Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
Palabras caraqueñas
Parroquia El Valle. Caracas
Fray Antonio González de Acuña (Obispado entre: 1670 - 1682)
Fraile capuchino Gregorio de Ibis (1654-1694)
Dentro de las numerosas frases y palabras que casi a diario repetimos en el “argot” de los venezolanos, algunas de ellas, se originaron en el valle de Caracas, y una de las más antiguas y más usada es ésta.
Refiere Lucas Manzano, que la frase se originó a partir de diciembre de 1675, cuando por una broma del obispo don Fray Antonio González de Acuña, de gratísima memoria por su hombría de bien, éste sin intención aviesa hizo célebre la frase de "a llorar a El Valle".
Era por entonces catequista de los indios tumuses, que poblaban El Valle de la Pascua, el fraile capuchino Gregorio de Ibis (1654-1694), el cual vino a principios de 1674, a predicar los evangelios en Caracas. Le asignaron a fray Gregorio, la zona de El Valle para que ejerciese su apostolado, cuyo pueblo evangelizó. Entre muchas cosas buenas que hizo el padre Gregorio, fue organizar con los indios el baile de la “Llora” y los llamó los Diablitos de El Valle de la Pascua", como se llamó en esa época lo que actualmente es la parroquia de El Valle. El baile consistía en un rito de un grupo de indios que bailaban alrededor de una fogata cantando una melodía bastante “llorosa” y de ahí su nombre.
Cierta mañana, cuando el prior del Convento de San Francisco visitaba al Obispo, con el propósito de invitarlo a una solemnidad, halló al padre Ibis, quién con idéntico fin solicitaba del Prelado su Pastoral visita a El Valle, con el propósito de que bautizase los indígenas tornados a la civilización. Como le hablase el Padre Ibis reiteradamente del baile de "La Llora" que harían en honor suyo los Diablitos de El Valle, el Prelado exclamó: dirigiéndose al prior de San Francisco – Hermano: aplace usted lo suyo para más lueguito, porque ahora vamos "a llorar a El Valle"…
Desde entonces hasta nuestros días se hizo popular la frase repetida por todos cuando para calmar un anhelo, o enrumbar un extraviado lo mandamos con armas o sin ellas "a llorar pa'l Valle".
El fraile Gregorio, el año de 1694, fue enviado por los capuchinos a Maracaibo, con el objeto de evangelizar a los indios de la sierra de Perija. Luego de llegar, con dos frailes más, al valle donde se encontraban la tribu de los coyamos; por sorteo, le correspondió dirigirse a las tierras de los aratomos, tribu más agresiva, y allí fue martirizado barbaramente.
Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
yerena.geronimo@gmail.com
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