Recopilador: Cnel. (Ej.) Dr. Arturo López Ramírez
Caracas, Octubre de 1.998.
Primera parte.
Introducción.
Tengo que confesar que disfruto con la historia. Nadie puede inventarla, pues ella es en sí el relato de hechos sucedidos. Lo que sí puede cambiar es la preferencia que cada quien le de a los hechos, según su pensar y según sus vivencias. Por esto, cada persona que escriba historia relata los datos históricos a los que mas da importancia, relegando sin mala fe los demás. De las fuentes de este corto escrito, sin duda alguna, el mas completo y amplio es el libro “Eleazar López Contreras”, escrito por el Dr. Tomás Polanco Alcántara. Sin embargo, por ejemplo, faltan en él datos en relación a su vida militar en cuanto a fechas y sucesión de grados, condecoraciones, hoja de servicios, etc., a los que los militares dan mucha importancia. En cuanto a éste, después de leerlo, sabemos que comenzó como Oficial Auxiliar en Mayo de 1899, que llegó a Coronel muy joven, que fue ascendido a General de Brigada en 1.923 cuando fue nombrado Jefe de la Guarnición de Caracas, y alguno que otro detalle, pero en este aspecto, de lo demás no precisa casi nada. Por supuesto, es un libro muy importante históricamente, pues cita fuentes como los reportes del Embajador norteamericano de turno dirigidos al Departamento de Estado Americano, durante la época del General Gómez y durante el periodo de López Contreras, que dan una imagen muy clara de su muy importante personalidad. Lo describe como “un hombre justo y honrado”. Por eso, en este trabajo me he limitado a copiar cada uno de los aspectos de la vida del General en Jefe Eleazar López Contreras, de los diferentes orígenes, de forma que pueda agradar a personas de diferente modo de pensar.
El Ministerio de la Defensa, en el infausto momento de la muerte del General en Jefe Eleazar López Contreras, expresó en mensaje al país, que
este sensible hecho causaba un hondo pesar en el seno de las Fuerzas Armadas Nacionales, por cuanto él fue, desde muy joven y a todo lo largo de su vida militar activa, un alto exponente de la Oficialidad del Ejército y miembro relevante de la Institución Armada, a la cual consagró la mejor etapa de su existencia útil, contribuyendo desde diferentes posiciones de comando a su estructura técnica, a su desarrollo y progreso, como también a trazar para su personal normas modernas que les permitió alcanzar niveles profesionales que para la época significaron notables pasos de avance dentro de la organización militar.
El General en Jefe López Contreras había nacido en Queniquéa, Estado Táchira, el 5 de Mayo de 1.883, hijo de la Señora Catalina Contreras, viuda de Dugarte, quien había contraído segundas nupcias con el General Manuel María López, caraqueño. Ver (1) al final.
Al poco tiempo de nacer el niño (dos meses y medio), murió el General López, en Cúcuta, el 21 de Julio de 1.883, según hace constar el Notario Primero del Circuito de San José de Cúcuta. La certificación advierte que López murió de Fiebre Amarilla, y que tenía entonces treinta años de edad. El niño quedó entonces al cuidado de su madre y de su tío el Sacerdote Fernando María Contreras, a cuya suerte y afecto permanecerá ligado.
Es posible considerar las distintas circunstancias que influyen en la formación moral, intelectual y social de López Contreras desde los primeros años de su vida hasta su llegada a Caracas en 1.899. Por ejemplo, el ambiente familiar, determinados personajes, la escuela y el medio ambiente tachirense de la época. Pero no se pueden hacer sino simples aproximaciones, siempre con el peligro de incurrir en errores de apreciación, a pesar de querer actuar con toda cautela.
El ambiente familiar que rodeó al niño fue reducido: Doña Catalina Contreras, mujer de oficios del hogar, madre de un solo hijo y viuda dos veces, y junto a ella su hermano el Pbro. Fernando María Contreras.
El Padre Contreras es una pieza clave en la formación del niño López Contreras. Al nacer el niño tenía el Pbro. Contreras treinta y cinco años de edad y, estaba ocupado a pocos kilómetros de Queniquéa en la fundación del pueblo de San José de Bolívar.
López Contreras, ya Ex-Presidente de la República, en 1.944, se refiere a su tio (había muerto en 1.919 a los 71 años de edad), y repetidas veces lo llama “mi tio y protector”. ¿ Porqué ese recuerdo frecuente y afectuoso ?
El Pbro. Contreras, a poco de nacer el niño, fue destinado por el obispo a la Parroquia de Capacho Viejo, y para allá se llevó a su hermana y al pequeño. Se dedicó intensamente a atender al niño; y quizás por eso dirá el sobrino: “Mi tío y protector se ocupó de hacerme capacitar en la instrucción y en darme una sólida educación, cuidando de mi conducta y llevándome desde los siete años en todos sus viajes a los campos, e imponiéndome además algunos trabajos domésticos para evitar que me entregara a la ociosidad. En algunas ocasiones llegó a ser duro para templar mi carácter y mi voluntad”. El Dr. Ramón J. Velásquez dice del Pbro. Contreras: “fue famoso por su carácter y sus virtudes. Luchaba contra el fanatismo y estaba siempre en franca pelea contra quienes en los días de labor invertían horas y horas en la contemplación en el templo. “La mejor oración es el trabajo”, decía a sus asombrados oyentes.
Es por lo tanto fácil advertir la influencia que en un niño tendría que tener el estar constantemente al lado de un hombre de semejantes cualidades: instrucción, trabajo, tolerancia, dureza y rigor para la vida, no vacilar ante cualquier labor y evitar la ociosidad.
Contreras dirige la educación del niño: primero lo inscribe en la escuela de Capacho, después lo envía al Colegio de La Grita (Sagrado Corazón de Jesús) y finalmente planea, pero sin éxito que el joven sobrino estudie Medicina en Mérida. Pero….ya había llegado el momento de la revolución y la idea quedó en el aire.
Dice textualmente López Contreras : “Debo dejar constancia de que a pesar de mi contacto con elementos importantes en Los Capachos, no se me dio aviso del movimiento en la noche del 23 de Mayo de 1.899, fecha inicial de la campaña desde Colombia, atravesando el río Táchira, y fue en la mañana del 24, al oír los primeros disparos de los sublevados, cuando acudí a la plaza del mercado, donde encontré al General Cipriano Castro, acompañado del General Juan Vicente Gómez, los Bello, Cárdenas, Velasco, José Antonio Dávila, José María García y otros. En unión de mi compañero de colegio Carlos Rangel Cárdenas, me presenté al General Castro a ofrecerle mis servicios, ofrecimiento que no aceptó, manifestando que debíamos esperar el curso de los acontecimientos, por ser “demasiado pichones” para someternos a las duras pruebas que esperaban sus hombres experimentados”.
“Tal actitud chocó violentamente con mi orgullo, y no obstante el rechazo, en la mañana del 25 de Mayo me incorporé a la partida de revolucionarios dejada en Palo Gordo para cubrir Los Capachos y el movimiento ofensivo del General Castro sobre San Cristóbal. En la tarde del mismo día, un Oficial de La Mulera, en desacuerdo con la organización que se estaba dando a los cuerpos insultó y agredió a Jesús Velasco B., reconocido como superior, por haber quedado inhabilitado Rafael María Velasco. Me tocó repeler la acometida por estar mas cerca de las tropas y del agresor, a quien en lucha cuerpo a cuerpo vencí y logré desarmarlo y someterlo a prisión. Este hecho, que fue relatado al General Castro, le hizo rectificar el concepto en que me tenía de ser un niño, y fue motivo para que en la disposición de los cuerpos efectuada en Táriba, el 2 de Junio, después del combate de Las Pilas y de frustrado el primer ataque a la ciudad de San Cristóbal, se me designara como Ayudante Adjunto del Batallón Libertador, con la misión de servir adscrito a las tropas que comandaba el Coronel Andrés Amaya, siempre distinguidas con la denominación de ‘Cedraleras’.
Al salir la expedición libertadora de Capacho, el Padre Contreras le recomendó al General Castro, que al pasar por Mérida, dejara allí a Eleazar para que estudiara Medicina, pero una vez llegado a ese sitio, éste solicitó seguir, lo que le fue concedido.
Ingresó primero como voluntario del Ejército en Campaña reconociéndolo después como “Oficial Adjunto”, pero luego le fue concedido el grado de Capitán en el combate de El Zumbador, el 11 de Junio de 1.899. Durante su permanencia en filas cursó diversos estudios militares para capacitarse en el desempeño de cada grado y empleo.
En Julio de 1.898 había obtenido el Titulo de Bachiller en Filosofía y Letras en el Colegio “Sagrado Corazón de Jesús” en La Grita, dirigido por Monseñor Jáuregui .
Los ascensos en la carrera militar los obtuvo por el escalafón militar regular:
- “Oficial Adjunto” desde el 24-5-1899 al 11-6-1.899
- A Capitán fue ascendido el 11 de Junio de 1.899
- A Teniente Coronel fue ascendido el 01-01-1.900
- A Coronel el 1º de Julio de 1.900
- A General de Brigada el 11-5-1.923
- A General de División el 14-7-1.939
- A General en Jefe el 2-5-1.941.
De los primeros grados militares no hay documentos, porque en esa época de las guerras en que se formó el General López Contreras, los nombramientos y reconocimientos generalmente se hacían en forma verbal, pero de ello hubo constancias posteriores sobre los mismos, autorizados por los autores principales de esas campañas. (Ver: tercera parte 3/3)
En su hoja de servicio militar se registran estos cargos desempeñados por el General López Contreras:
- 24-5-1.899 hasta Junio del mismo año: Voluntario en las tropas de la Revolución Liberal Restauradora con el grado de Oficial Adjunto.
- 08-06-1.899 a Septiembre de 1.899 Adjunto al Batallón Libertador.
- De Septiembre a Diciembre de 1.899: Ayudante de la División del Táchira.
- De Enero a Abril de 1.900: Edecán del Presidente de la República, General Cipriano Castro.
- De Julio a Noviembre de 1.900: Jefe del Batallón Restaurador.
- De Diciembre de 1.900 a Diciembre de 1.901: Segundo Jefe de la columna de 400 hombres que luego constituyó el Batallón Carabobo, de guarnición en Puerto Cabello,
- De Diciembre de 1.901 a Marzo de 1.902: Jefe de la Guarnición de Tucacas.
- De Junio de 1.902 a Junio de 1.903: Ayudante del Estado Mayor Superior General.
- De Junio de 1.903 a Diciembre de 1.903: Primer Ayudante del Comandante de Armas de los Estados Lara y Yaracuy, en Campaña.
- De Diciembre de 1.903 a Marzo de 1.906: Ayudante de las Tropas destacadas desde Caracas a guarnecer el Castillo Libertador, y luego Segundo Jefe de dicha Fortaleza.
Haciendo un paréntesis y ciñéndonos a los hechos, en realidad, él no perteneció a “Los Sesenta”, es decir los supuestos sesenta hombres que iniciaron la campaña. El 23 de Mayo de 1.899 en la noche, el General Cipriano Castro desde Colombia inicia un movimiento militar, y atravesando el Río Táchira, en la mañana del 24 llega hasta Capacho. En esa mañana, al pedir “Lista y Parte” el General Castro, un subalterno le informa: -¡ Somos cincuenta y ocho !. A lo que el General Castro le contesta :–Cincuenta y ocho, mas el General Gómez y yo, somos sesenta!. En esa mañana fue cuando López Contreras se le presentó al General Castro para solicitar unírseles; es decir, que él sería posiblemente el sesenta y uno o un número cercano. Hay, sin embargo una fotografía de 53 de los invasores, y López Contreras figura en la esquina inferior izquierda de dicha fotografía. Se dice que en Capacho se le unieron 180, y al salir del Táchira eran mas de mil doscientos. Las tropas llegaron a Caracas el 22 de Octubre de 1899. López Contreras con el grado de Capitán y herido en el brazo izquierdo en la batalla de Tocuyito llegó junto con los heridos desde Valencia el 1º de Noviembre. En Caracas fue alojado por Juan Vicente Gómez en la casa de la Señora Doña Pepita Román de Ramírez, honorable y distinguida dama tachirense, donde recibió esmerados cuidados. Al poco tiempo se reincorporó a sus actividades militares y ya para el 01-07-1900 fue ascendido al grado de Coronel.
En este punto es importante destacar un suceso crucial en la vida del General Eleazar López Contreras: En Marzo de 1.906 es retirado del Servicio Activo para desempeñar diversos cargos civiles. No sabemos si pasó a la situación de “Disponibilidad” (si ya existía en la Ley en ese tiempo), o sencillamente se le excluyó de actividad militar activa., aunque conservó su grado. Cualquiera que lea esto se preguntará ¿Qué pasó?
En 1.906 existía prácticamente una división del Ejército entre partidarios de Castro y partidarios de Gómez. López se mantuvo imparcial en esta preferencia, y precisamente en ese momento, es nombrado Segundo Jefe del Castillo Libertador en Puerto Cabello. Ese cargo crea a López un serio problema. Puerto Cabello se había convertido en centro político, en donde se trata de organizar un movimiento para aclamar a Castro como Jefe único y separar a Juan Vicente Gómez del Gobierno, que venía con su estrella ascendente. López no quiso participar en semejante actividad y renuncia al cargo. Los informantes de Castro decían que López era “gomista” (como se decía entonces) y los informantes de Gómez, decían que era castrista. Tan es así que tanto Castro como Gómez quedan enemistados con López, ya que cada uno de ellos lo consideraba ubicado en el bando contrario. Castro solo le ofreció en adelante cargos de carácter civil, y Gómez continuó creyendo que López debía seguir siendo calificado como castrista.
Antes de iniciar sus cargos civiles, López obtiene permiso de Castro para viajar a los Andes y visitar a su familia. No había ido antes, a pesar de que su tío el Presbítero Contreras se lo había solicitado a Castro. En este momento sucedió algo que quizás influyó en la actitud de Castro con López. A través de una hermana de Castro (Doña Nieves Castro de Parra), a una pregunta de ésta sobre que le pedía al Presidente, el Padre Contreras le respondió – “Que se modere en su vida privada” (su vida licenciosa), lo que sin duda tuvo que molestar a Castro. En 1.914, ya Castro fuera de la Presidencia, y López todavía en cargos civiles, sucedió algo providencial para López. El Gobierno (el General Gómez) interceptó una carta de Carmelo Castro (hermano del General Cipriano Castro), dirigida al General López Contreras (entonces Coronel) donde le proponía e invitaba a participar en una revolución contra Gómez. Este documento hizo ver a Gómez lo equivocado que estaba, pues si en ese momento era cuando lo estaban invitando a unírseles, entonces, nunca había sido castrista, y esa invitación hubiera sido innecesaria. De inmediato lo restituyó a su posición militar.
En la segunda parte, luego de este paréntesis, se continuara con los cargos civiles entre 1906-1.914, y se seguirá luego con los nuevos cargos militares.
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