Eumenes Fuguet Borregales (*)
En casi todo el universo durante el período decembrino, los niños recuerdan y celebran a San Nicolás de Bari, conocido como “protector y defensor de los pueblos”, Obispo nacido en la población de Patara región de Licia en Turquía el 6 de diciembre del año 270. En el mundo oriental se le conoce como San Nicolás de Myra. El joven Nicolás heredó de sus padres, muy creyentes y practicantes católicos, una inmensa fortuna y sus cualidades bondadosas. Una de las principales biografías de San Nicolás la escribió San Metodio Arzobispo de Constantinopla, Apóstol de los eslavos. Nicolás en condición de monje consagrado por un tío que era Obispo, se trasladó a Jerusalén la Tierra Santa, llegando luego a Myra hoy Anatolia, conocida también como Asia Menor, dedicado a servir al Todopoderoso como sacerdote.
Cuenta la tradición que varios prelados y obispos se encontraban deliberando para la escogencia de una nueva dignidad, al no llegar a ningún acuerdo, decidieron que el primer sacerdote en ingresar al templo será el nuevo obispo; casualmente Nicolás ingresa recibiendo la referida distinción. Aprovechaba sus viajes pastorales y sus dotes de orador y benefactor promoviendo la fe católica, pendiente siempre de los niños pobres, a quienes regalaba con dulzura todo lo que podía; mantenía como su lema:
“sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto”
En el ejercicio de sus funciones eclesiásticas se propuso erradicar el culto pagano, ordenó derrumbar varios templos entre ellos el de Artemisa en Myra, de los más grandes y conocidos en el mundo oriental. El emperador Licinio lo arresta y azota por estas acciones, siendo liberado luego por Constantino I El Grande. Nicolás falleció a los setenta y cinco años en la población de Myra el 6 de diciembre del 345. Cuando los mahometanos invadieron Turquía; sus restos fueron llevados en secreto en 1087 al puerto adriático de Bari en Italia. Se convierte en el primer santo no mártir con millones de fieles devotos. Se cuenta que en una ocasión tres muchachas italianas de escasos recursos para casarse, lamentaban sus desgracia; Nicolás dejó caer en tres oportunidades monedas de oro por la chimenea, las cuales cayeron en igual número de medias colgadas para secarse, ayudando así al casamiento, convirtiéndose en el patrono de las parejas; se toma de esta manera la tradición en época navideña de colgar medias para recibir regalos. Un grupo de marineros en plena tempestad imploraron a San Nicolás, logrando la tranquilidad del mal tiempo; los hombres de mar lo tomaron como su patrono, también los condenados injustamente, las casaderas, los niños e inocentes, y los empleados parroquiales invocan su protección en momentos difíciles. Es patrono de Rusia, Grecia y Turquía; en Lorena (Francia), Las Palmas de la Gran Canaria y Barranquilla, por mencionar algunas de tantas ciudades que lo tienen como Protector. Son innumerables las revelaciones de milagros atribuidos a San Nicolás. En portugués se le dice Nicolau; en italiano Nicola; en francés Nicolas, en Inglaterra Nicholas y en alemán Sankt Nikolaus. Más de dos mil templos en el mundo están dedicados a la devoción de este santo, el principal es el de Bari en Italia con una gran edificación. En Venezuela se encuentran el de Coro construido en el siglo XVIII; según los relatos, una señora devota de San Nicolás, perdían ganado y chivos a causa de un tigre que merodeaba por el lugar; invoca al santo, y a los pocos días apareció muerto el felino, en agradecimiento construyó el templo. El de Porlamar en cuya construcción en 1853 participó el gobernador y prócer de la independencia el general Francisco Esteban Gómez, igualmente existen templos en Guarenas y Maturín.
Por ser el patrono de Ámsterdam la costumbre decembrina de Santa Claus, fue introducida y popularizada por los protestantes holandeses al llegar a Nueva York; igualmente el pintor alemán Thomas Nast, establecido con su familia en dicha ciudad norteamericana, pintó a un San Nicolás a su manera en 1863, publicado en la prensa local. La fisonomía de San Nicolás se iba transformando hasta llegar a ser lo que hoy es el de Santa Claus, realizado inicialmente según el criterio de cada dibujante.
Lo representaban gordo, rostro bonachón, le cambiaron la mitra, símbolo de la dignidad del Obispo por un gorro rojo, y otros aspectos decorativos, buscando más el aspecto comercial. En 1930 una conocida empresa de refrescos norteamericana, utilizó la imagen de Santa Claus como lema publicitario para llamar la atención especialmente de los niños, utilizando la vestidura color rojo, por ser el color emblemático de la empresa. En 1935 Santa Claus ya era ampliamente conocido en el mundo, es papá Noel o simplemente Santa, a pie o montado sobre un trineo tirado por renos, que lleva regalos a los niños, representando a la persona amable y bondadosa de San Nicolás de Bari o de Myra, permanente “Protector y defensor de pueblos”.
(*) General de Brigada eumenes7@gmail.com
Historia y Tradición
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