viernes, 6 de mayo de 2011

CONMEMORAMOS EL 138 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JOSÉ ANTONIO PÁEZ

Dr. Rafael Arteaga R. (*)
A la edad de 83 años muere en su residencia de la Calle 20, numero 42 de la ciudad de Nueva York, el General en Jefe José Antonio Páez. Contaba 83 años para ese día 6 de Mayo de 1873. Fue el más longevo de todos los próceres de nuestra Independencia y como tal quien más actividad militar y política desarrolló.

Asistido por el médico A.K. Gardner, la causa de su muerte fue una bronconeumonía, enfermedad esta común en ancianos; probablemente adquirida en las semanas previas a su fallecimiento en el frío clima neoyorkino, durante sus paseos acostumbrados por parques de la mencionada ciudad.

Para el momento de entregar su vida, estaban a su lado, su hijo Ramón Páez Ricaurte y muchos emigrados políticos como él; la mayoría eran cubanos, que le amaron y le respetaron en vida, recordando la excelente disposición que mantuvo Páez de obedecer la escogencia que de él hizo el Libertador Simón Bolívar, para conducir y mandar una expedición a Cuba, con miras a consolidar la independencia de esa isla caribeña; y quisieron tributarle en sus últimos momentos una prueba de ese amor y ese respeto a que por tantos títulos era acreedor el anciano General venezolano.

Su cadáver fue embalsamado gratuitamente por el doctor Federico Gálvez.
En la prensa americana de ese día 6 de Mayo, aparece lo siguiente:

“Murió pobre, emigrado de su país natal, del suelo que libertó con su pujante lanza,, con el fuego de su corazón, y con la energía de su espíritu, ardiente como el sol que baña los inmensos llanos que fueron la cuna de este ilustre campeón de la independencia americana; como si la Providencia hubiese querido recibirle en su seno maternal, en los momentos de su muerte, en la misma condición humilde y sencilla en que le dió el soplo de vida en la ignota y pobre villa de Araure”.

Del libro de Tomás Michelena “Resumen de la Vida Militar y Política del Ciudadano Esclarecido, General José Antonio Páez” (Tipografia El Cojo, 1890) extraemos lo siguiente: Ayer por la mañana a las 10, los amigos personales del muerto, inclusive los doloridos, se reunieron en su última morada de la calle 20 del Este, para dar la última visita a sus restos.-A las diez y cuarto salió el féretro entre las lágrimas de los dolientes, y fue colocado en un sencillo carruaje tirado por dos caballos. Sobre el féretro había dos banderas americanas, una de las cuales, hecha de seda y terciopelo y hermosamente bordada en plata y oro, había sido presentada por el propio General Páez al Mayor A.E. P Green quien comandaba la tropa que escoltó al caudillo al buque que lo llevó a Venezuela , en la primera partida de esta ciudad a Venezuela”.-“El carruaje y el acompañamiento compuesto de una docena de coches, llegaron a la Iglesia Católica Romana de San Estevan (sic) a las diez y media de la mañana. Ya a esta hora estaba llena la hermosa iglesia por todas partes. El féretro fue llevado al pie del presbiterio y colocado sobre unas andas a cuyos lados había seis candelabros con velas encendidas. Sobre el ataúd había cuatro guirnaldas de flores, mientras a la cabeza y pies estaban colocadas en posición recta dos grandes cruces de flores siemprevivas” Posteriormente fueron llevados al Marble Cementery y “ depositados temporalmente en una bóveda a la espera de que el Gobierno y pueblo de Venezuela reclamaran los restos de aquel patriota para ser sepultados con honores militares”

* Médico pediatra, tataranieto del Prócer

No hay comentarios:

Publicar un comentario