miércoles, 3 de septiembre de 2014

UN MÁRTIR DE LA IMPRENTA DE VENEZUELA



Eumenes Fuguet Borregales (*)
Desde 1790, por iniciativa del licenciado valenciano Miguel José Sanz y de Francisco Espejo, miembros fundadores del Colegio de Abogados de Caracas, propusieron traer a Venezuela la primera imprenta, sin que llegase a materializarse tan importante idea. Nuestro siempre precursor Francisco “libertad” Miranda compró en Nueva York una imprenta al señor George Hopkins, cuyo operario era el teniente norteamericano de treinta años Miles Hall, imprenta que trajo a bordo de la corbeta Leander e inició su periplo emancipador cuando salió el 2 de febrero de 1806 desde el puerto de Nueva York. Durante la travesía, Hall y cuatro operarios imprimieron unas dos mil proclamas que serían distribuidas en Venezuela.
 Miranda llegó al puerto haitiano de Jacmel, donde el 12 de marzo izó en el mástil del Leander la bandera de la redención e hizo prestar juramento a la tripulación, todos extranjeros, allí se le incorporaron las goletas Bee y Bachus; partieron el 28 de marzo del puerteo haitiano. El 27 de marzo de 1806, los navíos Bee y Bachus fueron capturados frente a Ocumare de la Costa, las autoridades españolas ordenaron ejecutar a los oficiales entre los que se encontraba el teniente Hall, el resto de la tripulación fue enviada a la prisión Cartagena de Indias.
En el castillo San Felipe de Puerto Cabello fueron ejecutados el 21 de julio de ese año; en el patíbulo al lado de los mártires, les colocaron la bandera  diseñada por Miranda como muestra de escarmiento, por cierto el capitán de la nave Bachus, Thomas Dunahue, antes de ser ajusticiado, dijo proféticamente: “Adiós para siempre, dentro de poco tiempo, seremos vengados”.
Miranda con mejor suerte, lanzando al mar mucha carga integrada por armamento y logística para aligerar la embarcación, pudo enrumbarse hacia la isla de Trinidad, llevando consigo la imprenta, la cual dejó, para reforzarse  con naves y tropa inglesa y expedicionar luego sobre las costas corianas. Llegó el 3 de agosto de ese año a la Vela de Coro, donde izó por primera vez en Venezuela su bandera en el fortín San Pedro; siguió a Coro, donde el día 4, de nuevo colocó la bandera en lo alto de la iglesia parroquial, hoy Catedral y leyó su proclama a la escasa población que lo esperó, por cuanto las autoridades españolas ordenaron evacuar la ciudad con anterioridad. Miranda tuvo que regresar a Trinidad  para continuar hacia Inglaterra.
El español Francisco González Linares, radicado en Caracas, sirvió de mediador entre las autoridades y los ingleses Mateo Gallager (dueño de la imprenta) y Jaime Lamb, radicados en Trinidad, quienes trajeron el 23 de septiembre de 1808 a Venezuela la primera imprenta con cuatro operarios (esclavos expertos), la cual tuvo como primer redactor de la Gaceta de Caracas a partir de octubre de ese año, al insigne Andrés Bello.
A Cumaná llegó la imprenta en 1810, y a Valencia en 1812. Nuestra primera Constitución, sancionada el 21 de diciembre de 1811, estableció la libertad de prensa en su artículo 181. El Libertador trajo de Haití en su Expedición de los Cayos una imprenta, la cual cayó en manos de los realistas, cuando desembarcó en Ocumare de la Costa el 14 de julio de 1816, coincidencialmente el mismo día de la muerte de Miranda por cólera en la prisión de La Carraca en Cádiz.
El 1ro de septiembre de 1817, Bolívar desde Angostura le escribió al ilustre ciudadano Fernando Peñalver: “Negocie en Las Antillas una imprenta, porque ella es tan útil como los pertrechos y es la artillería del pensamiento”.
Gracias a esa negociación, Peñalver envió desde Trinidad la imprenta con la cual se imprimió a partir del 27 de junio de 1818 el semanario “El Correo del Orinoco” en español, inglés y francés; recordando esa fecha, conmemoramos el “Día del Periodista Venezolano”.
En Puerto Cabello se encuentra desde el año 1896, un monumento construido durante el gobierno del general Joaquín Crespo, denominado “El Águila”, dedicado a la memoria de los diez oficiales que acompañaron a Miranda en su empresa precursora y fueron ejecutados, entre ellos el teniente Miles Hall, un mártir de la imprenta en Venezuela, en realidad no es un águila sino un cóndor.
Historia y Tradición
(*) Gral. De Bgda.                                                                                Churuguarero777@gmail.com
@eumenesfuguet

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