martes, 26 de febrero de 2013

Doctor Miguel Pérez Carreño, eminente galeno valenciano


Eumenes Fuguet Borregales (*

 Los principales centros de atención hospitalaria que se encuentran en Caracas, se honran eternizar la memoria de tres ilustres galenos carabobeños, ellos son: Dr. José Manuel de los Ríos (Hospital de Niños), valenciano (1826-1914), fundó el  primer hospital  en Venezuela para niños de escasos recursos. Dr. Carlos Arvelo Guevara, nacido en Guigue (1784-1862), Primer Médico Militar Venezolano del Ejército libertador, nombre dado el 14 de octubre de 1974 al Hospital Militar ubicado en la Urbanización San Martín, y Miguel Pérez Carreño, de quien nos referiremos en esta oportunidad. Nace en Valencia el 28 de septiembre de 1904, del matrimonio del médico y abogado Luís Pérez-Carreño (1866-1932) nacido en Montalbán y de la valenciana Doña Encarnación Espinal. En su ascendencia está emparentado por parte de la familia Carreño  con Simón Rodríguez, “Samuel Robinson”, el Maestro y amigo del Libertador y de nuestra gran pianista Teresa Carreño. Realiza estudios en el Colegio Bouquet y en el conocido Colegio Federal de Valencia; obtiene en la Universidad Central de Venezuela el título  de Doctor en Ciencias Médicas  en octubre de 1926, con su tesis de grado: “Auto seroterapia de los derrames”.

Miguel Pérez Carreño destaca como docente; en 1927 es designado jefe de los trabajos prácticos de anatomía topográfica y medicina operatoria; profesor (interino) de anatomía descriptiva en 1930; buscando la superación profesional viaja por dos años a partir de 1933  hacia Nueva York, Paris y Viena. El joven galeno a su regreso se esmeró en realizar  investigaciones y descripciones del síndrome colo-pericolo-apendicular de origen parasitario, importante trabajo que fue tomado en cuenta por la Academia Nacional de Medicina.  Es nombrado en 1937 jefe de Clínica Quirúrgica; Decano de la Facultad de Medicina en 1940; profesor por concurso de clínica quirúrgica I y finalmente profesor titular de la misma Cátedra en 1945.
La docencia la alternó con el ejercicio de su profesión en la Policlínica de Caracas y en el Grupo Médico Bucaral. Como cirujano con excelente preparación, era muy solicitado para intervenciones consideradas de alto riesgo, por primera vez realizaba este tipo de actividad quirúrgica, pudiendo mencionar entre tantas: la resección del nervio pre-sacro en el tratamiento de las neuralgias pelvianas en 1929; la operación de "Marion" modificada; la resección del recto con ano contranatura definitivo en 1932; el homoinjerto del ovario en 1936; la nueva técnica del bloqueo linfático en los procesos infecciosos, realizado con electro bisturí asociado a la terapéutica con las sulfamidas en 1938. En centros hospitalarios tales como el Hospital Vargas y el Hospital Universitario,  se desempeñó como: jefe de trabajos prácticos de anatomía descriptiva y Medicina operatoria, jefe de la Clínica Quirúrgica, igualmente fue designado Decano de la Facultad de Medicina. La ilustre Academia Nacional de Medicina lo recibió el 6 de mayo de 1954 como Individuo de Número, asignándole el Sillón XXIV.
Le correspondió a este paisano fundar la Sociedad Venezolana de Cirugía y el Departamento de Investigaciones y Cirugía Experimental de la Cátedra Clínica y Terapéutica de la Facultad de Medicina de la UCV,  y los servicios de Cirugía del Hospital de Niños J.M. de los Ríos, y del leprocomio de Cabo Blanco, sitio ubicado en el litoral guaireño, donde trabajó el sabio doctor Jacinto Convit durante quince años. El Dr. Miguel Pérez Carreño fue miembro del Colegio Americano de Cirujanos, la Sociedad Internacional de Cirugía y de los Colegios de Médicos de Anzoátegui, Carabobo y Miranda. Publicó más de cien investigaciones científicas y una obra de cinco tomos relacionada con la Patología y Clínica Quirúrgica.
Desarrolló valiosas investigaciones en la  lucha contra el cáncer. Casado en Nueva York con Camila de Hagdorn, procrearon  tres hijos, uno de ellos de la misma  y noble profesión del abuelo y padre.  Fallece el insigne galeno carabobeño en Caracas el 22 de junio de 1966; en su honor, el hospital perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, inaugurado el 27 de enero 1970 ubicado el sector El Pescozón cerca de Antímano al oeste de Caracas,  Promoción de Médicos egresada en 1967 y el Hospital Oncológico de Valencia se honran llevar su nombre, cuya existencia la dedicó en beneficio de la salud, al trato sencillo y humano con los pacientes, la investigación, la docencia  y  de la divulgación científica.
(*) Gral. de Bgda                                                                                              churuguarero77@gmail.cm
                                                                                                                                            @eumenesfuguet
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 Historia y Tradición


Doctor Miguel Pérez Carreño, eminente galeno valenciano


 Eumenes Fuguet Borregales (*)
Los principales centros de atención hospitalaria que se encuentran en Caracas, se honran eternizar la memoria de tres ilustres galenos carabobeños, ellos son: Dr. José Manuel de los Ríos (Hospital de Niños), valenciano (1826-1914), fundó el  primer hospital  en Venezuela para niños de escasos recursos. Dr. Carlos Arvelo Guevara, nacido en Guigue (1784-1862), Primer Médico Militar Venezolano del Ejército libertador, nombre dado el 14 de octubre de 1974 al Hospital Militar ubicado en la Urbanización San Martín, y Miguel Pérez Carreño, de quien nos referiremos en esta oportunidad. Nace en Valencia el 28 de septiembre de 1904, del matrimonio del médico y abogado Luís Pérez-Carreño (1866-1932) nacido en Montalbán y de la valenciana Doña Encarnación Espinal. En su ascendencia está emparentado por parte de la familia Carreño  con Simón Rodríguez, “Samuel Robinson”, el Maestro y amigo del Libertador y de nuestra gran pianista Teresa Carreño. Realiza estudios en el Colegio Bouquet y en el conocido Colegio Federal de Valencia; obtiene en la Universidad Central de Venezuela el título  de Doctor en Ciencias Médicas  en octubre de 1926, con su tesis de grado: “Auto seroterapia de los derrames”.
Miguel Pérez Carreño destaca como docente; en 1927 es designado jefe de los trabajos prácticos de anatomía topográfica y medicina operatoria; profesor (interino) de anatomía descriptiva en 1930; buscando la superación profesional viaja por dos años a partir de 1933  hacia Nueva York, Paris y Viena. El joven galeno a su regreso se esmeró en realizar  investigaciones y descripciones del síndrome colo-pericolo-apendicular de origen parasitario, importante trabajo que fue tomado en cuenta por la Academia Nacional de Medicina.  Es nombrado en 1937 jefe de Clínica Quirúrgica; Decano de la Facultad de Medicina en 1940; profesor por concurso de clínica quirúrgica I y finalmente profesor titular de la misma Cátedra en 1945.
La docencia la alternó con el ejercicio de su profesión en la Policlínica de Caracas y en el Grupo Médico Bucaral. Como cirujano con excelente preparación, era muy solicitado para intervenciones consideradas de alto riesgo, por primera vez realizaba este tipo de actividad quirúrgica, pudiendo mencionar entre tantas: la resección del nervio pre-sacro en el tratamiento de las neuralgias pelvianas en 1929; la operación de "Marion" modificada; la resección del recto con ano contranatura definitivo en 1932; el homoinjerto del ovario en 1936; la nueva técnica del bloqueo linfático en los procesos infecciosos, realizado con electro bisturí asociado a la terapéutica con las sulfamidas en 1938. En centros hospitalarios tales como el Hospital Vargas y el Hospital Universitario,  se desempeñó como: jefe de trabajos prácticos de anatomía descriptiva y Medicina operatoria, jefe de la Clínica Quirúrgica, igualmente fue designado Decano de la Facultad de Medicina. La ilustre Academia Nacional de Medicina lo recibió el 6 de mayo de 1954 como Individuo de Número, asignándole el Sillón XXIV.
Le correspondió a este paisano fundar la Sociedad Venezolana de Cirugía y el Departamento de Investigaciones y Cirugía Experimental de la Cátedra Clínica y Terapéutica de la Facultad de Medicina de la UCV,  y los servicios de Cirugía del Hospital de Niños J.M. de los Ríos, y del leprocomio de Cabo Blanco, sitio ubicado en el litoral guaireño, donde trabajó el sabio doctor Jacinto Convit durante quince años. El Dr. Miguel Pérez Carreño fue miembro del Colegio Americano de Cirujanos, la Sociedad Internacional de Cirugía y de los Colegios de Médicos de Anzoátegui, Carabobo y Miranda. Publicó más de cien investigaciones científicas y una obra de cinco tomos relacionada con la Patología y Clínica Quirúrgica.
Desarrolló valiosas investigaciones en la  lucha contra el cáncer. Casado en Nueva York con Camila de Hagdorn, procrearon  tres hijos, uno de ellos de la misma  y noble profesión del abuelo y padre.  Fallece el insigne galeno carabobeño en Caracas el 22 de junio de 1966; en su honor, el hospital perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, inaugurado el 27 de enero 1970 ubicado el sector El Pescozón cerca de Antímano al oeste de Caracas,  Promoción de Médicos egresada en 1967 y el Hospital Oncológico de Valencia se honran llevar su nombre, cuya existencia la dedicó en beneficio de la salud, al trato sencillo y humano con los pacientes, la investigación, la docencia  y  de la divulgación científica.
(*) Gral. de Bgda                                                                                               churuguarero77@gmail.cm
                                                                                                                                         @eumenesfuguet
 Historia y Tradición

miércoles, 20 de febrero de 2013

La Astrología en la Medicina Venezolana



Dr. Daniel José Sanchez Silva*
 La Astrología según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “Estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres”. Otra definición nos habla que es el estudio del cielo y de la influencia del cosmos sobre el hombre. Cualquiera que sea su definición, esta ciencia, o pseudociencia como muchos la han llamado, es muy antigua y podemos rastrearla hasta los orígenes de la civilización. Ya en el renacimiento la astrología se separa de la astronomía pasando a ser esta ultima una rama de la física y por lo tanto una ciencia formal.

A pesar de no ser considerada una ciencia por no aplicar el método científico y no ser exactos sus resultados, repetibles o demostrables. Millones de personas en el mundo entero creen en la influencia de los astros sobre sus vidas y que de alguna manera se encuentra escrito en el cielo su destino. Basta con encender la televisión un día cualquiera en la mañana y nos encontraremos cualquier cantidad de programas dedicado a los astros y signos zodiacales que nos predicen como estará nuestra jornada, y de vez en cuando nos aconsejan alguna formulas y ritos para mejorar alguna “traba”. Por los general todos los medios de comunicación dedican en algún momento, un espacio para la astrología. Calendarios lunares en la radio, horóscopos en revistas y periódicos y por supuesto en internet.

No es el objetivo de este articulo criticar la astrología ni a las personas que creen en ella, sino destacar el hecho de que se encuentra presente y arraigado en la población en general. Durante la época que hice mi pasantía rural en Caucagua estado Miranda, y me toco lidiar con todo tipo de iluminados, brujos, consejas, sanadoras y pare usted de contar, que forman parte de nuestra cultura popular. Aun hoy en día nos encontramos paciente que portan amuletos, escapularios, protecciones, etc. Para que no les “caiga” algún tipo de mal.

Volviendo a la astrología, tengo dos anécdotas que quisiera comentar: la primera me ocurrió un día en el cual me llaman a las 3 de la tarde para ver la posibilidad de si yo podía dar anestesia para una cesárea a las 4 am. Mi respuesta fue de admiración e interrogación ¿Por qué una cesárea a las 4 am si eran las 3 pm? ¿Porque no hacerla ahora? La respuesta fue que el padre del niño es astrologo y deseaba que naciera a esa hora para que el mismo tuviera buena fortuna. Solo por curiosidad accedí a realizar la anestesia y de paso hable un largo rato con el padre del niño quien me explico los motivos de su solicitud. El astrologo tenia un extraño papel en la mano lleno de círculos y líneas el cual me dijo que era la carta astral de su hijo recién nacido.

Otro hecho anecdótico que me ocurrió fue una vez que estaba citada una paciente para una operación de prótesis mamarias, y nos encontrábamos todo el equipo quirúrgico esperando a la paciente la cual no aparecía. A los minutos llama a su cirujano y le explica que no iría a la intervención, debido a que había hablado a su astrologo y este le aconsejo que no se operara pues ese día no le favorecían los astros.

 Sea o no una ciencia, la astrología existe y esta allí desde hace miles de años y al parecer continuara pues es parte de la cultura de la humanidad. Pienso que debemos respetar todas las manifestaciones culturales y religiosas de los demás, porque en cierta forma es una manera de reconocerlos y de acercarnos al otro. Como medico me ha tocado ver a pacientes con manifestaciones culturales las cuales muchas veces no comparto pero que sin embargo respeto, pues mi deber es atender al enfermo sin distinción de raza, sexo, condición social, cultural o religiosa.
A propósito Cual es tu signo?

Anestesiología – Medicina Crítica

e-mail: danielsanchez24@Yahoo.com

domingo, 17 de febrero de 2013

“EL FATAL SITIO DE LA PUERTA”

Eumenes Fuguet Borregales (*)
 La balanza de la emancipación, tuvo dos sitios antagónicos: la Gloriosa Sabana de Carabobo donde el 28 de mayo de 1814 Bolívar derrotó al ejército del general Juan Manuel Cajigal y Niño, y  el 24 de junio de 1821,  a las fuerzas del general Miguel de La Torre y Pando, batalla denominada como “la decisiva”; en cambio en el sitio de La Puerta, cerca de San Juan de Los Morros, la suerte fue adversa en tres ocasiones para las fuerzas republicanas
La primera derrota, sucede el 3 de febrero de 1814, cuando el temible asturiano José Tomás Boves, procedente de la población de Calabozo, con 3400 llaneros venezolanos, la mayoría de caballería, combate contra el valeroso comandante español Vicente Campo Elías y sus 1800 soldados;  jefe incorporado a las fuerzas de Bolívar en Mérida en mayo de 1813; Campo Elías no pudo contra las acometidas realistas; en esa acción Boves resultó gravemente herido;   sus fuerzas se movilizan hacia La Victoria
El segundo revés, ocurre el 15 de junio de 1814, cuando Boves recuperado de las heridas, se enfrenta con 4000 lanceros a caballo y 3000 infantes al ejército de Bolívar y Mariño integrado por 3000 efectivos. Bolívar apenas llegaba de Caracas con refuerzos, cuando observa que Mariño en vez de esperarlo en Villa de Cura, encontrándose en condiciones desventajosas presenta combate al ejército de Boves. El Libertador con sus fuerzas cansadas por el desplazamiento, se empeña en combate para salvar la situación, pero la caballería enemiga, arrolla  las fuerzas republicanas, retirándose en diferentes direcciones; en el funesto lugar mueren el ministro de hacienda, el prócer civil Antonio Muñoz Tébar, el coronel Ramón García de Sena y teniente coronel Manuel Aldao entre otros, igualmente son hechos prisioneros el coronel Diego Jalón, español en las filas patriotas, quien fue fusilado en Villa de Cura, y el joven capitán Pedro Sucre, hermano del futuro Mariscal de Ayacucho, fusilado por Boves en la población de La Victoria. Este combate facilitó la caída de la Segunda República.  Bolívar llega  el 17 de junio a Caracas para organizar la defensa contra el asturiano, movilizado inicialmente a Valencia  causando estragos a la población valenciana. Ante la inminente llegada del jefe realista a Caracas, el 7 de julio, en una mañana lluviosa se movilizan 20.000 personas de Caracas hacia Barcelona y Cumaná, protegidos por 1.200 efectivos, la historia denomina esta difícil situación vivida por la población civil como la “Emigración de Oriente”, verdadero calvario de la emancipación; de cada tres personas, una llegaba a su destino. Durante veinticinco días se desplazan a través de selvas, montañas, ríos y llanuras; mujeres, niños, ancianos y enfermo; sufrieron el acoso de la plaga, el hambre, la sed y el cansancio.  
El tercer fracaso sucedió cuando las fuerzas del Libertador se enfrentaron el 16 de marzo de 1818, en la quebrada Semen de La Puerta, a las del veterano jefe realista  general Pablo Morillo. Por parte de los republicanos resultaron con heridas: los generales Rafael Urdaneta, Pedro León Torres y José Antonio Anzoátegui; al inicio de las acciones,  Bolívar combatía exitosamente  contra el general Francisco Tomás Morales y cuando éste era perseguido, apareció Morillo con tropas frescas, cambiando la victoria inicial por una  lamentable pérdida,  Morillo quien a pesar de triunfar, resultó mal herido en la cadera de un lanzazo, tuvieron que trasladarlo a través del lago de Valencia para su atención en la “ciudad del Cabriales. Las derrotas enseñan a no doblegarse; Morillo decía que “Bolívar era más peligroso vencido que triunfador”; en su palabras finales del Manifiesto de Carúpano, el Libertador  dijo “Dios concede la victoria a la constancia”. El 24 de junio de 1921, al  cumplirse el primer centenario de la realización de la batalla de Carabobo, el presidente, general Juan Vicente Gómez, decretó la construcción del Arco de triunfo para honrar a los forjadores de la nacionalidad; igualmente al conmemorarse el 17 de diciembre de 1930, los cien años de la muerte del Libertador, el más grande de los venezolanos y americanos, el mismo Gómez, ordena la construcción del Monumento Alegórico, ubicado al Oeste del Arco de Triunfo, majestuosa obra donde se colocaron las rocas del fatal sitio de La Puerta, testigo mudo de tres acciones bélicas negativas para la causa emancipadora, reveses que sirvieron para fortalecer el espíritu de lucha y la voluntad de vencer, símbolo del valor espartano de los republicanos enfrentándose a fuerzas superiores en efectivos, mas no en patriotismo, soldados que no preguntaban cuántos son, sino donde están, ellos regaron con su sangre no perdida, los  caminos de la redención de los pueblos.
Historia y Tradición
(*) Gral. de Bgda.                                                                               churuguarero77@gmail.com
                                                                                                                                  @eumenesfuguet

jueves, 14 de febrero de 2013

EL COMPONEDOR*



   VICENTE GUERRERO BERNABEY                  

                                                        A mi amigo ALEXIS ORELLANA
                                                            A Barquisimeto mi pueblo

  Como todas las tardes mis pasos se dirigieron al lugar de los encuentros, los amigos ya reunidos en la mesa habitual  en amena conversación. “Habla con  el viejo...” fue la respuesta al saludo, “te espera…” respondió otro  señalando al solitario que saboreaba su café a sorbos como paladeando recuerdos.  “¿Puedo?”,  expresaste con tu vos firme, a modo de saludo, de hombre acostumbrado  al dialogo circunstancial, ocasional, de curioso citadino que para mal de males   ejercía el oficio periodístico en un momento de los tantos momentos  poco recomendables. Lacónica fue la respuesta del viejo a la  pregunta,  “ …  arrime esa silla,  le brindo el café….”.   La taza se interpuso entre los dos y salieron del alma los recuerdos.

            “ … Un amigo me  asomo el recuerdo de “EL COMPONEDOR”  comenzando nomás este café en el momento que Ud. entraba. Cosas de viejo revivir historias que nadie quiere escuchar y como me contaron que disfruta y transmite historias de esta ciudad chata, calurosa, de rojos arreboles y larguísimo pasado, sentí interés en conocerlo mientras saboreaba este amargo. No podía dejar que el recuerdo se perdiera en la bruma de esta tarde.”

          —El COMPONEDOR, tipógrafo de oficio, cargó sobre sus hombros  imprentas que reproducían  paginas libertarias en el silencio de las noches. Doña MERCEDES más de una vez sacó coraje para superar el miedo que esas hojas escritas le producían.  Cuantas veces este hombre cargo grillos  y  paso días tras  las rejas   que   no  impedían  que esas hojas siguieran saliendo.

                 Con otros compañeros buscaba convencer a obreros tipógrafos a formar gremios y en esta tarea,  el poder, el sempiterno poder, allanaba  talleres, destrozaba maquinas,  equipos y algunos terminaban en oscuras celdas,….. pero  seguían y seguían, el miedo no los detenía.

                 El COMPONEDOR  era incansable, escribió “EL CERCO DEL HAMBRE”  que causo mas de un malestar en este pueblo,  tenía él y sus compañeros una razón de lucha: “LA LIBERTAD”,  tal como suena   mi buen amigo, “LA LIBERTAD” con mayúscula, así la  imprimían  con los “tipos” mas grande que sus “galeras” permitían”

              “----- ¿Qué le pasa amigo? Lo veo serio y como que en sus ojos……. ¿No será que estoy recordando a alguien que Ud. conoce?”

               Dio el último sorbo al café, apoyo la taza vacía en la mesa y en un acto de supremo respeto y cortesía como para no continuar clavando espuelas, me dejó con un tiempo que fue y es mío., que me  enorgullece,  lo vi dirigirse a la puerta,  me dijo adiós con la mano  y se  perdió  en la noche de Barquisimeto.    

   * Una historia real          
                                  
 VICENTE GUERRERO BERNABEY
 EDITOR REVISTA MEDICA RAZETTI
  vgbernabey@gmail.com                

sábado, 9 de febrero de 2013

Dr. Francisco Antonio Risquez, fundador de la Enfermería en Venezuela


Eumenes Fuguet Borregales (*)

En la población de Juan Griego nace el 10 de octubre de 1856 Francisco Antonio Rísquez, hijo de Jesús M. Rísquez y Fernanda Alfonso Boada; egresa doctorado en Medicina en la Universidad Central en 1876; al regresar a Margarita  fue elegido Diputado a la Legislatura del Estado, igualmente designado Miembro de la Facultad Médica. Ejerce en los valles de Barlovento y en Petare, cargos que alternaba con la docencia  en  la Facultad de Medicina de la Universidad Central; más tarde estará dirigiendo las de Patología general e Interna. Rísquez destaca por su interés en fomentar la preparación de los enfermeros, mejorando la capacidad asistencial de la Cruz Roja Venezolana. 
Con el doctor José Manuel de Los Ríos funda en 1888 la Clínica de Niños Pobres, primera de su tipo y en la redacción del periódico "Tributo a los Pobres". En ese mismo año ocupó la Vice-Rectoría de la Universidad Central de Venezuela. Un año más tarde pasó a desempeñar interinamente la Cátedra de Patología General e interna y reorganizó la Revista Científica de la Universidad. 
Junto con el Dr. Luís Razetti fundó en 1893 la Sociedad de Médicos y Cirujanos de Caracas y fue su primer Director. En 1894 nombrado delegado para representar a Venezuela en el Congreso Internacional de Medicina que se reunió en Roma. Con el valioso apoyo de los doctores Luis Espelozín y Luis Razetti, crean en 1895 la creación de las tres Clínicas Madres para la enseñanza en el Hospital Vargas: Práctica de la Medicina, la Cirugía y la Obstetricia. Ejerció interinamente el cargo de Rector de la Universidad Central de Venezuela. 
En 1896 promovió la fundación de la Sociedad Médico Farmacéutica de Socorros Mutuos, así como también la del periódico del Colegio de Médicos. Presidió la comisión encargada de redactar el Código de Instrucción Pública. Desempeñó en 1898 en forma interina la Cátedra de Medicina Legal y Toxicología; escribe  "El Manual de Medicinal Legal". En 1899 fue nombrado Miembro del Consejo Municipal del Distrito Federal. Miembro de la junta de Higiene y Salubridad; Director de Higiene del Distrito Federal; creó la declaración obligatoria de las enfermedades contagiosas y la estadística demográfica. Participa en 1900 en el Congreso Internacional de Médicos reunido en Francia, presenta su  estudio "El verdadero papel patogénico de los microbios". 
En 1901 es Cónsul General de Venezuela en Madrid. En 1902 obtiene su revalida en la Universidad de Madrid; funda en Málaga un Centro Policlínico, la Liga Anti tuberculosa. La Real Academia de Medicina de Madrid le nombra Miembro, la Academia Médico Quirúrgica de Madrid lo recibe Individuo de Número; igual distinción recibe de la Sociedad Española de Higiene; la Cruz Roja Española le concede la Medalla de Oro. En 1908 es nombrado Cónsul en Barcelona. En 1909 el Gobierno de la República le nombra Encargado de Negocios en España y en 1910 regresa a Caracas para desempeñar la Cátedra de Patología General. Al año siguiente redacta una Memoria Oficial sobre "El paludismo en Venezuela". El 1913 viaja nuevamente para Europa y regresa luego a Caracas para encargarse de la Dirección de la recién fundada Escuela de Enfermeras. 
En 1897 fue condecorado con la Medalla de Institución Pública y formó parte del Jurado para el primer concurso del Internado y al Externado del Hospital Vargas. Durante 1914 dirige la "Revista de Instrucción Pública", desempeña la Cátedra de Terapéutica Clínica y la Jefatura del Servicio de Medicina anexo. A fines de ese año, obtiene su jubilación de la Universidad Central. En los años siguientes, sigue representando a Venezuela en diversos Congresos Internacionales. En 1916 es elegido Presidente de la Academia Nacional de Medicina. A pesar de haber sido jubilado, vuelve a la Cátedra de Patología General y Médica. En 1920 es elegido Director de la Escuela de Medicina y de inmediato procede a reformarla y a reglamentarla, creando además, laboratorios y gabinetes para la enseñanza práctica. Rísquez debe ser considerado como el creador de la higiene del trabajo, ya que en 1922 fue el primero en iniciar conferencias públicas en los centros de obreros. En 1928 es Jefe del Dispensario Antituberculoso de Caracas. En 1935 es Rector de la Universidad Central de Venezuela. En 1936 es declarado Huésped de Honor del Congreso Médico de Río de Janeiro. En 1941 fallece en Caracas el 10 de julio; Restos  reposan en el Panteón Nacional desde el 8 de octubre de 1997.
(*) Gral. de Bgda.                                                                       churuguarero77@gmail.com
                                                                                                                        @eumenesfuguet