Eumenes Fuguet Borregales (*)
Brillante presbítero, de clara inteligencia, carácter y de gran imaginación, tercer Arzobispo de Venezuela; digno servidor a la Patria y a Dios. Nacido en Barinas el 31 de mayo de 1775, hijo de Don Diego Méndez y Doña Gertrudis de la Barta y Fernández. Luego de recibir las primeras enseñanzas en el lar nativo, es enviado a Caracas en 1790 al Seminario Santa Rosa de Lima, para realizar los estudios superiores, pudiendo obtener luego de larga preparación y perseverancia, el titulo de bachiller, la licenciatura y maestro en filosofía, Derecho Canónico y Civil. Recibe en Mérida las primeras órdenes sagradas; por parte del Obispo de Caracas obtiene el presbiterato en 1797; su primer cargo lo ejerce en Barinas como Teniente Vicario. Gracias a su iniciativa y vocación observada por sus superiores, permiten su traslado a la Catedral Mérida hasta 1803, cuando el Obispo lo asciende a Provisor y Vicario General, cargo aprobado por el capitán general de Venezuela Manuel de Guevara Vasconcelos (1740-1807). El sacerdote Ramón Ignacio Méndez cumplió en Mérida una excelente labor docente en el Real Colegio de San Buenaventura; siendo recompensado en 1803 con el nombramiento de Rector de dicho centro de estudios; con esa actividad realizada hasta 1809, logra conferir grados mayores y menores en Filosofía, Teología y Cánones. En 1810 regresa a Mérida, año del memorable 19 de abril; la Junta Superior de Gobierno surgida en apoyo al movimiento caraqueño, lo designa Diputado por Guasdualito al Congreso que se reunió el 2 de marzo de 1811. El presbítero Ramón Ignacio Méndez con tal representación, el 5 de julio, aprueba la propuesta de independencia y uno de los firmantes del Acta respectiva firmó el Acta de Independencia. Llegó a ejercer la vicepresidencia del Congreso cargo que se turnaba entre los diputados. En 1812 luego de la pérdida de República es detenido en Barinas y llevado a los calabozos de Puerto Cabello, logrando su liberación a los pocos meses ante el avance exitoso del futuro Libertador en la el desarrollo de la Campaña Admirable. El sacerdote se interna en la selva de Casanare en 1814, incorporándose mas adelante al ejército llanero comandado por el "Centauro" Páez en la campaña realizadas en 1815 y 1816. Estará en Guayana en 1817 a las órdenes del sacerdote José Félix Blanco, prestando servicios en las Misiones del Caroní, integrada por veintidós comarcas indígenas con una población de veinte mil habitantes, proporcionando alimentos, caballos y animales de carga en apoyo a las operaciones militares en Guayana. Asistente como Diputado por Barinas al segundo Congreso reunido en Angostura el 15 de febrero de 1819. Este ilustre prelado fue designado de nuevo representante ante el Congreso a reunirse en Cúcuta en 1821. Nombrado en 1824 Arcediano de la Catedral de Caracas, al año siguiente es enviado a la Catedral de Bogotá con la designación de Maestrescuela. Monseñor Méndez era un acérrimo opositor a la Ley de Patronato Eclesiástico, postura que le traería futuros inconvenientes. El Libertador lo propone al Congreso para la Arquidiócesis de Caracas en reemplazo del Arzobispo Narciso Coll y Prat, solicitud aprobada y ratificada por el Papa León XII. En Mérida es consagrado el 18 de febrero de 1828 por el Obispo panameño Rafael Lasso de la Vega titular de la ciudad emeritense y amigo de Bolívar; el prelado Méndez ocupa el cargo en Caracas el 11 de mayo de 1828. Al mantener su inconformidad con la Ley de Patronato Eclesiástico de la Constituyente de Valencia, es expulsado del país hacia Curazao en 1830. A comienzos de 1831 le escribe a Páez: "En Venezuela la religión no conservaba su pureza, sus libertades y su jurisdicción, porque se acababa de profanar el Santuario, porque el gobierno se había erigido en maestro y director del culto, rehusado a oír los clamores del clero y del pueblo". Se le permite regresar en 1832; le correspondió consagrar en la iglesia de San Francisco de Caracas el 27 de noviembre de 1835 a Monseñor José Vicente de Unda como Obispo de Mérida. Las continuas oposiciones de monseñor Méndez, motivan a la Corte Suprema de Justicia en 1836 la nueva expulsión hacia Curazao. Se traslada a Bogotá, complicándose la salud a causa de fiebre al atravesar la sierra, allá escribe una emotiva Carta Pastoral dirigida a la feligresía, despidiéndose de su grey que lo admira y respeta: ".En fin hermanos e hijos nuestros muy amados, estad siempre firmes en la fe, vivid de la caridad; alimentad vuestra esperanza con la buenas obras, y recibid nuestra pastoral bendición como la prenda mas segura del cristiano amor que os profesamos". Fallece el 6 de agosto de 1839 en Villeta cerca de Bogotá, recibió por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas emotivos honores fúnebres. Su cuerpo permaneció enterrado en Bogotá hasta el 16 de diciembre de 1942, fecha de su ingreso al Panteón Nacional; augusto lugar donde se encuentran los venerados restos de los sacerdotes José Félix Blanco, José Vicente de Unda y Francisco Ibarra.
(*) Gral. de Bgda
eumenes7@gmail.com
Artículo publicado el: 19/05/10
Diario El Carabobeño
Historia y Tradición
adios muy buenas es muy largo
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