Eumenes Fuguet Borregales (*)
Charallave desde 1973 es la
capital del municipio Cristóbal Rojas, epónimo del gran pintor que vivió apenas
treinta y dos años y nos dejó un extraordinario legado artístico. Junto a los
valencianos Arturo Michelena, Antonio Herrera Toro y el caraqueño Martín Tovar
y Tovar fue uno de los más importantes pintores del siglo XIX venezolano.
Nacido en la población mirandina de Cúa,
“la perla del Tuy” el 15 de diciembre
de 1858; hijo del médico Cristóbal Rojas
y Alejandra Poleo. La crianza y educación de Cristóbal Rojas, se dificultó por
estar en desarrollo la Guerra Federal
entre 1859 y 1863, conocida como Guerra
Larga o de los Cinco Años, por tal motivo la familia se traslada a Santo
Domingo desde 1860 hasta 1864. Contaba trece años cuando muere su padre,
viéndose en la necesidad de trabajar en una empresa tabacalera en Cúa. La
primera inspiración y educación artística la recibe de su abuelo Don Luís Rojas,
quien por cierto pintó el Nazareno de la iglesia de la población de Turmero. Se
traslada a Caracas a causa de los graves daños sufridos en la vivienda a causa
del terremoto que asoló el 12 de abril de 1878 a Cúa y otras poblaciones de los
Valles del Tuy. El joven Cristóbal asistía a las clases de José Manuel Maucó en
la Universidad Central de Venezuela; elabora a partir de 1880 sus primeros
óleos. En 1881 el pintor Antonio Herrera Toro lo incorporó a su taller en
calidad de ayudante en las obras de la Catedral
de Caracas, encargándole las pinturas de las columnas y de los arcos de la
cúpula central; de ese momento son sus primeros óleos: Ruinas de Cúa y Ruinas del
Templo de la Merced, donde plasma la magnitud del fenómeno telúrico. En la
exposición organizada con motivo del centenario
natal del Libertador en, expone su conocido lienzo La muerte de Girardot en
Bárbula; Rojas recibe la medalla de
plata asignada al segundo lugar, la obra se encuentra en el Museo Bolivariano
de Caracas; premio compartido con Arturo Michelena con su obra “El Batallón sin nombre”. Igualmente ambos
reciben una beca del gobierno de 50
pesos al mes para estudiar en Europa. A finales de 1883 llega a Paris, donde
entabla amistad con el artista guaireño
Emilio Boggio (1857-1920) pionero del impresionismo en Venezuela, por cuyos
consejos se inscribe en la prestigiosa Academia Julián en el taller de Jean
Paul Laurens. Arturo Michelena se le unirá en la “Ciudad Luz” en 1885, para estudiar en la misma academia artística,
ambos comparten una humilde habitación. Rojas es asiduo visitante de los grandes
museos franceses y contertulio de los pintores de la época; la obra pictórica
de Cristóbal Rojas la realiza en la tendencia del realismo, con influencia
francesa de los conocidos artistas Gustave Courbet y Honoré Daumier. Nuestro
paisano adquiere excelente dominio sobre
el manejo de la luz, característica de los pintores impresionistas; en la temática de su obra
notamos un dominio del claro oscuro y sentimiento de lo dramático. Pinta sobre
grandes lienzos para el Salón Oficial de
París varias obras entre las cuales mencionamos a: “La miseria y El violinista enfermo” en 1886; “La taberna” y El
plazo vencido en 1887; “La primera y
última comunión” en 1888 y “El bautizo” y “Estudio para el balcón”
en 1889. A partir de esta última obra su
pintura se transformó y comenzó a mostrar una mayor percepción sobre la
cromática que le alejaba de su tenebrismo anterior. El presidente Antonio
Guzmán Blanco le suspende la beca en al exterior a Cristóbal Rojas y a Arturo
Michelena en 1887, al no aceptar las sugerencias de estar estudiando pintura en
Paris y no en Italia, por lo que tiene que regresar a Venezuela con Michelena
en 1890 por el problema económico y con la tuberculosis que empezaba a afectarlo,
trae sus obras “El Purgatorio” pintado
ese año, que le había sido encargado por el Cabildo Eclesiástico y un
retrato del presidente Juan Pablo Rojas Paúl. A partir de 1889 abandonó la
pintura de efectos dramáticos y se dedicó al paisaje y a la figura, aplicando un colorido próximo al impresionismo. La
minada salud a causa de la tuberculosis,
que para la época no tenía curación se complica en este joven pintor. Fallece al poco tiempo de su regreso a Caracas
el 8 de noviembre de 1890, contaba apenas treinta y dos años.
Coincidencialmente Michelena fallece igualmente de tuberculosis el 29 de julio
de 1898 a los treinta y cinco años. Venezuela pierde con Cristóbal Rojas una gloria de las artes
plásticas; sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 27 de diciembre
de 1958. La Escuela de Bellas Artes de Caracas y algunas instituciones
culturales y educacionales honran su nombre y legado.
(*)
Gral.de Bgda.
churuguarero77@gmail.com
@eumenesfuguet
Historia y Tradición
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