Eumenes Fuguet Borregales (*)
En Berlín nació el 14 de septiembre de 1769 Alejandro Humboldt, extraordinario sabio, hijo de Alexander Von Humboldt y María de Colomb. Desde Joven se preocupó por los estudios relacionados con la mineralogía, geología y botánica; Llegó a dominar siete idiomas.
Aprovechando la herencia dejada por su padre, pudo costear los largos y productivos viajes realizados en América, Europa y Asia, periplo de nueve mil seiscientos kilómetros, buscando afanosamente especies de animales, vegetales y minerales, que le permitieron escribir innumerables obras, entre ellas “Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente” y “Cosmos” en varias ediciones.
En 1790 inicia su experiencia científica recorriendo el río Rin. En 1798 se instala en Paris, donde conoce a Aimé Bonpland (1773-1858) médico y botánico francés, excelente acompañante en las extenuantes exploraciones. El inicio de su invalorable trabajo estaba previsto ejecutarlo en Turquía y Egipto, problemas políticos lo impiden; sin embargo con autorización del rey español Carlos V, obtiene el pasaporte para recorrer el Nuevo Mundo costeando todos los gastos.
Parten de la Coruña con destino a las islas Canarias en el navío Pizarro el 5 de junio de 1799, ascienden al volcán Teide, anotando informaciones inéditas para la época. Al dirigirse a Cuba una epidemia se origina en la embarcación, obligándolos a desembarcar el 16 de julio en Cumaná; el paisaje oriental le llamó poderosamente la atención y lo estimula iniciar su proeza científica.
El 18 de septiembre en Caripe se maravillan en la espectacular cueva del Guácharo; penetraron unos quinientos metros. Regresan a Cumaná por la vía de Cariaco, En su primera experiencia en suelo venezolano pudieron recolectar especies vegetales, animales y minerales. El 18 de noviembre embarcan hacia La Guaira, Bonpland se queda en Higuerote para continuar a pie por la costa. En Caracas son recibidos con entusiasmo, facilitándoles alojamiento y atenciones por parte de las autoridades y familias de la alta sociedad.
El 2 de enero de 1800, ascienden hasta la Silla de Caracas acompañados de Andrés Bello. Estos incansables científicos parten de Caracas el 7 de febrero en dirección: Antímano, Los Teques, La Victoria, Maracay, Mariara donde disfrutan de sus aguas termales, lago de Valencia, ciudad de Valencia, Las Trincheras, Puerto Cabello. Regresan a Valencia para enrumbar hacia Villa de Cura para llegar el 15 de marzo a Calabozo, siguen a San Fernando de Apure, remontan el Orinoco, se asombran al contemplar el majestuoso “río Padre” y sus afluentes. Cansados llegan a Angostura el 13 de junio. Retornan a Cumaná a finales de agosto, luego de un breve descanso se trasladan a Barcelona.
Luego de dieciséis meses de exhaustiva exploración científica embarcan hacia La Habana el 24 de noviembre de 1800, donde aprovechan para clasificar y remitir a Europa el material obtenido en su Viaje a Venezuela. Parten hacia la Nueva Granada ingresando por Cartagena, continuando hacia Ecuador y Perú. En su recorrido ascendieron a varios volcanes entre ellos los majestuosos Pichincha y Chimborazo.
El 5 de diciembre de 1802 se dirigen a México, en la ruta estudian las corrientes marinas, que hoy en día llevan su nombre. Recorren buena parte del territorio mexicano durante un año; trabajo plasmado en su importante obra: “Ensayo político sobre el Reino de Nueva España”. Tras breve estada en La Habana se encuentran en abril de 1804 en Norteamérica. Luego de seis años de la exhaustiva exploración, soportando los riesgos y penurias de áreas inhóspitas, regresan a Europa el 30 de junio de 1804. Recibidos como héroes con un voluminoso material que servirá para la elaboración detallada de los valiosos documentos científicos relacionados con la climatología, astronomía, geología, zoología, geología, vulcanografia, espeleología, etnografía, geografía, ornitología y aspectos humanos entre tantos valiosos aportes. Estudió sesenta mil plantas de las cuales mas de seis mil eran desconocidas
En 1804 conoce a Bolívar en París; Bonpland lo alojó en su residencia. de nuevo se encuentran en Roma en 1805. Humboldt se dedicó entre 1804 y 1834 a preparar en treinta volúmenes su maravillosa obra. Bonpland regresa en 1816 a Paraguay donde fallece en 1858. Humboldt cumplió funciones diplomáticas en 1827; continuaría sus viajes científicos en 1829 por Rusia, Siberia y Asia Central.
Humboldt sentía mucha admiración por Venezuela, de las bellezas naturales, por el trato y apoyo recibido en cada lugar donde llegaba; estudió el comportamiento de los indios caribes, criticaba las quemas de la vegetación para preparar las siembras. Bolívar diría sobre este sabio: “Humboldt es el descubridor científico del Nuevo Mundo, cuyo estudio ha dado a América algo mejor que todos los conquistadores juntos”. Fallece en Berlín el 6 de mayo de 1859, dejándonos un verdadero legado científico; su nombre es eternizado en instituciones y fundaciones científicas, culturales, educativas, ciudades, buques, lagos, ríos, montes, cordilleras, glaciares, picos, hoteles, planetario, parques nacionales, cuencas, cordilleras, especies animales y vegetales, inclusive en un mar lunar.
(*) Gral. de Bgda eumenes7@gmail.com
Historia y Tradición
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