miércoles, 23 de septiembre de 2009

ALONSO DE OJEDA EN CIUDAD OJEDA

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Navegante español, considerado el más importante después de Colón, nacido en la provincia de Burgos el año 1472; descubridor de Curazao, golfo de Venezuela y del lago de Maracaibo. Primer Gobernador del Nuevo Mundo nombrado por los reyes católicos con extensión desde el Mar Caribe hasta lo más extremo del Sur del continente sin limitación geográfica alguna, dio el primer uso industrial del petróleo al calafatear sus naves con betúmen tal como lo realizaban los indios; realizó el primer mestizaje en el continente al casarse con Guaricha, una nativa de Coquivacoa a quien bautizó Isabel en honor a la reina española; construye en la Guajira el primer barco en América; considerado el primer conquistador del continente; es el primer navegante en recorrer por primera vez la costa venezolana. Gracias a las influencias de Juan Rodríguez Fonseca, acompaña en 1493 a Colón en su segundo viaje, llegando a la isla “La Española”, hoy Santo Domingo. Al regresar a España consigue el patrocinio a través de Capitulaciones con los reyes, para realizar su primera expedición que salió el 18 de mayo de 1499 desde el puerto de Santa María en Cádiz, siguiendo la ruta del tercer viaje de Colón, acompañado del navegante italiano Américo Vespucio y Juan de la Cosa, cartógrafo quien realizó el primer mapa del nuevo continente y de Venezuela; la flota llegó a Trinidad, las bocas del Esequibo y del Orinoco, Isla de Margarita y Cumaná; en sus toques costaneros para aprovisionarse de agua y frutos, tuvo que combatir contra los aborígenes ubicados en Puerto Cabello y Tucacas. Siguieron a Curazao denominándola Isla de Los Gigantes por la altura de sus aborígenes. Pasó por Aruba y Bonaire. El 9 de agosto de 1499, día de San Román llega a la península de Paraguaná, en el punto más septentrional de Venezuela, cabo de San Román. El 24 de agosto llegan a la entrada del lago de Maracaibo bautizándolo San Bartolomé, día de ese santo, al adentrarse al golfo observaron los palafitos que le recordó a Juan de la Cosa a Venecia; continúa hacia el Cabo de la Vela- hoy Guajira y Santa Marta, regresa a Santo Domingo para abastecerse y seguir a Cádiz adonde llega en junio de 1500 con perlas, oro, esmeraldas y algunos aborígenes esclavos, entre ellos su esposa con quien procreó tres hijos, ella le servía de interprete durante su estada en las poblaciones indígenas, e inclusive le salvó la vida en varias ocasiones. Con el nombramiento de gobernador de Coquivacoa salió en su segunda expedición hacia el Nuevo Mundo en 1502, donde recorrió el golfo de Paria y Margarita; regresa a Santo Domingo, allí es encarcelado durante dos años por las denuncias de sus acompañantes. De esa isla caribeña organiza en 1508 una tercera expedición, la cual fracasa por la falta de abastecimientos, por los ataques de los indígenas de la Guajira con flechas envenenadas y por la codicia de sus compañeros de viaje. Sin dinero y desmoralizado se aloja en el Monasterio de San Francisco en Santo Domingo, donde muere en 1515; antes de morir, pidió ser enterrado en las puertas del templo, de manera que los fieles al entrar y salir lo pisaran en penitencia por los pecados cometidos durante su vida, especialmente por el asesinato de los indígenas. Isabel, de noche lloraba frente a la tumba y realizaba sus oraciones guajiras, muere a los quince días, siendo enterrada al lado de su esposo por los sacerdotes franciscanos. Al profundizar la investigación, notamos, que sus restos no se encuentran en el Monasterio de San Francisco en Santo Domingo, cuya construcción data de 1505, actualmente está en ruinas. En 1965 con motivo de una insurrección, las tumbas fueron profanadas. Venezuela en tres ocasiones (1889,1942 y 1949), solicitó traer las cenizas, pero el gobierno dominicano negó la solicitud. El Presidente Eleazar López Contreras, debido a los incendios petroleros que afectaban a Lagunillas, funda el 13 de diciembre de 1939, día de Santa Lucía a Ciudad Ojeda. El distinguido sacerdote agustino, historiador, acucioso investigador, educador, escritor de fina pluma y abogado Fernando Campo del Pozo, actualmente en Zaragoza; como párroco de Ciudad Ojeda, desde 1964, se preocupó por recuperar las cenizas, a tal fin habló con su Eminencia el Cardenal Quintero y éste a su vez con las autoridades dominicanas, recibiendo respuesta negativa. El padre Campo viaja a Santo Domingo en diciembre de 1981 para realizar las diligencias ante la Academia Nacional de Historia e instituciones oficiales y eclesiásticas, pudiendo recoger, registrar y traer a Ciudad Ojeda las cenizas, las cuales en acto público, se colocaron en un cofre de vidrio, bendecidas con agua del lago y cubierta con la Bandera Nacional por Monseñor Ramírez Roa, Obispo de Cabimas.

Historia y Tradición

(*) General de brigada.
eumenes7@gmail.com

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