Jes ús Alfaro Garantón
El Martini no es cualquier bebida, es definitivamente
el cocktail por excelencia. Tiene distinción por si mismo y se rodea de un
ambiente misterioso y mundano. No en vano fue la bebida favorita de James Bond
en sus innumerables aventuras alrededor de todo el mundo. Es un coctel que se
presume ser bebido bien vestido o de etiqueta o en el mejor de los casos, sin
ropa alguna y bien acompañado, al mejor estilo de Sean Connery.
No se sabe del origen cierto de este trago y
algunos lo remontan a finales del siglo XIX en San Francisco y donde esta
ligado a un bartender de apellido Martinez que fue “italianizado” a MARTINI,
pero la época de la ley seca alrededor de 1930 fue su época de reconocimiento
mundial. Este coctel es de alto contenido alcoholico y no se necesitan grandes
volúmenes para que haga su efecto, esto fue aprovechado por los traficantes
ilegales para su transporte y venta,
logrando grandes beneficios.
El Martini perdió popularidad y su renacer en
los años sesenta va emparentado con la serie de películas basadas en las
novelas de Ian Fleming y cuyo protagonista era un agente secreto llamado BOND….JAMES
BOND.
Yo me empate en esa moda y comencé a tomar y a
preparar mis propios Martinis en ese entonces.
Esta bebida ha sido tan importante que grandes
pensadores han escrito sobre el famoso Martini. Dijo H. L. Mencken “Es la única
invención americana , tan perfecta como el soneto” o “Es el elixir de la
quietud”, según L.B. White.
El Martini no es para tomar en grandes
celebraciones y no se debe preparar en grandes cantidades, exige condiciones
especiales y hasta un momento emocional muy privado para su consumo. Este trago
se disfruta en solitario en una barra discreta o en compañía femenina. La
algarabía no es su ambiente y en esas oportunidades debemos recurrir a un buen
Whisky o a la tradicional cerveza.
No hay mejor acompañante en un despecho
amoroso que un “Martini a Solas”.
Como se prepara un Martini ? Respetando las sugerencias previas iniciaremos
la búsqueda de los ingredientes, que deben ser estrictamente los originales,
para no perder el espíritu del coctel.
Ginebra, vermouth seco y hielo son sus ingredientes.
La ginebra no es cualquier ginebra se debe
escoger entre Tanqueray Gin o Beefeater Gin (importadas plisssssssss, nada de
versiones hechas en La Miel, estado Lara). El Vermouth seco de marca Noilly
Pratt o de la marca Martini, italiano.
Necesitamos una copa de boca ancha, llamada de
Martinis por su uso y hay dos versiones, la de martini propiamente dicha que es
pequeña y mas recientemente se emplea una copa champañera, que es la versión grande
del coctel.
DE LA PREPARACION
Se vierte hielo en una coctelera metalica o de
vidrio. Prefiero la metalica porque el hielo tintinea sonoro al ser batido.
Tambien se vierte hielo en la copa de boca ancha, para enfriar el cristal.
Se agrega a la coctelera una buena porción del Gin y “algo” de vermouth. Este algo es
controversial, hay quien dice que la proporción es 1 a 1/8, pero los
verdaderos puristas del trago mantienen
la libertad del SECO. A menos vermouth, mayor es el SECO logrado. Noel Coward,
el gran actor de los años 30, decía que bastaba con acercar el gin en dirección
donde estaba Italia para logar el seco deseado. Winston Churchill, gran amante
de este trago lo preparaba diciendo que era suficiente pasar la botella abierta
del vermouth por encima de la coctelera para que esparciera su bouquet. Yo me
inclino por verter un chispeado generoso del vino vermouth.
Esta mezcla es batida con gestos energicos
y donde se da oportunidad de lucimiento del barman y se sirve cernida en la
copa previamente enfriada. El hielo no debe tocar la copa, queda retenido en la
hermosa coctelera. Aquí Bond hizo su aporte a la historia del Martini, diciendo
su famosa frase JUST STIRRING PLEASE, para indicar que no batieran su trago.
Tengo un truco muy particular que me enseñó Hector, el mismo del famoso
restaurant de los 60 y 70´s, pasar una toallita con perfume de lavanda en el
exterior de la copa, hace que la mezcla de aromas se haga complice en el
bouquet final. Por cierto Hector enseño a los caraqueños a tomar Martini en sus
increíbles copas champañeras
El ultimo toque también es controversial. La
versión original sugiere agregar una aceituna con su hueso original, Hay quien
le adiciona una concha de limón previamente estrujada para que sus aceites olorosos
se esparzan sobre la superficie de la bebida. A mi gusto prefiero las pequeñas
cebollitas avinagradas atravesadas por un palillo que hace las veces de pincho.
COMO DISFRUTAR EL MARTINI
El Martini debe ser bebido parsimoniosamente
en pequeños sorbos y muy lentamente, una copa debe ingerirse entre 20 a 30
minutos. Sugiero que una vez ingerida la mitad del trago, comenzar a paladear
las cebollitas, quitando las capas sucesivas con la lengua, acompañadas de
pequeños sorbos de la bebida. Sencillamente delicioso.
ACOMPAÑANTES
Nada de frituras o tortillas y menos maní o
papitas. Un buen acompañante podría ser Carpaccio de lomito adobado con
Worcestershire Sauce o dados de salmon ahumado en cuadrados de pan punpernickel
Hay principios a respetar: QUE CANTIDAD TOMAR:
Nunca uno, ni mas de dos, “tal como las
mamas de la mujer amada: una es poca y tres estorban”
INFLUENCIA DEL MARTINI EN EL AMOR: Es el trago
ideal para compartir con la amada o en la conquista de la misma, pero ¡! Epa,
atencion ¡¡, si después de tomar la copa tu compañía no accede a tus
requerimientos. Olvida tus pretensiones, trátala como una gran amiga o cuasi
hermana, allí jamás lograras nada.
Hay variantes en el Martini, quizás la mas
popular es cambiar el gin por vodka y se le conoce como vodka-martini o Gibson
y hay también barbarismos “american style”, tales como el peach –martini o
guanabana-martini o maracuja-martini, esto es definitivamente desnaturalizar la
esencia y espíritu de la bebida.
Pues bien, ya tienen unas confesiones de
martinis y solo les queda el intentar preparar y disfrutar del “elixir de la
quietud”
Salud
Jesús
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