viernes, 5 de octubre de 2012

Una larga historia


GERARDO BLYDE

Todo está listo para que escribamos las próximas páginas de nuestra historia. ¡Llegó la hora de votar!

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Resulta harto interesante revisar nuestra historia electoral, justo a las puertas del proceso de elección presidencial más importante que viviremos los venezolanos de esta época. Las implicaciones que tendrá para el futuro de nuestra Venezuela son gigantescas y sin duda cruciales.

En la primera elección de este período democrático, en 1958, los resultados dieron ganador a Betancourt con el 49.18% de los votos, Larrazábal obtuvo el 34,61% y Caldera 16,21%. Si los dos últimos se hubieran unido, le habrían ganado a Betancourt por menos de 1%. Asombra el porcentaje de abstención: apenas 10,40% de los electores. Nacía la democracia y había en el pueblo ganas de votar, de decidir su futuro.

En 1963, Leoni ganó con el 32,81% de los votos, Caldera obtuvo 20,19%, Jóvito Villalba 18,89%, Arturo Uslar 16,08% y Larrazábal 9,43%. Casi el 70% de los electores se expresó por opciones distintas al ganador, empero, al no existir segunda vuelta en nuestro sistema electoral, todos aceptaron los resultados. Seguía el fervor por participar y la abstención disminuyó a sólo un 7,79%.

En 1968, todas las encuestadoras daban por ganador indiscutible a Gonzalo Barrios. Los resultados dieron la victoria a Rafael Caldera con apenas el 29,13%. Barrios obtuvo 28,29%. Burelli Rivas 22,22% y el maestro Prieto Figueroa 19,34%. La diferencia entre el primero y el segundo fue de apenas un 0,89%. Todos reconocieron el resultado. La abstención fue de un increíble 3,27%.

Llegó 1973. Carlos Andrés Pérez alcanzó un sólido 48,76%, venciendo a Lorenzo Fernández, quien obtuvo un 36,70% de apoyo. Hubo una verdadera polarización arrastrando a los demás candidatos a cifras de un solo dígito: Paz Galarraga 5,07%, José Vicente Rangel 4,26% y Jóvito Villalba 3,07%. La abstención registrada fue de 3,48%.

En 1978, Herrera Campins venció a Luis Piñerúa 46,64% a 43,31%. La diferencia fue de solo 3,33%. Las encuestas de la época daban mayoritariamente ganador a Piñerúa, sólo unas pocas predijeron que Herrera podría ganar. Los adecos reconocieron su derrota. José Vicente Rangel obtuvo 5,18% de los votos. La abstención creció a 12,45%.

Jaime Lusinchi significó el regreso de Acción Democrática al poder, ganando la contienda de 1983 con el 56,72% de los votos. Fue la primera vez que el candidato ganador superaba la barrera del 50%. Caldera, que aspiraba su reelección, obtuvo el 34,54%. La izquierda, que fue dividida, obtuvo con Teodoro Petkoff 4,17% y con José Vicente Rangel 3,34%. La abstención fue de 12,25%.

En 1988, Carlos Andrés Pérez aspiró a ser reelecto y lo consiguió con el 56,72% de los votos. Eduardo Fernández lo secundó con 40,40% y Petkoff sólo obtuvo el 2,71%. La abstención creció a 18,08%.

La elección de 1993 fue muy significativa. Los resultados señalaron lo que estaba ocurriendo en el pueblo venezolano. Caldera obtuvo su reelección con apenas el 30,46% de los votos. La abstención fue de 39,84%. Otros 3 candidatos llegaron casi juntos a los siguientes lugares: Claudio Fermín 23,60%, Álvarez Paz 22,73% y Andrés Velásquez 21,95%. El verdadero ganador de la contienda fue la abstención.

En 1998 todos los estudios de opinión en un inicio daban ganadora a Irene Sáez. Durante la campaña los números y los apoyos fueron variando. Chávez se convirtió en el ganador con un 56,20% de los votos, Salas Römer obtuvo un 43,80% y la abstención se mantuvo muy alta en un 36,50%.
En las elecciones del año 2000, la oposición cometió el inmenso error de apoyar la candidatura de Arias Cárdenas, quien obtuvo apenas un 37,52% para una cómoda victoria de Chávez con 59,76%. Sin embargo la abstención creció a 43,60%, cifra histórica. Quienes no votaron decidieron la suerte del país.

Rosales asumió la necesaria vuelta al ruedo electoral en 2006
, obteniendo un 36.91% de los votos, en una campaña muy corta pues lograr la unidad opositora tardó. Chávez ganó con 62,85% y la abstención bajó a 25,31%. Veníamos de otro error: el retiro de las elecciones parlamentarias. El esfuerzo de Rosales nos repuso en el camino correcto, que llevó al éxito electoral en las parlamentarias del 2010.

Esta es nuestra historia en elecciones presidenciales. Lo que ocurrirá este domingo depende de cada uno de nosotros. Cuando alguien a futuro haga el resumen de lo que sucedió el 7 de octubre de 2012, cada venezolano que vote habrá sido parte de ello. También quedará para la historia -y nos marcará- el comportamiento de los candidatos enfrentados aceptando con entereza y dignidad lo que el pueblo ordene. Ya todo está listo para que escribamos las próximas páginas de nuestra propia historia. ¡Llegó la hora de votar!

gblyde@gmail.com / @GerardoBlyde
  EL UNIVERSAL
viernes 5 de octubre de 2012  

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