Eumenes Fuguet Borregales (*)
El 5 de noviembre de 1826 ve la luz primera en Caracas Arístides Rojas, hijo de los dominicanos José Rojas Ramos y Doña dolores Spaillat; tuvo la suerte de crecer y desarrollarse rodeado de conocidas figuras del mundo político, científico y cultural, asiduos participantes a las tertulias en el Almacén Rojas, negocio destinado a la venta de libros, propiedad de Don Arístides; mencionaremos entre los asistentes de los conversatorios a los sabios Juan Manuel Cajigal y José María Vargas.
El joven Arístides convertido en un ratón de biblioteca; desde joven escribía aspectos del sentimiento nacional y folclore, en algunas ocasiones utilizaba seudónimo; uno de sus maestros fue Fermín Toro.
Egresó de la Universidad Central de Venezuela con el título de médico en 1852, ejerciendo la profesión en las zonas rurales del estado Trujillo. Cuatro años después a causa del fallecimiento de su padre, se traslada a Caracas para atender el negocio y empezar a escribir obras científicas. En busca de nuevos conocimientos se dirige a Norteamérica y Paris; investigó la vida y obra del científico alemán Alejandro Humboldt; es reconocido Arístides Rojas entre los más conocedores de este sabio alemán. La Sociedad de Geología de Francia lo recibe como Miembro en 1859.
El conflicto político-social del país que desencadenó en la Guerra Federal, Guerra Larga o Guerra de los Cinco Años, obliga a Arístides trasladarse a Puerto Rico, tiempo que aprovechó para ejercer la medicina y visitar bibliotecas. Retorna en 1864 dedicado a preparar junto al Dr. Manuel Vicente Díaz en 1866: Apuntes para el repertorio de plantas útiles de Venezuela. Publica en 1868 El rayo Azul en la naturaleza y en la historia.
Ingresó en 1867 en la Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales presidida por el científico alemán Adolfo Ernest (1832-1899). Rojas motivó a creación de jardines botánicos, estudiaba y publicaba importantes obras sobre sismología, geología y estadísticas; La Academia de Ciencias Físicas y naturales de La Habana lo incorpora en su seno en 1867. Una de sus memorias sobre sismología recibió en 1869 los mejores elogios por parte del Instituto de Ciencias de Francia.
Su matrimonio con Doña Emilia Ugarte en 1869 fue de apenas un año; la sentida desaparición física le causó a Arístides hondo pesar, motivándolo dejar la atención médica por la escritura.
La Academia de Bellas Artes de Chile le honró en 1873 con el Diploma de Académico Honorario. La obra el elemento vasco en la historia de Venezuela, le hace merecedor a la Medalla de Oro en 1874 por parte de la Universidad Central de Venezuela. Le cupo el honor de ser designado miembro de la comisión responsable del traslado de los restos del Libertador desde la Catedral hacia el Panteón el 28 de octubre de 1876; a tal fin elaboró el diseño del arca que los contendría, obra ejecutada por el artista Emile Jacquen.
Con su hermano Marco Aurelio le dio impulso desde 1875 al famoso Almanaque de los Hermanos Rojas iniciado en 1871. Escribe en 1876 Un libro en prosa, miscelánea de literatura, ciencia e historia. Cual peregrino apegado a la naturaleza, realizaba largas caminatas por los pueblos aledaños a Caracas conociendo la flora, fauna y aspectos costumbristas de los pobladores; por su libro titulado Estudios indígenas, valiosa contribución a la historia antigua de Venezuela, la Academia de Ciencias Sociales le otorgó un premio en 1878; Arístides Rojas le daba importancia al conocimiento de la cultura indígena como base para analizar y dar a conocer la historia del país. En 1883 es comisionado en la preparación de los actos conmemorativos al centenario del natalicio del Padre de la Patria.
De sus extensas investigaciones pudo escribir igualmente Estudios históricos, orígenes venezolanos en 1891; acometió el estudio de la historia colonial en momentos que aún permanecían vigentes resentimientos pos independentista. Actualizó la geografía de Agustín Codazzi y la adaptó al estudio por parte de los alumnos de primaria. Le correspondió con el sabio Ernesto Ernst, coordinar y montar el Pabellón Nacional en la Exposición Universal realizada en Chicago con motivo de la conmemoración del cuarto centenario del descubrimiento; a tal fin presentó plantas, objetos indígenas, aspectos históricos y del extenso folclore venezolano.
Fallece este científico, gloria de Venezuela en Caracas el 4 de marzo de 1894, dejando algunas obras sin editar, entre ellas Folclore Venezolano, publicada en 1967. Ingresa al Panteón Nacional el 21 de septiembre de 1983. Sus obras de ciencias naturales se convirtieron en material didáctico durante muchos años. El escritor valenciano Enrique Bernardo Núñez Primer Cronista Oficial de Caracas, escribió el 4 de marzo de 1944, al cumplirse los cincuenta años del fallecimiento de Don Arístides Rojas, una brillante apología de este sabio caraqueño siempre alejado de la política, pintado por los notables artistas Arturo Michelena y Antonio Herrera Toro. Un busto de bronce en el Palacio de las Academias elaborado por Eloy Palacios en 1896 y un parque en Maripérez, cerca del Ávila, recuerdan la memoria de este destacado paisano.
Historia y Tradición
(*) General de Brigada eumenes7@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario