domingo, 23 de noviembre de 2014

“Un paladín en contra de la malaria” Arnoldo Gabaldón y el paludismo

Daniel Sánchez Silva*


Es una lástima que en la Venezuela del siglo XXI se haya recrudecido la malaria, luego de haber sido erradicada. El ministerio de sanidad abandono los programas exitosos de Gabaldon y ahora estamos pagando las consecuencias
     

Daniel Sánchez Silva El paludismo o malaria es una enfermedad parasitaria cuyo agente causal es el “plasmodium”, un protozoario que ataca el glóbulo rojo alojándose en él y posteriormente destruyéndolo. El vector o agente que porta al parásito es un zancudo denominado “anopheles”. La sintomatología por lo general es de una fiebre alta, seguida de escalofríos, nauseas, vómitos, dolor de cabeza y hemorragias que por lo general conducen a la muerte.
En Venezuela el paludismo se encontraba entre las principales causas de muerte en el país, tenemos citas interesantes desde la colonia hasta el siglo XIX. Para el año 1936, era la tercera causa de muerte del país superada solamente por la tuberculosis y la gastroenteritis. Ese año se reportaron 2224 muertes por esta enfermedad, tomando en cuenta que la población del país era de 3.463.000 habitantes, la cifra era alarmante.
Sin embargo, un joven médico venezolano graduado en la UCV, sería becado para especializarse en los Estados Unidos en todo lo referente a al paludismo, enfermedad que desangraba a su nación. Uno de los grandes inconvenientes para el progreso del país hacia el sur y hacia las zonas montañosas era esta terrible enfermedad que diezmaba a los trabajadores y ocasionaba el éxodo hacia la capital. El mismo Miguel Otero Silva en su novela “Fiebre” hace que el protagonista muera de fiebre palúdica construyendo las carreteras de la época gomecista.
gabaldon_arnoldo_4El Dr. Gabaldon rápidamente se incorpora al Ministerio de Sanidad al frente de la lucha antimalárica. Se entrenan cuadrillas para combatir el mosquito, se da educación a la población, se trata de sanear el medio rural proponiendo que no se construyan casas de bahareque con techos de paja pues propiciaban el crecimiento del anopheles. Estas medidas habían logrado disminuir las muertes por paludismo, pero aún seguía siendo la tercera causa de muerte llegando a una cifra de 1458 muertos para el año de 1944.
Para el año 1945, Gabaldón, quien estaba muy vinculado con la lucha antimalárica a nivel mundial, logra traer el insecticida DDT a Venezuela, y de esta manera se da comienzo a la etapa más gloriosa de la lucha contra el paludismo. Par este año el Ministro de Sanidad era el Dr. Félix Lairet (h) quien le dio carta blanca a Gabaldon para emprendiera su cruzada. El Dr. Enrique Tejera, quien era el presidente del estado Carabobo, propuso que se fuera este el primero en ser rociado con DDT.
Se organizaron las cuadrillas para rociar el DDT en todo el país, se educó a la población sobre los hábitos higiénicos. Del exterior llegaron diferentes delegaciones para estudiar el éxito de Gabaldón sobre el paludismo, y se entrenó a diferentes sanitaristas extranjeros para replicar la experiencia de Venezuela en sus países, esto último en la escuela de Malariología creada por el mismo Gabaldón.
El éxito de la campaña fue tal que entre los años 1945 al 1958 se redujo la mortalidad por paludismo de 1094 en 1945 a solo 3 muertes para 1958. Para el período 1958-1963 Gabaldón fue ministro de Sanidad y mantuvo siempre los programas de la lucha antimalárica. En los dos últimos años de su gestión como ministro no hubo ningún caso de muerte reportada por paludismo, y la enfermedad salió de las estadísticas de las causas muertes de los venezolanos.
Realmente, Arnoldo Gabaldón fue un paladín de la lucha antipalúdica venezolana. Si habría que rendirle un homenaje a un verdadero héroe civil, no dudaría en pensar en él. Gracias a su equipo, Venezuela pudo avanzar hacia el progreso. Se logró la conquista del sur, se construyeron las ciudades industriales, ya los mineros y obreros no morirían de paludismo. Un verdadero héroe cuyas armas fueron la inteligencia, un buen equipo de trabajo, la capacidad de gerenciar y el DDT.
Es una lástima que en la Venezuela del siglo XXI se haya recrudecido la malaria, luego de haber sido erradicada. El ministerio de sanidad abandono los programas exitosos de Gabaldón y ahora estamos pagando las consecuencias. Quizás haga falta el talento de hombres probos, especializados y capacitados para dirigir un programa de salud. Hombres a los cuales les importe más la salud de la población que los compromisos políticos para conservar el poder.
NOTA: las cifras citadas en este artículo fueron tomadas de los anuarios epidemiológicos y de estadística vital del Ministerio de Sanidad.

*Medico – Cirujano UCV. Especialista en Anestesiología, Medicina Crítica CMC, Gerencia de servicios de Salud UCAB. Maestría de Historia de Venezuela UCAB. Anestesiólogo del Hospital Vargas de Caracas. Profesor de Historia de la Medicina Facultad de Medicina UCV. Individuo de numero sillón 1 de la sociedad Venezolana de Historia de la Medicina
Tomado de:@CodigoVenezuela
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