Jesus Alfaro Garantón
La terrible costumbre llanera de comer pastel de morrocoy en Semana Santa, ha hecho una imagen tradicionalista verdaderamente lamentable. El Morrocoy (Goechelonia Carbonaria), es un dulce animal de compañia que mansamente convivia en los viejos patios de la caracas de ayer con los demas animales y matas del huerto citadino, es callado y sigiloso y sin embargo es capaz de desarrollar un vinculo amistoso con las personas de la casa. Mi hermano tuvo una pareja de morrocoyes en su casa que salian de la humedad de su guarida, apenas oian la musica y se colocaban muy cerca de las cornetas, permaneciendo alli por horas hasta que se terminaba el sonido.
En esta epoca de Semana Santa, hay una tradicion muy enraizada en la zona oriental y del llano venezolano de comer PASTEL DE MORROCOY.
Como buena familia oriental, en mi casa se comia ese plato en la Semana Mayor. En verdad es un plato insulso con mucho sabor a platano maduro y cuando se comia se podia encontrar unos pedazos de piel negra con escamitas amarillas o anaranjadas verdaderamente detestables que corresponden a la piel del pobre animalito sacrificado. Esto ocurrio durante mi niñez en varias ocasiones.
Pasaron los años y ya hombre, regresando a Venezuela, me regalaron un morrocoy y unos primos mayores y muy orientales en sus costumbres se ofrecieron para hacer un pastel con aquel animalito. No tenia ni la menor idea como era la cosa, pero despues de ver esa terrible experiencia, se me quitaron las ganas de comer pastel por el resto de mi vida.
Como se prepara el pastel de morrocoy:
1.- Se agarra al animal y se le pone de costado
2.- Con una hacha o con moto sierra, se abre el caparazon, que sangra profusamenrte por los lados
3.- Se arranca el animalito del resto del caparazon, provocando mayor sangramiento
4.- El amasijo sangrante, de donde salen 4 paticas negras que se agitan y una boca que se abre constantemente, se lanza en una olla de agua hirviente
5.- El animal intentara nadar inutilmente en esta agua hirviente durante los primeros 30 minutos (increiblemente el morrocoy no muere hasta ese momento, pero como no tiene cuerdas vocales para chillar la gente lo interpreta como ausencia de dolor)
6.- Una vez que el animal no patalea mas, se deja por varias horas en coccion y se le agrega lo que usted quiera y se come esa delicia, acompañada de una gran cantidad de ron o cerveza, ingerida durante la espera
Asi se celebra esta "tradicional costumbre" de la Semana Santa en nuestro pais.
En mi casa despues de ver ese espectaculo se prohibio comer el famoso cuajado de morrocoy y mi mama "gran disponedora" lo hace igual, pero cambiandole el quelonio por carne mechada y queda exquisito. Total el morrocoy no sabe a nada, es como la chayota, sabe a lo que le pongan.
Se que despues de esta lectura no se les ocurrira comer pastel de morrocoy nunca mas y este es mi aporte para la preservacion de este bello y apacible animalito de nuestros llanos y silente compañero de muchas casas venezolanas
1 comentario:
Que bueno tu articulo Jesús. Te felicito
Los Núñez Maduro
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