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A la orilla del antiguo camino entre Sabana Grande y Chacao se hallaba
el punto de “Chacaíto” con sus
pulperías y casas de corredor. Hacia el Sur se encontraban las vegas y
el trapiche de la Hacienda Bello Monte, donde Bolívar transcurrió largas
temporadas de su juventud. Muy cerca de este sitio cruzaba el primitivo
sendero que conducía a las poblaciones de Baruta y El Hatillo, no sin
antes tener que atravesar el río Guaire por un estrecho y hermoso puente
colgante.
Desde
Chacaíto se va en la actualidad a todas las urbanizaciones del Este y
aún a Petare pasando por Chacao. Alejandro Humboldt en 1800 se
preguntaba por qué razón la primitiva ciudad no había sido edificada en
la parte más extensa y llana del valle de Caracas.
Desde
las estribaciones de la Cordillera, las vegas caían en suave declive
hasta las riberas del Guaire, entonces río anchuroso y de aguas limpias.
Fue precisamente en aquellos predios donde el Padre Mohedano realiza en
el último cuarto del siglo XVIII la siembra de seis mil cafetos.
A
raíz del terremoto de 1766 propusieron en el Ayuntamiento de Caracas
reconstruir la ciudad en el valle de Chacao. Esta iniciativa no prosperó
y durante casi dos siglos más siguió siendo un paraje casi rural
enmarcado entre verdes cañaverales y torreones de trapiches. Allí tenía
su escuela de música el Padre Sojo; estaba la posesión de Bartolomé
Blandín y las estancias de la Floresta y El Convento, Los Ravelos y Las
Mercedes; Chacao, como Sabana Grande, eran pequeños caseríos de
agricultores.
Hasta
no hace mucho tiempo existió un pintoresco “paso a nivel” en el cruce
de la línea férrea Caracas-Petare–Santa Lucía con la entrada en el
Country Club. Por aquella Trocha – además del tren- circulaba un tranvía
de dos pisos que hacía itinerario regular entre la estación de Santa
Rosa y Petare. Actualmente es parte de la Avenida Libertador.
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Las Delicias Sabana Grande
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Las Delicias Sabana Grande
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En
el lugar que hoy ocupa el Caracas Country Club poseyó extensa finca
Bartolomé Blandín, quien era hijo de un farmaceuta francés que vino a
Venezuela en 1740; Bartolomé Blandín tenía en Chacao su estancia que era
el lugar predilecto de reunión de las principales familias caraqueñas
que cultivaban la música con esmero. Arístides Rojas comentaba que las
primeras reuniones musicales de Caracas se efectuaron en el oratorio de
los Padres Neristas y bajo la arboleda
de “Blandín y “La Floresta”. El primer cuarteto fue ejecutado a la
sombra de los naranjeros, en los días que sonreían sobre los terrenos
de Chacao los primeros arbustos de café”.
En
la Hacienda de Blandín, San Felipe y La Floresta que pertenecieron a
Blandín y los Padres Sojo y Mohedano se cultivaron en gran escala en el
valle de Caracas las primeras plantaciones de café, en 1784. Hasta ese
momento la planta
crecía como un adorno exótico en vez de planta reproductiva. “Los
granos y arbustillos recibidos de las Antillas francesas habían sido
distribuidos entre los agricultores”, sin ser plantados aún de manera
masiva.
Adoptando
el método utilizado en las Antillas para la plantación de café lograron
obtener cincuenta mil plantas. Por primera vez el padre Mohedano y sus
aliados contemplarían el blanco florecer en las ramas de los cafetos.
Para celebrar tan grande triunfo, recolectados los granos requeridos
para preparar la primera infusión de café que habría de saborearse en el
valle de Caracas, ofrecieron una fiesta campestre. Fue en Blandín a
fines de 1786, con asistencia de aficionados a la música y de familias y
personajes de
Caracas.
“Por
grupos irían llegando los invitados unos en cabalgaduras, otros en
carreta de bueyes, pues la calesa no había, para aquel entonces, hecho
surco ni en las calles de la capital ni en el camino de Chacao. Por otra
parte, era de lujo, tanto para caballeros como para damas, manejar con
gracia las riendas del fogoso corcel, que se prestaba ricamente
enjaezado, según uso de la época”.
Bajo
la arboleda se interpretaron melodías. Después del almuerzo comenzó a
servirse el café. La primera taza se ofreció al padre Mohedano,
mientras todos aplaudían.
En
este siglo la hacienda Mohedano se convirtió en la Castellana, la
hacienda La Floresta del Padre Sojo en la Urbanización de La Floresta, y
la hacienda Blandín en el Country Club.
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Hacienda Blandín, hoy Country Club 1917 Parte alta del Country
Club Colección Familia Pérez Viana
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La
Caracas que conocí inglesa era un lugar de esparcimiento situado en el
campo con instalaciones y canchas para practicar deportes al aire libre.
El primer Country Club de Caracas estuvo en terreno de la hacienda La
Vega en lo que hoy es Vista Alegre. En 1929 se formó el “Sindicato
Blandín” que adquirió la hacienda Blandín donde proyectaron los campos
de golf. El proyecto de los arquitectos norteamericanos Olmsted Brothers
quienes desarrollaron la práctica de diseño urbano del paisaje, con una
nueva actitud hacia la naturaleza “como un remedio a los males causados
por la desintegración moral generada por las grandes ciudades sin
forma, tanto física como social”.
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