Eumenes Fuguet Borregales (*)
eumenes7@gmail.com
Cuando admiramos la pintura de la Batalla de Carabobo, obra que le da vida al magno acontecimiento histórico, ubicada en la cúpula del Salón Elíptico de la Asamblea Nacional; o el de la Firma del Acta de Independencia, nos viene a la mente la figura de su insigne autor, Martín Tovar y Tovar, de los mejores artistas plásticos formados en la época nacido el 10 de febrero de 1827, de la unión del español Antonio Tovar, militar acompañante del "Pacificador" Pablo Morillo a comienzos de 1815, y la caraqueña Damiana Tovar.
Desde pequeño siente inclinación por la pintura, sus trazos mostraban la creatividad y talento que desarrollaría al poco tiempo, sin prisa, pero sin pausa; tuvo entre sus primeros maestros al prestigioso Carmelo Fernández, diseñador de la efigie del Libertador en las monedas de circulación nacional: Martín contaba veintitrés años, cuando es enviado a continuar sus estudios de arte en la prestigiosa Academia San Fernando. En Madrid estableció contacto con los mejores pintores del momento, a la vez que demuestra un gran estilo particular y superación innata. Continuará a Paris en 1852, ampliando sus conocimientos en el taller y Escuela de Artes de León Cogniet, estudios truncados por la escasez de recursos económicos, que lo obligaron regresar al lar nativo en 1855, dedicándose a la pintura de retratos y a la formación de nuevos pintores.
Retorna a Europa en 1862, en Londres expone su obra "Escena Llanera", recibiendo los mejores elogios de los críticos de arte asistentes. Vuelve al país trayendo sus obras. Su talento es solicitado por las grandes personalidades políticas, sociales y económicas del momento para lograr elaboración de retratos del afamado pintor; pudiendo mencionar entre otros los retratos elaborados al Dr. José María Vargas, José Tadeo Monagas, Antonio Tovar, Anita Tovar y al Gral. Carlos Soublette. Tovar y Tovar es designado Director de la Academia de Bellas Artes en 1867.
El gobierno nacional presidido por el general Antonio Guzmán Blanco, le solicita en 1873 la elaboración de treinta cuadros de próceres para ser colocados en el Palacio Federal; a tal fin Tovar y Tovar se traslada a París donde obtiene las facilidades de local y del material necesario para ejecutar el pedido gubernamental; representando con su pincel el perfil de los claros personajes que nos legaron independencia y soberanía.
En la realización de los retratos pareciera que este paisano de las artes llevara a Venezuela en su corazón, plasmando con su mágico pincel, las características de su importante y acucioso trabajo. Durante su permanencia en la "Ciudad Luz", elabora "La Firma del Acta de Independencia", cuadro presentado en la exposición realizada en Caracas en 1873 con motivo de la conmemoración del primer centenario del natalicio del Libertador, obra que le merece el primer lugar y la única Medalla de Oro ofrecida en reconocimiento. Entre los inmediatos seguidores a su estilo se encuentran los afamados artistas Arturo Michelena y Antonio Herrera Toro.
En 1884 sus valiosos servicios son de nuevo requeridos por el ente presidencial para la ejecución de seis lienzos sobre la Batalla de Carabobo destinado al Salón Elíptico del Palacio Federal el cual se encontraba en construcción; la magistral obra del Tovar y Tovar, donde se observan los detalles ocurridos en la inmortal sabana, el movimiento, paisaje y color de esta brillante obra, le dan vida al glorioso momento emancipador,
Grandiosa obra culminada en Paris luego de tres años de ardua labor; durante la colocación de los lienzos en la cúpula del Palacio Federal, estaría este paisano "pintor de la historia y de la libertad" supervisando al detalle el trabajo que trasmitía un ejemplo de patria cumplida. Esta obra pictórica representa la máxima expresión de su vida artística, allí dejó plasmada la huella de su arte inmortal. Otras obras conocidas de Martín Tovar y Tovar son; la batalla de Boyacá, batalla de Ayacucho y batalla de Junín. Dedicó buen tiempo a la pintura de paisajes, considerado entre los primeros en desarrollar el paisajismo en Venezuela, teniendo como modelos al majestuoso valle de Caracas y costas del litoral guaireño.
Este insigne representante de la pintura venezolana fallece en Caracas el 17 de diciembre de 1902, siendo trasladados sus venerados restos al Panteón Nacional, recinto de los grandes ciudadanos servidores a la nación el 22 de septiembre de 1983.
*General de Brigada
No hay comentarios:
Publicar un comentario