La segunda guerra mundial, como todo conflicto global, tuvo sus consecuencias en todos los países del orbe aun sin estar directamente involucrados, Europa quedó devastada, los asiáticos tuvieron que postergar sus ansias hegemónicas y Estados Unidos surgió vencedor y sin herida alguna en su territorio. Este poder absoluto hizo más fuerte a la potencia norteamericana que hizo sentir su supremacía eligiendo los gobiernos que le favorecían de acuerdo a sus apetencias. La gran industria americana necesitaba de energía básica que estaba en el subsuelo de naciones desconocidas hasta entonces, así surgió el potencial económico de regiones del golfo pérsico y de un oscuro país llamado Venezuela. La gran potencia decidió bañar de oro las coronas de emires y califas y se encontró con el eterno incordio latino americano donde mandaba una supuesta seudo revolución de Octubre con un ensayo de social democracia presidida por civilistas de la talla de los Rómulos, Villalba y un jovencísimo Rafael Caldera. La decisión del Departamento de Estado fue rápida, golpe militar y toma del poder por “los tres cochinitos” y la posterior satrapía de Pérez Jiménez, estaba listo el mandado, el gendarme necesario con permisología absoluta para la explotación del petróleo a cambio de una cascada de dólares caída sobre la tierra de gracia.
Este enorme terremoto
en nuestra economía hizo temblar nuestros cimientos y el país entero y su
capital sufrieron una transformación monumental. Ese diluvio de dinero hizo
rico a miles de sinvergüenzas, pero también cambió en una década a una
pueblerina Caracas en la capital latino americana más rica y pujante del
momento.
El brillo económico
de Venezuela se hizo tan intenso que atrajo miles de empobrecidos europeos en
búsqueda de mejores horizontes y es así como italianos, españoles y portugueses
colmaron los barcos para hallar la tierra prometida, para aprender el idioma y
para hacer de la arepa su desayuno de todos los días. La enorme mayoría de esta
inmigración fue gente buena y laboriosa,
pero era imposible frenar la llegada de vividores y de personas del mal vivir
atraídos por el dinero fácil y el refulgente oro negro. Es así como en la
Caracas de los cincuenta se instaló la putería como una de las más rentables
ocupaciones para mujeres que ansiaban la buena vida.
Sabana Grande fue el
crisol de la nueva Caracas y sus locales se llenaron de comerciantes
emprendedores que hicieron surgir el dinero como cantarina fuente y allí en la
trastienda de los negocios se instalaron las madamas y meretrices para darle
una razón alegre a la riqueza recién obtenida.
Calle Real 1926
Ya completamos el
racionamiento sociológico de la Sabana Grande secreta y ahora vamos al grano.
La prostitución en la zona tiene varias etapas, primero se instalaron regios
locales regentados por madamas en un ambiente afrancesado y de alto costo, el
acceso a ellos estaba regulado por la cantidad de dinero que traías en el
bolsillo, eso no era para limpios. Fueron famosas las garconieres de Ella, la
inolvidable, una cantante chilena que decidió quedarse para manejar su local
amparada por autoridades gubernamentales. La POMPADOUR, en los altos de la
Savoy, donde hizo su debut Isabel López, posteriormente Presidenta de Argentina
llevada de manos de un enamoradísimo
Juan Domingo Perón, (Latino América, señor). El Tic Tac, regentado por
la platinada Susy , quien era una tronco de belga. Estos fueron locales de alto
kilovataje y donde las nacionalidades se mezclaban como una torre de Babel.
El TODO PARIS fue un
ícono y tenía local propio en la Gran Avenida, pero voy a dejar la explicación
a la pluma de un inesperado lector del anterior artículo sobre Sabana Grande,
el afamado periodista Rubén Monasterios
quien gentilmente me hizo llegar este desopilante escrito, “ Vale la
pena contar mi anécdota del Todo París. Como lo dije, yo era un joven reportero
"de farándula" para la Cadena Capriles; un día por la tarde
deambulaba por la Calle Real, frente al cabaret, y vi entrar por la puerta de
artistas una criatura preciosa, vestida con pantalones ajustados (que no eran
corrientes entre las mujeres de Caracas en esos
días) y el pelo cortado a lo Coco Chanel; la seguí y me topé con el
gerente, que no recuerdo si era el mismo
Papillon, pero es probable; pregunto por el personaje y él me dice que
es su nueva atracción, pero no me da detalles ni me permite conocer a la persona, sino que me
invita para su presentación prima del día siguiente,
asegurándome puesto en su mesa en primera fila y botella de whisky. Acudo y veo
un show muy bueno para el estándar de la
época en Caracas, el cual concluye con la presencia de Mitzuko (nombre ambiguo) con atuendo de vedette; canta bien, baile mejor y al final
de su número hace un striptease hasta
quedar en cueros y exhibir un pene envidiable; quedo asombrado porque hasta ese
momento yo creía que se trataba de una mujer; lo entrevisté y escribí una
crónica para una de las revistas de la Cadena cuyo nombre era Venezuela
Gráfica; yo empecé en Caracas con la
revista Páginas y también escribí en la
más respetable del grupo llamada Élite. Pero el cuento sigue. Muchos
años después me encuentro en París con mi finada esposa y decidimos ir a un
cabaret de travestis famosísimo llamado Madame Arthur, caracterizado por
presentar shows de travestis viejos que asumían la personalidad de grandes
estrellas del cine; era patético a la
vez que extraordinario. No tenemos reservación, no hay lugar, lo sienten; pero
yo alego: Soy un periodista de uno de
los más importantes diarios de
Latinoamérica, El Nacional de Venezuela, quiero escribir sobre Madame
Arthur, etc. El argumento, como solía suceder en todas partes, funciona y nos
encuentran un lugar. El capitán de la
sala nos conduce a la mesa y en el
interín pregunta: ¿De Venezuela?... ¿Por casualidad no conoció Ud. a un artista
venezolano llamado Mitzuko? ¡Fue muy famoso aquí en Paris! ¿Qué le
parece, maestro Alfaro? Las líneas de la
vida se cruzan, es evidente. RM”
Del Todo Paris tengo otra anécdota
"desopilante" de Mitzuko, el travesti que se hizo famoso en la ciudad
luz. Mis hermanos mayores estudiaron en el Fermín Toro y este tipo era compañero
de ellos y nunca disimuló su tendencia homosexual y su enamoramiento por mi
hermano Juancho, quien fue un respetable y muy serio odontólogo. Mi segundo
hermano era arquitecto y bohemio, la antítesis del anterior y en sus aventuras de playboy inveterado fue a
dar en una ocasión al Todo Paris donde reconoció y mantuvo una conversación con
su antiguo y desinhibido compañero de clases, Beltrán era un gran jodedor y se
las ingenió para llevarse engañado a Juancho al Todo París, donde Mitzuko
emocionado le dedicó una canción "al amor de su vida", imaginen
ustedes el arrecherón que agarró mi odontólogo.
Como había dicho
anteriormente Jacques Charriere “Papillon” fue regente del Todo París y había
sido execrado de su pais y cuando enfermó de cancer era famoso por su libro y
le permitieron un permiso especial para volver a Francia, donde murió aferrado
a su nacionalidad venezolana porque fue el país que le brindó una segunda
oportunidad.
La Gran Avenida tiempos de Pérez Jiménez
El bienestar económico del país era tal
que surgieron infinidad de sitios dedicados al ocio, uno de ellos fue El TONY de
la CAVA, era una boite situada en la cercanía de la Plaza VENEZUELA,
específicamente detrás de la bomba Shell y donde hoy se erige la triste torre
del Seniat. Era un lugar donde se podía comer y presenciar un show de buenos
artistas de la altura de Pedro Vargas, era un sitio discreto hasta que llegaban
los carnavales, allí comenzaron los “bailes de negritas", esa era la
ocasión del destape para toda divorciada
bonchona y la gran oportunidad para las
veteranas con buen cuerpo todavía, el mono negro y la máscara enteriza de
negrita tapaba las arrugas y aseguraba el secreto de la identidad, estaba
permitido el rascabucheo y a veces se
llegaba hasta más. Estos bailes de negritas pronto se difundieron por la
ciudad y hasta el emblemático Hotel Tamanaco abrió sus puertas al jolgorio. Los
bailes de negritas se hicieron tan populares que llegaron a realizarse en un
solar de la zona rental de la UCV donde se presentaban artistas de la talla de
La Lupe y Tito Rodríguez y las negritas que iban a este sitio no necesitaban de
disfraces porque eran negritas de verdad-verdad con sus delgadas cinturas
cimbriantes y su voluptuoso culo bamboleante. Las negritas de esa época simbolizaron
el grito de la liberación femenina enmascarado en el anonimato, fue la
manifestación de la mujer para exigir igualdad y fue parte de la lucha de su
liberación, que se hizo patente con la aparición de la pastilla anticonceptiva.
En esos años se hizo famoso LE GARAGE, en
Chacaíto, donde las niñas no sentían la necesidad de las mascaritas, era el
templo del amor libre…pero pagado. Le Garage es recordado por mi amigo Eduardo
Undreiner de la siguiente manera “siempre repleto
de chicas de la buena vida, algo pintarrajeadas pero dispuestas a tomarse un
trago y echar una bailadita al son de la música rockolera que acercaba las
carnes y tensaba braguetas”.
El verdadero lupanar de Sabana Grande y donde
alcanzaba el bolsillo de los estudiantes se encontraba en los altos de El
Cazador, era lo que llaman un burdel, esta palabra es tan fea que mi hermano
Rodrigo la cambio por "Burdeos". Ese sitio era tan popular que los
lunes cobraban media tarifa, previa presentación del carnet de la universidad,
era el aporte de las meretrices a la formación universitaria de la juventud.
Recuerdo varios sitios de menor categoría como el Volta, pero no le llegaban a
la popularidad de El Cazador. Otros nombres se los dejo a la memoria de cada
uno de ustedes y a esa sensación de
pecado que ello encierra.
Las caminadoras
fueron clase aparte,………………..
FIN DE LA PRIMERA PARTE
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