para conseguir el éxito de sus objetivos.
         Venezuela cuenta con excelentes profesionales, y gracias a la seriedad y dedicación de esta nueva generación que se levanta en éstas artes, se  ha alcanzado en los ámbitos oficiales, especialmente en nuestro país, un desarrollo y casi una perfección considerable.

            Las numerosas ceremonias en los distintos países del mundo y donde acuden distintas personalidades y honran con su presencia, demuestran que el protocolo merece en el mundo entero un interés preferente y destacado.  Estimo que el protocolo constituye, una de las herramientas necesarias para el buen funcionamiento de las relaciones entre las personas y entre los pueblos, y que por lo tanto, su utilidad es innegable.  Las distintas definiciones que se le puede dar al Protocolo y Ceremonial, permite abrir el camino hacia la evolución de las distintas estructuras ordenadoras en el ámbito espacio temporal en que se desenvuelve el Poder Político. Ceremonial y Protocolo abarcan conjuntos que permiten colocar a cada uno en su lugar que le corresponde de acuerdo a su jerarquía.  Muchas veces adecuadamente.

Con el Ceremonial y Protocolo, se impone el orden, la belleza, dignidad, respeto, majestad y perfección en su celebración y desarrollo.  Ambas integran una nueva disciplina,  que convergen para evitar el esfuerzo que suponen las carreras, los empujones y los golpazos para ocupar el puesto apetecido en una mesa  o en una recepción y que producen un efecto deplorable.  De lo que se trata con estas artes, es conceder a las personas las prerrogativas a que tienen derecho, enmarcadas en el contexto  de una comunidad o de una conjunción de comunidades.

         Debo comentar que el Ceremonial y Protocolo, sirven como una parte indispensable de la vida pública y privada ayudar en la mejor organización de actos oficiales así como ensalzar su prestigio, a menudo le unimos el carácter de importancia, lo cual nos fuerza para advenirnos a la formalidad sacrificando su propio significado.  Vivimos  momentos difíciles y de constantes transición, donde es corriente el predominio de intereses materiales sobre el concepto de la espiritualidad y de los valores morales.  Por eso pienso en la conveniencia de prevenirnos contra el desprecio de la dignidad y de la educación, se consideran que éstas no reportan beneficios prácticos y rápidos.

         El ceremonial y protocolo es precisamente el esfuerzo de recoger en  normas y aplicarlas en la práctica esa educación y esas formas de urbanidad imprescindibles en las relaciones humanas.  El marco en que se encuentra Venezuela en el ámbito de las relaciones del Ceremonial y Protocolo de Estado, permite a través de sus respectivos representantes, el conocimiento de las normas, usos y costumbres que puedan delinear el buen desarrollo de las mismas exigencias que conlleva la ética del buen comportamiento de la etiqueta y el protocolo social.

         En un intento por documentarme sobre materia de ceremonial y protocolo, por encima de mis experiencias personales, no se me ha ocurrido pasar revista a un solo libro y prefiero tomar en cuenta  muchos de los que se han escrito últimamente no tan sólo en Venezuela sino en el ámbito de otros países.

            El Licenciado Carlos Alarico Gómez, Comunicador Social, historiador, experto en los criterios de ceremonias y protocolo, inspirador, redactor y promotor en organización de talleres, seminarios y congresos y autor de libros corporativos y relaciones públicas; Profesora Isabelita González, experta en Protocolo Social, conferencista;  Embajador Freddy Álvarez Yánez, consejero permanente del saber y estar; experto en Protocolo Diplomático; Profesora Etna de Fagre, especialista en las normas del Ceremonial y Protocolo Académico, autora de libros en su materia respectiva; todos ellos y muchos otros que no alcanzo a señalar, son autores imprescindibles para conocer las reglas del ceremonial y protocolo y ayudarnos a  desenvolvernos  en la vida social.
         El ceremonial y el protocolo hoy día es un arte.  El jefe de protocolo, y en general, los encargados de  hacerlo efectivo han de reunir condiciones especiales que para ejercer su función a veces pueden parecer contradictorias. Sin embargo hay que tener paciencia y buen humor, energía suave y amable rigor, ordenar evitando que se les note que ejercen autoridad; es decir una frase agradable en un momento de tensión o de incomodidad, sonreír al hacer una advertencia o atraer a las personas al lugar que le corresponde, más que empujarla hacia su sitio; tratar de cumplir el horario previsto, disimulando la paciencia por el retraso.

            Hablar del ceremonial y protocolo, es hablar de una nueva disciplina, de una nueva modalidad, que permite enlazar los conocimientos en el área diplomática, eclesiástica, militar, regional y de estado.  Creo que como parte del avance de las nuevas tecnologías y el intercambio verbal entre las distintas instituciones nacionales e internacionales lograremos el éxito de justificar un bien anteproyecto de ley de precedencia en nuestro país.La sociedad venezolana ha sentido un cambio que avanza hacia formas difíciles de prever entre los grupos sociales que se acrecienta cada día más en cuanto a sus normas, usos, costumbres y cortesías.

            Hoy, es fundamental mantener los canales de comunicación abiertos en forma permanente para así ajustar los instrumentos y los medios de relación a reglas que aseguren su eficacia, el respeto y la dignidad de los seres humanos.  El ceremonial y protocolo, que en nuestro medio no deja de ser una nueva disciplina que va acompañada a rescatar el orden, la majestad y el respeto, la cual es fundamental para quienes aspiran a convertirse en profesionales y gerentes del protocolo en cualquiera de sus niveles.  El ceremonial y protocolo como medio de buenas costumbres significan para toda civilización, una verdadera realidad nacional en cuanto a nuestro desarrollo, en pleno siglo XXI.  Cada día se hace más imperiosa la necesidad de formar a esa nueva generación que se levanta en esta disciplina que no es fácil de conducir, debido a la poca importancia que le dan algunas personalidades que ocupan cargos de distintas índoles en Venezuela.

         Debemos observar con ahínco estas nuevas necesidades, ya que el mundo está cambiando en todos sus aspectos siendo una de ellas y que es muy importante la “imagen”. El funcionario que trabaja en las relaciones públicas, ceremonial y protocolo “debe siempre proyectar la imagen de la institución al cual pertenezca para que luego uno, como persona la refleje” El ceremonial y protocolo siempre estará presente en todos aquellos detalles en que sea necesario armonizar entre individuos siempre celosos y alertas en la preservación de los derechos y de la dignidad de las funciones que desempeñan como representantes de estados soberanos, aún cuando se encuentran muy ligados a la diplomacia.  Realmente estos conocimientos y experiencias aportarán y abrirá una ventana a los nuevos profesionales como cultura general  en el campo de las lides del ceremonial y protocolo, como medio de buenas costumbres en pleno siglo XXI.  Que así sea.


*Comunicador Social UCV
Subdirector de Área de Congreso
Organización Internacional de Ceremonial y Protocolo OICP y Miembro Principal de la Comisión de Deontología.


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