miércoles, 11 de julio de 2012

MONUMENTOS CONMEMORATIVOS A LA BATALLA DE CARABOBO MONUMENTOS CONMEMORATIVOS A LA BATALLA DE CARABOBO MONUMENTOS CONMEMORATIVOS A LA BATALLA DE CARABOBO

     Eumenes Fuguet Borregales (*)
Luego del extraordinario triunfo de las armas republicanas en la inmortal sabana de Carabobo, el Congreso de Colombia, reunido el 23 de julio de 1821 en la Villa del Rosario de Cúcuta, decretó, que se levantara en el mismo campo, una COLUMNA ÁTICA, en honor al gran hecho histórico, donde se dio el nacimiento político de Venezuela; esa disposición no se cumplió, por los sucesos ocurridos desde esa fecha hasta 1830, cuando ocurrió la ruptura de la República de Colombia, conocida como Gran Colombia o Colombia La Grande, nacida en Angostura (hoy Ciudad Bolívar) el 17 de diciembre de 1819.
El Presidente (hoy gobernador) provisional del estado Carabobo, el doctor merideño Jerónimo Maldonado, ordenó en 1901, levantar en el excelso Campo, una Columna Ática, para cumplir con el decreto del Congreso de Cúcuta, este trabajo lo realizó la firma Roversi radicada en Valencia; el monumento fue derribado para construir el Arco Triunfal en 1921.
 El 21 de septiembre de 1887, por iniciativa del valenciano, el doctor Francisco González Guinan, el Ejecutivo, decretó erigir una COLUMNA DE MÁRMOL  en la plaza Bolívar de Valencia, en homenaje a la magna batalla; construida en Génova y Roma por Miguel Lucibabaza; el encargado de la presidencia de la República era el doctor Hermógenes López, natural de Naguanagua (quien también facilitó la traída de los restos del general en jefe José Antonio Páez desde Nueva York). El costo total de la obra fue de 220.000 bolívares e inaugurada con solemnidad el 24 de junio de 1889; en su diseño original contemplaba la colocación en la cúspide de una india, representando la libertad, pero el general Guzmán Blanco, quien se encontraba cumpliendo funciones diplomáticas en París, recomendó eliminar la india y colocar a Bolívar en actitud de hablar.
 En 1904, el presidente Cipriano Castro, ordenó levantar una columna en el sitio de la batalla, dedicada al triunfo de Carabobo, como una demostración de respeto y gratitud a los héroes de esa batalla; la obra la realizó en Múnich-Alemania el escultor Eloy Palacios, a un costo de 189.900 bolívares, teniendo como modelo a una alemana, colocada sobre la palma, conocida en Venezuela como la “Muñeca” y luego como la “INDIA DE EL PARAÍSO”, inicialmente se quería colocarla en el Campo de Carabobo, pero, quizás el presidente Gómez al ver a la india desnuda, prefirió ubicarla en la urbanización El Paraíso de Caracas, e inaugurarla el 28 de octubre de 1911 (día de San Simón).  Posiblemente la inspiración del escultor de colocar la india, se debe, según el ilustre médico y cronista Arístides Rojas, a las creencias indígenas, en la cual los dioses habitan en las palmeras. Con motivo del primer centenario de la batalla, el Presidente provisional Victorino Marques Bustillos, inauguró el 24 de junio de 1921,  el ARCO DE TRIUNFO, en el sitio donde estaba la Columna Ática instalada en 1901.
El 17 de diciembre de 1930, fecha centenaria de la muerte de Bolívar, se inauguró El MONUMENTO ESCULTÓRICO, ubicado cerca y al oeste del Arco del Triunfo; el Presidente Gómez dispuso que las piedras que sirven de base fueran traídas del fatal sitio de La Puerta, cerca de San Juan de los Morros, donde en tres ocasiones los republicanos fueron derrotados.
El 3 de julio de 1961, la inmortal sabana, fue declarada “Monumento Histórico Nacional”. El 24 de junio de 1971, con motivo de los 150 años de la realización del combate decisivo, se inauguraron: La Escolta de Banderas, en bronce, en honor al soldado venezolano, la avenida Monumental, el Diorama, El Mirador, la Tribuna Presidencial, la Tumba del Soldado Desconocido y el Salón Bolívar.  El 17 de diciembre de 1986, fue declarado “Sitio de Patrimonio Histórico Campo de Carabobo”; faltarían cuatro  monumentos para completar las glorias de Carabobo: el de la “Heroína Venezolana”, el del “Niño Héroe”, el del “Sacerdote” Anónimo” y el del “Abnegado Médico”, como un acto de alta justicia y reconocimiento a quienes contribuyeron a lograr nuestra emancipación.
Historia y Tradición
(*) Gral. de Bgda. 

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