En el libro del
nieto del General Eleazar López Contreras, Don Eleazar López Contreras,
Estampas Musicales de Caracas, El Joropo: Historia y Evolución, nos narra
interesantes peripecias de músicos venezolanos que incursionaron fuera del país,
llevando la música criolla llanera a Nueva York hacía mediados de los años 20 y
30 del siglo pasado.
Coincide
con este relato del autor, el hecho que ya en esa época mientras en el llano se
desarrollaba la música criolla “sabanera”, en la capital iba surgiendo un
joropo más estilizado y Lorenzo Herrera fue uno de sus exponentes junto con
Vicente Flores, quien era caraqueño, pero sus músicos, gran parte de ellos, sí
eran llaneros.
Relata Don Eleazar que en el año de 1935 “En el Waldorf-Astoria se filmó la secuencia
final de la película Joropo, producida por un grupo de venezolanos residentes
en la ciudad de Nueva York dirigida por Héctor Cabrera Sifontes. En las escenas
finales aparecen los personajes bailando joropo vestidos de etiqueta. Uno de
ellos era Lorenzo Herrera.”
Pero
todo no fue siempre ten exitoso para este talentoso y gran intérprete de
nuestra música, hacia inició de la década de los veinte se sumó Lorenzo Herrera
a un grupo de venezolanos que estaban emigrando a dicha ciudad afectados por
las dificultades económicas que aquejaban el país. Sin embargo tenían que
ganarse la vida, haciendo labores sencillas como de lavado, planchado, costura,
entre otros. Así se defendió Lorenzo Herrera con su familia lejos de su hogar,
en 1924, a sus 28 años. Mientras estuvo en Caracas, trabajaba de zapatero,
aunque su pasión era la música. En aquel tiempo, no se consideraba la música
como una opción honorable para un joven, por ser sinónimo de borracho y
bohemio. Se decía entonces que “no había nada peor que ser músico o chofer”.
Por tal motivo su familia no lo apoyaba en sus aspiraciones musicales.
En
esa oportunidad, tal como se mencionó, ya Luis Fragachán se encontraba en Nueva
York, luego de eso regreso pronto a su país y escribió la guasa-protesta El
Norte es una Quimera, la cual se puso de moda en 1928.
Cuando
Lorenzo decidió probar suerte fuera de su país, “ya se encontraban allí
personajes que serían sus futuros colegas, entre ellos, Manuel Briceño y Luis Fragachán, quien pronto regresó
desilusionado y escribió la guasa-protesta El Norte es una Quimera, que
se puso de moda en 1928.
Como consecuencia de la ocurrencia
de Fragachán de componer la letra y música de este merengue con un sentido de
humor muy oportuno, y algo sarcástico cronistas y músicos de su época refieren
que causo un disgusto entre ambos, que con el tiempo fue subsanado. Indudablemente que Fragachán tuvo mucha
chispa al ocurrírsele hacer esta composición, y Lorenzo Herrera a disgustarse.
Letra y
música: Luis Fragachán
Me fui para Nueva York
En busca de unos centavos Y he regresado a Caracas Como fuete de arriar pavos El norte es una quimera ¡Que atrocidad! Y dicen que allá se vive Como un Pachá * Ay, Nueva York No me agradas con el oro Tu ley seca la rechazo No me agrada y la deploro A Nueva York yo más no voy Allá no hay "Berro" no hay vino y no hay amor Todo el que va a Nueva York Se vuelve tan embustero Que si allá lavaba platos Dice aquí que era platero El norte es una quimera ¡Que atrocidad! Y dicen que allá se vive Como un Pachá * Ay, Nueva York... Todo el que va a Nueva York Se vuelve tan embustero Que si allá cargaba cajas Dice aquí que era cajero El norte es una quimera ¡Que atrocidad! Y dicen que allá se vive Como un Pachá * Ay, Nueva York... Yo no vuelvo a Nueva York Lo juro por San Andrés No me gusta hablar inglés Ni montar en ascensor El norte es una quimera ¡Que atrocidad! Y dicen que allá se vive Como un Pachá * Ay, Nueva York... https://youtu.be/LG50shX0-ao |
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