GERÓNIMO ALBERTO YERENA CABRERA*
LOS CANARIOS DEL TEQUE Y LOS TEQUEÑOS.
"dura menos que una bandeja de tequeños..." BARRIO EL TEQUE.
PARROQUIA DE ALTAGRACIA Y ANTIGUAS QUEBRADAS CARAQUEÑAS AL NOROESTE DE LA CIUDAD.
SUCESOS DEL 11 DE JULIO DE 1811 EN EL BARRIO EL TEQUE.
*El Estado Vallenilla fue la denominación que se le dió a la zona actual de la parroquia La Pastora luego de terminada la Guerra Federal. Al designarse La Pastora como parroquia independiente de Altagracia dejó de usarse esta denominación.
1.- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. El Teque. Antiguo barrio de la Ciudad de Caracas.
Blog Venezuela de Antaño. Caracas, 2 de agosto del 2009. http://venelib-antao.blogspot.
* yerena.geronimo@gmail.com
LOS CANARIOS DEL TEQUE Y LOS TEQUEÑOS.
"dura menos que una bandeja de tequeños..." BARRIO EL TEQUE.
PARROQUIA DE ALTAGRACIA Y ANTIGUAS QUEBRADAS CARAQUEÑAS AL NOROESTE DE LA CIUDAD.
SUCESOS DEL 11 DE JULIO DE 1811 EN EL BARRIO EL TEQUE.
INTRODUCCIÓN
El origen
del famoso tequeño, se ha atribuido a la ciudad de los Teques, actual capital
del Estado Miranda, desde el año 1928. Pasapalo vernáculo, pero no multisápido,
por lo menos, el original, el cual es el que se ha mantenido hasta el presente
para deleite de los venezolanos y extranjeros que han tenido la dicha de probarlo,
por caracterizar a este apetitoso, ahora
pasapalo, precisamente por su sabor sencillo y agradable, lo que hace
que al
comerse el primero produzca una reacción inmediata e incontenible de
seguir
picando y una de sus propiedades más resaltante es que no empalaga y da
una verdadera sensación de haber comido-de haberse quitado el hambre-;
de allí el decir que: "dura menos que una bandeja de tequeños..."
Este origen, atribuido a la ciudad de Los Teques, es algo que se ha
repetido, tal como es frecuente en los relatos "refritos" sobre crónica.
Quizás se debe a que fue donde se popularizó, llevado por las familias
pudientes caraqueñas, quienes acostumbraban a pasar temporadas o tener
una segunda residencia en esa ,otrora,agradable ciudad.
Ha influido el error de atribuir el origen del Tequeño a esta ciudad el desconocimiento de la historia y el haber borrado los caraqueños de su memoria el famoso Barrio El Teque, situado en la Parroquia de Altagracia, sitio donde realmente se originó la elaboración del famoso Tequeño.
Ha influido el error de atribuir el origen del Tequeño a esta ciudad el desconocimiento de la historia y el haber borrado los caraqueños de su memoria el famoso Barrio El Teque, situado en la Parroquia de Altagracia, sitio donde realmente se originó la elaboración del famoso Tequeño.
LOS
CANARIOS DEL TEQUE Y LOS TEQUEÑOS
Los
canarios de este barrio fueron los primeros en Venezuela en elaborar el apetitoso
plato, no precisamente como pasapalo, sino, como una comida para el desayuno y la cena, tal
como nosotros comemos las arepas o las
exquisitas empanadas. Su elaboración fue tal cual como ahora se hace:
masa de
trigo enrollada rellena de queso blanco y luego frita. Era lo que ahora
llamamos, en materia culinaria, un resuelve para los habitantes
marginales de ese
barrio; los cuales no contaban, aparte de recursos económicos, la
disponibilidad de ofertas en las pulperias o los mercados de la época.
Otra causa que influyó fue la de caer el barrio en desgracia con los
acontecimientos
iniciales de la independencia, sobre todo, con los mantuanos, quienes
no recordaron que de cada diez españoles que pisaron nuestra patria
siete u ocho eran canarios y fueron ellos los que desarrollarón la
agricultura.
Si revisamos, por ejemplo, quienes eran los que cultivaban las numerosas haciendas en el Valle de Caracas y hacían el duro trabajo en ellas; o el nombre de muchas esquinas caraqueñas, bien sea por el nombre propio del personaje, o el nombre de su negocio, tal como llevan varias esquinas el nombre de una pulperia de canarios, verán quienes con su sudor forjarón el florecimiento de la patria.
Su comida se hizo famosa en los pobladores de los alrededores de la ciudad y luego de desaparecer el barrio, familias pobres de Caracas lo siguieron elaborando. Más tarde fue preparado por familias más pudientes quienes la llevaron al ,entonces,pueblo de los Teques y fueron las que la popularizaron; regresando a Caracas con su nombre original de Tequeños y confundieron su nombre con esta ciudad, por olvido o ignorancia, más que por asociación.
Si revisamos, por ejemplo, quienes eran los que cultivaban las numerosas haciendas en el Valle de Caracas y hacían el duro trabajo en ellas; o el nombre de muchas esquinas caraqueñas, bien sea por el nombre propio del personaje, o el nombre de su negocio, tal como llevan varias esquinas el nombre de una pulperia de canarios, verán quienes con su sudor forjarón el florecimiento de la patria.
Su comida se hizo famosa en los pobladores de los alrededores de la ciudad y luego de desaparecer el barrio, familias pobres de Caracas lo siguieron elaborando. Más tarde fue preparado por familias más pudientes quienes la llevaron al ,entonces,pueblo de los Teques y fueron las que la popularizaron; regresando a Caracas con su nombre original de Tequeños y confundieron su nombre con esta ciudad, por olvido o ignorancia, más que por asociación.
BARRIO EL TEQUE, PARROQUIA DE ALTAGRACIA Y ANTIGUAS QUEBRADAS CARAQUEÑAS
El barrio El Teque junto
al barrio de la Trinidad constituyeron dos
de los barrios más antiguos de la ciudad de Caracas, los cuales
existieron
desde comienzos y mediados del siglo XVIII respectivamente.Es de notar
que ambos estaban ubicados en lo que actualmente es la parroquia de
Altagracia y ambos perdieron su denominación en el transcurso del siglo
XIX.
En cuanto al barrio El Teque, se denominó luego Sabana del Teque, la cual fue parte de la zona que ocupaba el antiguo barrio, más adelante se le dió el nombre a una esquina, posteriormente también desapareció esta esquina, sólo queda el recuerdo cuando se mencionan en la historia de las esquinas caraqueñas (1).
En cuanto al barrio El Teque, se denominó luego Sabana del Teque, la cual fue parte de la zona que ocupaba el antiguo barrio, más adelante se le dió el nombre a una esquina, posteriormente también desapareció esta esquina, sólo queda el recuerdo cuando se mencionan en la historia de las esquinas caraqueñas (1).
Quizás la primera vez que
se hace referencia por escrito de este barrio, fue cuando se nombran los
linderos de la parroquia Nuestra Señora de Altagracia, separada como parroquia
aparte de la Catedral en el año 1750, fecha en la cual el cantón o barrio quedó
integrado a la parroquia. Estos datos aparecen registrados en la Matricula de
la parroquia Altagracia. 1775. A. A. de C. Sección Parroquiales, Altagracia
Caracas. Carpeta Nº 2 (2).
La descripción de los límites de la parroquia de Altagracia donde se menciona por vez primera al barrio El Teque, es la siguiente:
“De Oriente a Poniente desde el río Catuche por la calle titulada de Cristo Crucificado, y plazuela de la misma parroquia a los Teques y campos correspondientes; y desde el Sur a Norte, desde la propia calle río arriba de Catuche al cerro La Guaira.”
La descripción de los límites de la parroquia de Altagracia donde se menciona por vez primera al barrio El Teque, es la siguiente:
“De Oriente a Poniente desde el río Catuche por la calle titulada de Cristo Crucificado, y plazuela de la misma parroquia a los Teques y campos correspondientes; y desde el Sur a Norte, desde la propia calle río arriba de Catuche al cerro La Guaira.”
El barrio era una zona que abarcaba
varias cuadras, compuestas de rancherías habitadas por una clase social de
escasos recursos y limitado nivel educativo. La gran mayoría de los ranchos estaban distanciados uno del otro, sobre todo
al sur; estaban situados entre la quebrada de Quita Calzón y la quebrada de Los
Padrones, actualmente embauladas totalmente sus trayectos; están ubicadas en la zona más hacia el oeste de la parroquia
de Altagracia. Esta zona al principio se llamó Cantón El Teque y luego, al ir reduciéndose su
extensión por avance del urbanismo convencional, se denominó Barrio El Teque,
tal como aparece en el plano de la ciudad del año 1810 (3), y, más preciso aún,
en otra versión del plano de 1810 en conmemoración del centenario del 19 de
abril, donde hacen una condensación de la Caracas de esa época hasta 1843,
intervalo cuando Caracas no sufrió ninguna modificación en relación a su
topografía urbanística (4).
En los planos de 1810 y 1843, así como en el plano de 1801 elaborado por Francisco Depons, donde también figura el barrio, la quebrada de los Padrones aparece con el nombre de Quebrada de Leandro. En el plano de 1897(5) se delimitan ambas quebradas, así como el resto de las quebradas caraqueñas para la época.
Si estudiáramos un plano actual de la ciudad, el área estaría comprendida hasta mediados del siglo XIX, aproximadamente entre los siguientes límites:
Por el norte:
Hacia el este la actual esquina de Gobernador, por donde a media cuadra pasa la quebrada de los Padrones, y hacia el oeste a media cuadra de la esquina de Zapatero, sitio por donde baja la quebrada de Quita Calzón; a ese nivel la quebrada baja entre Zapatero y Cola de Pato.
Por el sur, se ampliaban sus límites entre la actual esquina de Bolero por el este, hasta ranchos dispersos cercanos a la esquina de Pagüita.
Luego se pobló más la ciudad con construcciones de mejor calidad y el área de rancherías se fue reduciendo paulatinamente, ya en el Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas levantado en 1875 por orden de Guzmán Blanco (6), desaparece el nombre del barrio; toda la zona de lo que para la época correspondía a la parroquia de Altagracia aparece con el nombre de sus actuales esquinas (aproximadamente 49 esquinas); pero, no así, desapareció del todo en el recuerdo de los caraqueños de esa época que allí existió ese barrio y aunque no de forma oficial se continúo llamando a esa zona El Teque; aunque sí, en el siglo XX se olvidó que allí nació el rico pasapalo; tal como sucede cuando se hace mención a La trilla la cual quedaba en la parte sur del El Teque, donde fue construida la mansión que es hoy el Palacio de Miraflores (7).
Si revisamos El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz (8), observamos que la zona correspondiente al norte, entre las esquinas de Poleo y Buena Vista, nuevamente aparece destacada como El Teque, esto como recuerdo al viejo barrio casi desaparecido su nombre para la época (con un plano actual pueden constatar estas referencia sin dificultad).Aún a finales del siglo XIX los pocos ranchos que permanecían en sus alrededores, sobre todo en la parte oeste de la actual parroquia de Altagracia, se siguió llamando por costumbre El Teque, aunque la zona, en realidad, ya no correspondía a la original de los planos de 1810 a 1843.
SUCESOS EL 11 DE JULIO DE 1811 EN EL TEQUE
José Nucete Sardi(9), con gran prudencia comenta lo que ocurrió en cuanto a el alzamiento y el fusilamiento de los canarios y cuida no entrar en detalles sobre el comportamiento y como fue la protesta:
" ...unos canarios se alzan en El teque; dias después son dominados y fusilados diez y seis"
Enrique Bernardo Núñez, refiere que en la tarde del 11 de julio de 1811 aparecen en la sabana del Teque grupos armados con trabucos, pistolas y armas blancas. Se proponían tomar el cuartel de la Trinidad, que debía franquearles el cabo J. Roldán. Era la conspiración tramada contra el gobierno independiente por Juan Díaz Flores, José María Sánchez y fray Juan José García (10). Considero que esta versión del gran crónista de Caracas,lamentablemente, sin ninguna mala intención, es sesgada y es una consecuencia de la inquina en lo relatado por los mantuanos dominantes de la época.
Carmen Clemente Travieso (11) en la descripción de la esquina de El Chorro también hace mención de una manera muy amena de este alzamiento de los canarios en El Teque; aunque igualmente sesgada, por el mismo motivo referido anteriormente.
Don Lucas Manzano en su libro Crónicas de Antaño narra dos situaciones en relación al barrio El Teque:
La primera, en su artículo sobre El Puente Guanabano dice: “Los vagabundos de El Teque hacían suya la soledad imperante para desvalijar el viandante si era del sexo barbudo, o vejarlo, en no importa qué manera, si cubría su cuerpo con trajes vaporosos ” (12). El segundo acontecimiento, en su artículo Medio Siglo Atrás (13) -se refería al último cuarto del siglo XIX- comenta la graciosa y picaresca anécdota:
“ En las jerusalenes montada en escena en el teatro de corral situado en la Esquina de Pineda, don T. Rasgo, tuvo la osadía de distinguir su casa a renglón seguido de su patronímico con un 8 descomunal; allí se congregaban las compadrerías de El Teque y el Estado Vallenilla* para armar bululúes que comenzaban por una chirigota endilgada a la Magdalena, por su desproporción en el corpiño, y concluían con una tunda de garrote que ponía en tensión nerviosa la ciudad….”
En los planos de 1810 y 1843, así como en el plano de 1801 elaborado por Francisco Depons, donde también figura el barrio, la quebrada de los Padrones aparece con el nombre de Quebrada de Leandro. En el plano de 1897(5) se delimitan ambas quebradas, así como el resto de las quebradas caraqueñas para la época.
Si estudiáramos un plano actual de la ciudad, el área estaría comprendida hasta mediados del siglo XIX, aproximadamente entre los siguientes límites:
Por el norte:
Hacia el este la actual esquina de Gobernador, por donde a media cuadra pasa la quebrada de los Padrones, y hacia el oeste a media cuadra de la esquina de Zapatero, sitio por donde baja la quebrada de Quita Calzón; a ese nivel la quebrada baja entre Zapatero y Cola de Pato.
Por el sur, se ampliaban sus límites entre la actual esquina de Bolero por el este, hasta ranchos dispersos cercanos a la esquina de Pagüita.
Luego se pobló más la ciudad con construcciones de mejor calidad y el área de rancherías se fue reduciendo paulatinamente, ya en el Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas levantado en 1875 por orden de Guzmán Blanco (6), desaparece el nombre del barrio; toda la zona de lo que para la época correspondía a la parroquia de Altagracia aparece con el nombre de sus actuales esquinas (aproximadamente 49 esquinas); pero, no así, desapareció del todo en el recuerdo de los caraqueños de esa época que allí existió ese barrio y aunque no de forma oficial se continúo llamando a esa zona El Teque; aunque sí, en el siglo XX se olvidó que allí nació el rico pasapalo; tal como sucede cuando se hace mención a La trilla la cual quedaba en la parte sur del El Teque, donde fue construida la mansión que es hoy el Palacio de Miraflores (7).
Si revisamos El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz (8), observamos que la zona correspondiente al norte, entre las esquinas de Poleo y Buena Vista, nuevamente aparece destacada como El Teque, esto como recuerdo al viejo barrio casi desaparecido su nombre para la época (con un plano actual pueden constatar estas referencia sin dificultad).Aún a finales del siglo XIX los pocos ranchos que permanecían en sus alrededores, sobre todo en la parte oeste de la actual parroquia de Altagracia, se siguió llamando por costumbre El Teque, aunque la zona, en realidad, ya no correspondía a la original de los planos de 1810 a 1843.
SUCESOS EL 11 DE JULIO DE 1811 EN EL TEQUE
José Nucete Sardi(9), con gran prudencia comenta lo que ocurrió en cuanto a el alzamiento y el fusilamiento de los canarios y cuida no entrar en detalles sobre el comportamiento y como fue la protesta:
" ...unos canarios se alzan en El teque; dias después son dominados y fusilados diez y seis"
Enrique Bernardo Núñez, refiere que en la tarde del 11 de julio de 1811 aparecen en la sabana del Teque grupos armados con trabucos, pistolas y armas blancas. Se proponían tomar el cuartel de la Trinidad, que debía franquearles el cabo J. Roldán. Era la conspiración tramada contra el gobierno independiente por Juan Díaz Flores, José María Sánchez y fray Juan José García (10). Considero que esta versión del gran crónista de Caracas,lamentablemente, sin ninguna mala intención, es sesgada y es una consecuencia de la inquina en lo relatado por los mantuanos dominantes de la época.
Carmen Clemente Travieso (11) en la descripción de la esquina de El Chorro también hace mención de una manera muy amena de este alzamiento de los canarios en El Teque; aunque igualmente sesgada, por el mismo motivo referido anteriormente.
Don Lucas Manzano en su libro Crónicas de Antaño narra dos situaciones en relación al barrio El Teque:
La primera, en su artículo sobre El Puente Guanabano dice: “Los vagabundos de El Teque hacían suya la soledad imperante para desvalijar el viandante si era del sexo barbudo, o vejarlo, en no importa qué manera, si cubría su cuerpo con trajes vaporosos ” (12). El segundo acontecimiento, en su artículo Medio Siglo Atrás (13) -se refería al último cuarto del siglo XIX- comenta la graciosa y picaresca anécdota:
“ En las jerusalenes montada en escena en el teatro de corral situado en la Esquina de Pineda, don T. Rasgo, tuvo la osadía de distinguir su casa a renglón seguido de su patronímico con un 8 descomunal; allí se congregaban las compadrerías de El Teque y el Estado Vallenilla* para armar bululúes que comenzaban por una chirigota endilgada a la Magdalena, por su desproporción en el corpiño, y concluían con una tunda de garrote que ponía en tensión nerviosa la ciudad….”
Es cierto que para la época narrada por Don Lucas Manzano, la situación
con los habitantes del Teque era tal como la describe; pero el relato
de lo sucedido el once de julio de 1811 en cuanto al modo en que estaban
armados los canarios sí ha sido falseado.
Otros cronistas respetados desmitifican esta última versión, refieren que es exagerado lo relatado en cuanto al armamento que llevaban los canarios; los cuales sólo estaban armados con palanganas y amuletos e iban haciendo un bullicio por sus calles. Condensando esta última versión cito a Urdaneta Ramón (14), quien desmitifica lo relatado por los mantuanos y sus seguidores,textualmente dice:
Otros cronistas respetados desmitifican esta última versión, refieren que es exagerado lo relatado en cuanto al armamento que llevaban los canarios; los cuales sólo estaban armados con palanganas y amuletos e iban haciendo un bullicio por sus calles. Condensando esta última versión cito a Urdaneta Ramón (14), quien desmitifica lo relatado por los mantuanos y sus seguidores,textualmente dice:
"
11 de julio 2011. En Caracas, en el pastoreño lugar sabanero El Teque,
desde las tres de la tarde de ese día bajo la jefatura del caraqueño
José María Sánchez, se alzan más de 60 isleños canarios contra el
gobierno establecido y a favoe de Fernandeo VII, pero pronto se le
domina a "pedradas", una vez detenidos se les fusila, sin pérdida de tiempo..."
¿A pedradas se le van a enfretar las milicias republicanas a canarios armados con trabucos, pistolas y armas
blancas?
Indudablemente había una animadversión por algunos personajes de esa
época en contra de los canarios, tal como sucedio contra uno de los más
notables ciudadanos de todas las épocas de nuestra nación: Don Francisco
de Miranda. Hubo muchas rencillas sociales y raciales en el seno de la
sociedad caraqueñas.Importante citar lo relatado por el historiador
Augusto Mijares (15):
"...las
divergencias que separaban a los grupos revolucionarios en aquellos
días, y los que existían aun de persona a persona. Se sabe, por ejemplo,
que los licenciados Miguel José Sanz y Antonio Nicolas Briceño eran
enemigos de Bolívar por diferentes motivos... letrados como Roscio
fueron enconados adversarios de Miranda..."
Continúa Mijares:
" Ya veremos como una carta de Roscio a Bello, que comentaremos más adelante, cómo aquel Procér, a pesar de ser meztizo,
se alarmaba o aparentaba alarmarse, por las "indiscretas murmuraciones
de igualdad" que atribuía a Miranda y a los Ribas; en cuyo grupo incluye
en otro párrafo, a Bolívar"
"No hay peor astilla que la del mismo palo"
QUEBRADAS CARAQUEÑAS
Estas quebradas mencionadas dejaron de figurar en los planos de Caracas a finales del siglo XIX; por una parte, al crecer la ciudad y la desforestación que la siguió, el caudal se fue reduciendo; y por otra, las quebradas en sí eran de un caudal pequeño, más aún en época de verano, y con la urbanización a su alrededor se transformaron al quedar embauladas, en simples conductos de drenajes; sólo queda como recuerdo las esquinas que llevan sus nombres: Esquina de Quitacalzón y esquina de Tinajitas; la quebrada de los Padrones, era de mayor caudal y está también embovedada, en muy pocos sitios se puede apreciar su lecho, desemboca en la quebrada de Caroata, cercana a la Esquina de Aserradero ( al sur del bloque tres del Silencio, casi coincide con la entrada del tunel de las torres del Centro Simón Bolívar).
Estas quebradas mencionadas dejaron de figurar en los planos de Caracas a finales del siglo XIX; por una parte, al crecer la ciudad y la desforestación que la siguió, el caudal se fue reduciendo; y por otra, las quebradas en sí eran de un caudal pequeño, más aún en época de verano, y con la urbanización a su alrededor se transformaron al quedar embauladas, en simples conductos de drenajes; sólo queda como recuerdo las esquinas que llevan sus nombres: Esquina de Quitacalzón y esquina de Tinajitas; la quebrada de los Padrones, era de mayor caudal y está también embovedada, en muy pocos sitios se puede apreciar su lecho, desemboca en la quebrada de Caroata, cercana a la Esquina de Aserradero ( al sur del bloque tres del Silencio, casi coincide con la entrada del tunel de las torres del Centro Simón Bolívar).
*El Estado Vallenilla fue la denominación que se le dió a la zona actual de la parroquia La Pastora luego de terminada la Guerra Federal. Al designarse La Pastora como parroquia independiente de Altagracia dejó de usarse esta denominación.
1.- Gerónimo Alberto Yerena Cabrera. El Teque. Antiguo barrio de la Ciudad de Caracas.
Blog Venezuela de Antaño. Caracas, 2 de agosto del 2009. http://venelib-antao.blogspot. com/.
2.- Lila
Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de la Unidad de
Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de Caracas.1986.
p 81.
3.- Plano de la ciudad de Santiago de León de Caracas. 1810. Editado por
el diario El Universal, Colección Histórica Mapoteca IGVSB.
4.- Plano de la Ciudad Santiago de León de Caracas en el año de 1810.
“según apuntaciones del ilustrísimo Señor Don Mariano Martín y planos de F. de
Pons; A.J. Jesurun y otros, historiadores e ingenieros, desde 1771 hasta 1843;
con fecha 19 de abril de 1910 y firmado por E. Mendoza Solar. Recuerdo del
primer Centenario de la Independencia de Venezuela”. Publicado en el libro
Atlas de Venezuela. Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables. Dirección de Cartografía Nacional. Segunda Edición.1979.
5.- Caracas Plano de la ciudad. Situación de las parroquias foráneas. Por
R. Razetti. 1897. Editado por el diario El Universal, Colección Histórica
Mapoteca IGVSB.
6.- Plano topográfico de la ciudad de Caracas. Capital de los Estados
Unidos de Venezuela. Plano levantado por orden del Ilustre Americano Gral Antº
Guzmán Blanco. 1875. Atlas de Venezuela. Editado por el Ministerio de Ambiente
y de los Recursos Naturales Renovables. Dirección de Cartografía Nacional.
Segunda Edición. 1979. p 14.
7.- Graciela Schael Martínez. Estampas Caraqueñas. Ediciones del Concejo
Municipal del Distrito Federal. 1975. P 169.
8.- Lila Mago de Chopite. Caracas y su crecimiento Urbano. Publicación de
la Unidad de Cultura y Publicaciones del Instituto Universitario Pedagógico de
Caracas.1986. El Plano de Caracas de 1890 elaborado por Pablo Díaz. p 225.
9.- José Nucete Sardi. La Ciudad y sus tiempos. Edición del Cuatricentenario de Caracas. p 35.
10.- Enrique Bernardo Núñez. La Ciudad de los Techos Rojos. Monte Avila Editores. 1998 .p 168.
11.- Carmen Clemente Travieso. Las esquinas de Caracas. Los libros del Nacional.2001.p 88
12.-Lucas Manzano. Crónicas de Caracas. Avila Gráfica, S.A-Impresores. Caracas 1951. P79.
13.- Ibidem.p 109.
9.- José Nucete Sardi. La Ciudad y sus tiempos. Edición del Cuatricentenario de Caracas. p 35.
10.- Enrique Bernardo Núñez. La Ciudad de los Techos Rojos. Monte Avila Editores. 1998 .p 168.
11.- Carmen Clemente Travieso. Las esquinas de Caracas. Los libros del Nacional.2001.p 88
12.-Lucas Manzano. Crónicas de Caracas. Avila Gráfica, S.A-Impresores. Caracas 1951. P79.
13.- Ibidem.p 109.
(14).Urdaneta Ramón. Historia Culta de Venezuela. Fundur Editores. 2007. P 289.(15). Augusto Mijares. El Libertador. Tercera Edición. Comandancia de las Fuerzas Aéreas de Venezuela. Caracas. 1967. P184.
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