jueves, 28 de enero de 2010

Enrique Tejera

Centro de Investigación en Salud Pública "Dr. Jacinto Convit"
Sanare, mayo 2.009
Año 2 nº 6



Médico, investigador científico y político. Exiliado en París por haber
participado como dirigente estudiantil, en los sucesos universitarios de
1912. En Francia, tras servir en las ambulancias durante la Primera Guerra Mundial, obtiene el título de Médico Colonial en 1917. Sigue cursos de Bacteriología en el Instituto Pasteur de París, regresa a Venezuela en1918; graduándose como Doctor en Ciencias Médicas.

En Mene Grande y Trujillo descubre la existencia de las enfermedad de Chagas en Venezuela. En 1920 vuelve a Europa y realiza
investigaciones, que combina con una exitosa carrera profesional.

Publica numerosos trabajos en revistas médicas venezolanas y extranjeras y sus estudios sobre leishmaniasis, paludismo y los trasmisores de enfermedades tropicales, incluyendo la tripanosomiasis equina, le valen reconocimiento de instituciones extranjeras.

En 1924, llega a ser director del laboratorio de Microbiología
de la Sanidad Nacional, en el cual había comenzado su carrera sanitaria como exterminador de ratas, para luego ser preparador de bacteriología, ayudante de laboratorio, bacteriólogo y epidemiólogo (1924-1931).

Durante el gobierno del presidente Eleazar López Contreras, fue nombrado ministro de Salubridad, Agricultura y Cría a comienzos de 1936. Sin embargo, a los 15 días, gracias a un plan madurado durante años, separa Agricultura y Cría y organiza el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, demostrando particular acierto en la designación de sus colaboradores: Martín Vegas, Arnoldo Gabaldón, Leopoldo García Maldonado, José Ignacio Baldó, Julio Diez, Darío Curiel y otros notables sanitaristas.
A mediados del año 1936 renuncia al Ministerio de Sanidad, tras oponerse en una exposición ante el Congreso Nacional a una Ley de Defensa contra el Paludismo que según él, resultaría inútil y costosa.

A partir de febrero de 1945, presidente del estado Carabobo donde realizó una obra eficaz en materia de educación, cultura y sanidad; en ese año trajo a Venezuela, y aplicó en Morón por primera vez, el DDT.
Como consecuencia del 18 de octubre de 1945, se vio interrumpida
su gestión de gobierno.
Profesor de histología normal (1926) enla Universidad Central de Venezuela, el 3 de febrero de 1926 fundó cátedra de Patología Tropical.
En el campo de la investigación trabajó con éxito en la búsqueda
de antibióticos a partir de los hongos microscópicos. Durante
toda su vida Enrique Tejera compartió su incansable labor en la
investigación y el progreso normal y científico de la medicina venezolana, con la reflexión social y política.

Algunos cargos desempeñados por el doctor Tejera fueron:
Presidente del Ateneo de Caracas; Presidente de La Cruz Roja Venezolana; en 1936 fue nombrado Ministro de Sanidad y Asistencia
Social, Presidente y Director del Instituto Nacional de Higiene; ejerció
la Cátedra de Medicina Tropical de la UCV; fue MinistroPlenipotenciario en el Reino de Bélgica, Ministro de Educación Nacional, Director ad-honorem del Instituto de Cultura Popular, Ministro Plenipotenciario en las Repúblicas de Uruguay y Paraguay, Presidente del estado Carabobo, Presidente de la Federación Médica Venezolana, Presidente de la Confederación Médica Panamericana, Presidente de la Sociedad de Ciencias Naturales, Presidente del Centro Venezolano-Francés, entre otros.

Fue miembro de muchas sociedades científicas y recibió numerosas
distinciones honoríficas, entre éstas la Orden al Mérito en elTrabajo en su Primera Clase; Medalla de Instrucción Pública; Orden Francisco de Miranda; Gran Cordón de la Orden del Libertador; Medalla de Oro de la Federación Médica Venezolana; Gran Cordón de la Orden de la Corona de Bélgica; Gran Cordón de la Orden del Cóndor de Los
Andes-Bolivia; Comendador de la Orden Carlos Finlay de Cuba;
Comendador de la Orden do Cruzeiro do Sul Brasil; Oficial
de la Legión de Honor, Francia; Medalla Nocht del Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo, Alemania.

Con motivo del III Congreso Medico Social Panamericano en 1951
en Caracas, en el discurso inaugural expresó: “El paludismo
para Venezuela se trataba de un grave problema económico
y social, cada dos horas moría de paludismo un hombre!....
Antes de la campaña contra el paludismo se perdía todos los años por esa enfermedad 320.000.000 de bolívares, la lucha antipalúdica ha
logrado reducir la tasa de mortalidad de 160 a 100 y luego a
10,……si desde que se emprendió la campaña antipalúdica
se han gastado 60.000.000 y se han economizado 300.000.000, puede asegurarse que solo se ha tenido que invertirse en la lucha contra la malaria la quinta parte de lo que perdía anualmente la nación
por causa de la terrible enfermedad”.

El doctor Tejera falleció el día 28 de noviembre de 1980 a los 91 años.

yerena.geronimo@gmail.com

lunes, 25 de enero de 2010

Llegó Pacheco

Gerónimo Alberto Yerena Cabrera
Una de las tantas frases típicas caraqueñas es ésta. Desde el siglo XIX
esta expresión en el Valle de Caracas, predice que pronto comenzará el frío. Generalmente a finales de noviembre y principio de diciembre es cuando más se usaba, pero realmente es a finales de enero y la primera semana de febrero cuando más hace frío en nuestra ciudad, por lo menos desde mediados del siglo XX.
Para dilucidar quién era ese personaje que había logrado relacionar su nombre con la entrada del frío decembrino, Leoncio Martínez en su semanario humorístico Fantoches se le ocurrió hacer una encuesta con el propósito de encontrar el origen de ese nombre.
Leoncio seleccionó el relato que para él tenía más validez y credibilidad. Se comentaba de un veterano cultivador de flores de Galipan de nombre Antonio Pacheco, el cual al comenzar el frío bajaba regularmente desde el Avila a la capital, con un arreo de burros cargados de hermosísimas flores, para embellecer la ciudad, acompañado siempre de una copla que lo anunciaba en el camino, y así
alegrar el espíritu festivo del caraqueño.
Pacheco, representaba en ese entonces a la naturaleza, que forzaba con sus espontáneas floraciones a abandonar su refugio, para volcar en la ciudad aquel amoroso mensajes de flores de Galipan; fue y sigue siendo el representante de una tradición que aún perdura en nuestra ciudad.
Aquiles Nazca encontró en la tradición de Pacheco y su bajada del Avila una fuente para muchos de sus trabajos literarios, de los cuales el más divulgado es: “Qué hubo Pacheco”.
Cuando en Caracas hace frío una gran mayoría decimos: Hace Pacheco o llegó Pacheco, según la época.
Gerónimo Alberto Yerena Cabrera.
Yerena.geronimo@gmail.com

Bibliografía revisada.
Juan J. Verde M. Caracas del Recuerdo a la Nostalgia.Tradiciones de mes de diciembre. Producción editorial: Impregraf C.A. Caracas, febrero de 1997. p 49.
Graciela Schael Martínez. Estampas Caraqueñas. Caracas de Fin de Siglo. 1975. p 39.
Aquiles Nazca. Humor y Amor. Que hubo Pacheco.1971. p 431.

viernes, 22 de enero de 2010

Lucila Luciani de Pérez, Primera mujer en la Academia Nacional de la Historia

Eumenes Fuguet Borregales (*)
Extraordinaria dama, digna representante del gentilicio marabino, nace el 21 de enero de 1881 del matrimonio de Don Juan Nepomuceno Luciani y Casimira Eduardo. En su dilatada vida, Doña Lucila logra destacar por sus exhaustivos estudios históricos, brillantes ensayos, conocimientos de música y pintura, y sobre todo por su activa participación en luchas sociales que le permiten iniciar el movimiento feminista de Venezuela. Su amplísima cultura se nutre con sus provechosos viajes hacia Europa, Norteamérica y países hispanoamericanos. Residenciada en Caracas, su vehemente pasión por la música crece al ser instruida por los mejores profesores de la época, especialmente de piano y violín; de estos, el afamado Ramón Delgado Palacios le brinda la oportunidad de presentarse en conciertos privados y públicos, donde demuestra habilidad y conocimientos. En 1909 casa con el reconocido médico Manuel Pérez Díaz (1872-1931), pionero de los estudios sobre dermatología en nuestro país. La gran pasión de Lucila por la historia universal e investigación científica, se convierten en valioso apoyo para ingresar a la Academia Nacional de la Historia, el 28 de abril de 1940, cargo que asume en regio acto el 5 de junio. Luego de su discurso, inspirado en los postulados del generalísimo Francisco de Miranda, donde expresara con profundidad y estilo, la igualdad de la mujer en aspectos social, cultural y oficial, se convierte en la Primera Mujer en ingresar en la Docta Corporación, ocupando el Sillón "X", vacante por la muerte del doctor Plácido Daniel Rodríguez Rivero. El discurso de bienvenida lo responde el doctor Juan José Mendoza, expresando honda satisfacción por el ingreso de la primera mujer que honraba un Sillón vacante; decisión que permitía vencer los abominables prejuicios manejados hasta el momento, y que logra proyectar la amplitud de la Academia Nacional de la Historia. El importante precedente, a su vez facilita el ingreso de la segunda venezolana a la Academia, representada por la doctora Ermita Troconis de Veracoechea, a quien se asigna el Sillón "Q", vacante por la muerte del ilustre doctor Cristóbal L. Mendoza (1886-1978); continuando en la incorporación de la mujer en tan notables posiciones, el 21 de junio del 2001 ingresa la doctora Nora Bustamante Luciani, docente, investigadora y acuciosa historiadora, sobrina de Doña Lucila. El matrimonio Pérez Luciani procreó a: Álvaro, Hernán, Vasco, Ramiro, Gonzalo, Lucy, Rodrigo y Alonso, digna descendencia parcialmente radicada en Valencia. Al enviudar en marzo de 1931, Doña Lucila debió realizar actividades educativas y culturales para alcanzar el sustento necesario para apoyar y proteger su numerosa progenie. De su extensa producción literaria, destacan: "La batalla de Boyacá", su importancia militar y política; "Seis Ensayos sobre Bolívar"; "La maravillosa historia de unos restos"; "El Caballero sin miedo y sin tacha"; "Miranda, su vida y su obra"; "Páginas sueltas", entre otras obras de magnífica producción, y profundas investigaciones sobre el proceso emancipador. Su dilatada trayectoria cultural, histórica y social le permiten ocupar relevantes cargos públicos y privados, pudiendo mencionarse: Primera Directora de la Escuela Normal de Maestras en 1936; Directora del conocido "Colegio Chávez" en Caracas; Bibliotecaria del Ministerio de Relaciones Exteriores; Subdirectora de la Biblioteca Nacional. De innumerables y prestigiosas comisiones, recordamos que Doña Lucila fue Delegada por Venezuela ante la Comisión Interamericana de Mujeres, -Washington, 1928-; Delegada por Venezuela al acto de Instalación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Presidenta del Primer Congreso Católico Femenino de Venezuela, en 1941; en 1941 fue enviada por el gobierno nacional a la ciudad de San Francisco, en los Estados Unidos, como Consejera de la Delegación que representó a nuestro país en 1945. Sus aquilatados méritos le hicieron merecer la distinguida denominación Iniciadora del Movimiento Feminista en Venezuela. Nuestra prestigiosa dama, caracterizó luchas por la igualdad de la mujer, así como por la investigación y divulgación histórica. Hermana del doctor Domingo Luciani y del escritor Jorge Luciani, fallece en Caracas el 8 de marzo de 1971 a los ochenta y nueve años de edad, dejando un valioso legado de ensayos y monografías, afanosos trabajos investigativos que trazaron la senda para elevar el status de la mujer venezolana.

(*) Gral. de bgda
eumenes7@gmail.com

Diario El Carabobeño

Historia y Tradición

lunes, 18 de enero de 2010

PEDRO GUAL…EL PRIMER DIPLOMÁTICO DE AMÉRICA

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Ilustre caraqueño nacido el 31 de enero de 1784, sobrino del protomártir Manuel Gual, conocido por su intentona conspirativa en 1797 con José María España, movimiento conocido como de Gual y España. Pedro Gual tuvo una esmerada educación obteniendo en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, los títulos en filosofía, teología y doctorado en jurisprudencia civil, las autoridades realistas en Caracas presididas por el capitán general Vicente de Emparan y orbe, lo perseguían por sus ideas de avanzada. En 1808 se ve obligado a salir hacia Trinidad y evitar ser enviado a las cárceles españolas; al regresar después del 19 de abril de 1810, ocupa la Sindicatura del Concejo Municipal de Caracas y es designado diputado por Caracas en 1812 a la legislatura provincial, igualmente se desempeño como secretario de Miranda y miembro de la Sociedad Patriótica fundada por nuestro Precursor. Al perderse la importante plaza militar de Puerto Cabello al mando del coronel Simón Bolívar por la traición del subteniente Vinoni el 30 de junio de 1812, Miranda al conocer la infausta noticia el 5 de julio, le exclamó a Gual en francés:”Venezuela está herida en su corazón”. A causa de la Capitulación de San Mateo y pérdida de la Primera República, este digno paisano escondido en un barco, huye hacia Nueva York y de allí se traslada a Cartagena de Indias, donde realiza actividades de periodista y es designado Prefecto; le cupo el honor de firmar el decreto declarando al Bolívar “Hijo Benemérito de Cartagena”. A finales de 1814, es uno de los insomnes defensores de las fortalezas de Cartagena “La Heroica” durante 116 días. Su ascendiente moral y profesional, lo hacen posteriormente acreedor a cargo de Gobernador de esa histórica y valerosa ciudad. Los avatares de la independencia lo obligan trasladarse a las islas del caribe y a Washington durante los años 1815 y 1820 con cargo diplomático, en esta última ciudad, recibe el titulo de abogado. Después de la independencia de Venezuela con la batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821, es designado ministro de Hacienda y Relaciones Exteriores de la Gran Colombia; diputado en el Congreso reunido en Cúcuta entre el 6 de mayo y el 24 de octubre de 1821. Como Ministro de Relaciones Exteriores le correspondió por instrucciones del Libertador, coordinar a partir del 11 de diciembre de 1824 los preparativos y realización del Congreso Anfictiónico de Panamá, el cual se llevó a cabo con la asistencia de once naciones de junio a julio de 1826; se convocó a una nueva reunión en los meses siguientes en Tacubaya-México; actividad que no se realizó a pesar de los esfuerzos de Gual quien permaneció en dicho país hasta 1829. Con el derrumbamiento de la Gran Colombia, Gual se radica unos años en Bogotá para ejercer el derecho; sigue a Guayaquil cuya valiosa presencia facilita el arreglo amistoso entre Perú y Ecuador mediante un tratado de paz y alianza. En 1837, la república del Ecuador reconociendo su capacidad negociadora, lo envía a Inglaterra y España para lograr el reconocimiento de su independencia; Gual permaneció entre 1842 y 1847 en Bogotá. Regresa a Venezuela en 1848, encontrando el ambiente político muy confuso; el 15 de marzo de 1858, es designado por aclamación presidente provisional en reemplazo del general José Tadeo Monagas quien renunció; la provincia de Caracas lo eligió Senador ante el Congreso de Valencia reunido de julio a diciembre de 1858. Obligado el doctor Manuel Felipe Tovar a renunciar, Gual como vicepresidente, ocupa de nuevo la presidencia siendo ejercida con probidad y firmeza, aplicando la constitución y las leyes. En mayo de1861 renuncia de nuevo Manuel Felipe Tovar, Gual es designado por tercera vez presidente, siendo derrocado el 29 de agosto de ese año. Cuando lo fueron a arrestar en su residencia, increpó al coronel Echezuría diciéndole:”tan joven y ya traidor, con hijos teniendo que legarles un crimen, que vergüenza me das”. Las turbulencias políticas lo motivan trasladarse a las antillas y a Ecuador, donde era apreciado por sus dotes de ciudadano ejemplar, diplomático y magistrado. Muere en Guayaquil el 6 de mayo de 1862 a los 78 años de edad, sumido en la pobreza, pero lleno de respeto y admiración que le profesaba el pueblo. El ejecutivo ecuatoriano ordenó los máximos honores militares cuando lo enterraron en la Catedral de Guayaquil. Es Gual, prócer civil de la independencia, Primer Diplomático del Nuevo Mundo, estadista, magistrado, negociador de paz y alianzas. El Instituto de Estudios Internacionales del ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, un municipio del estado Miranda capital Cúpira y el principal liceo público de Valencia, llevan su ínclito nombre.

(*) General de brigada (Ej.) eumenes7@gmail.com

jueves, 14 de enero de 2010

"La Divina Pastora"

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Desde enero sale en majestuosa procesión desde la iglesia de Santa Rosa ubicada a 8 kilómetros de Barquisimeto la bendita imagen de la Divina Pastora, Patrona de la "Ciudad Crepuscular" y de los larenses, en un largo recorrido con la primera parada en la Santa Iglesia Catedral visitando más de sesenta templos ubicados en la capital del estado; periplo que se extiende hasta el Domingo de Ramos antes de la Semana Santa, fecha de regreso a Santa Rosa del Cerrito. Verdadero y multitudinario acto de fe donde se muestra la devoción del pueblo por su "pastorita". La historia y tradición nos indica que el sacerdote capuchino, el sevillano Isidoro Sevilla (1662-1750), en 1703, al quedarse dormido mientras oraba, se le presentó en sueño la figura de una virgen sentada sobre una piedra con sombrero pastoril, cubierta con un manto sosteniendo con la mano izquierda a un niño, con un cayado en la derecha y rodeada de ovejas; esta revelación se la comunica al conocido pintor sevillano Alonso de Tovar que al plasmar en lienzo la advocación de la virgen María fue denominada "Divina Pastora de Almas"; considerando a Jesús como el "Buen Pastor" y a la Virgen María en igual condición de protectora de los fieles. El cuadro fue sacado en procesión el 8 de septiembre de 1703 desde la parroquia San Gil de Sevilla hasta la alameda de la ciudad. En un improvisado púlpito el sacerdote Isidoro dijo: "Oh, tú la más hermosa entre las mujeres, sal y sigue las huellas del rebaño y apacienta a los cabritos junto a las cabañas de los pastores". Oportunidad que aprovechó el sacerdote para fundar la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas en San Gil. En 1736 el párroco de Santa Rosa encomendó a un escultor que elaborara la imagen de la Inmaculada Concepción; al momento de abrir el cajón notó que por alguna equivocación la imagen tallada en cuestión no era la solicitada, sino la de la Divina Pastora solicitada por el párroco de la iglesia de la Concepción en Barquisimeto. Al momento de devolverla los obreros no pudieron levantar la pesada obra, entendiéndose como el deseo de la Santa Imagen de quedarse en Santa Rosa. Con autorización de la autoridad eclesiástica la escultura de la Divina Pastora se dejó en su nuevo lugar. El terremoto de marzo de 1812 dañó muchas ciudades, el templo de Santa Rosa fue destruido, inexplicablemente el sitio donde se encontraba la Virgen quedó intacto; la iglesia fue reconstruida en 1864. Otro aspecto de interés sobre la "pastorita", ocurrió en 1855 al presentarse en el país una epidemia de cólera morbus causando estragos en la población venezolana; en Barquisimeto muchas familias quedaron diezmadas por el terrible flagelo; el sacerdote José Macario Yépez (1799-1856) le pidió a la Divina Pastora ser la última víctima a cambio de que desapareciera la epidemia, a tal fin sacó en procesión a la Virgen el 14 de enero de 1855; la plegaria hecha con fe por el padre Macario Yépez fue cumplida celestialmente, seis meses después el preclaro sacerdote fallece; de allí la tradición fielmente cumplida todos los años, dispuesta por el sacerdote José María Roldiris, Vicario Foráneo de Barquisimeto, de realizar a partir de 1856 la procesión el 14 de enero de cada año en testimonio de gratitud a la Divina Pastora, en esa oportunidad se llevó la "pastorita" únicamente hasta la iglesia de la Concepción. Un día antes de la magna procesión la iglesia de Santa Rosa se colma de devotos para pernoctar en una vigilia, escuchando serenatas ofrecidas por conocidos artistas y agrupaciones musicales; a las cuatro de la mañana del día 14 desde el Obelisco sale un grupo de trotadores, para estar presentes a las cinco de la mañana en el inicio de los oficios religiosos con varias misas que culminan a las once, para luego salir en la majestuosa procesión de las más concurridas del mundo en dirección a la Catedral, no sin antes detenerse en la plaza Macario Yépez y recibir por parte de la orquesta Pequeña Mavare sus conocidas interpretaciones, actividad cumplida desde 1915. Durante el trayecto la feligresía canta, reza y lanzan flores a la preciosa imagen; infaltables los "pastoreños", vendedores de imágenes y suvenires. Al llegar a la Catedral las autoridades y pueblo, reciben jubilosamente a la "Santa Itinerante", realizando las ceremonias litúrgicas para esta magna ocasión la cual incluye interpretaciones de orquestas filarmónicas y juveniles, es de destacar la presencia como director del eximio Gustavo Dudamel. La multitudinaria procesión con participantes de la región larense, de Venezuela y de varios países vecinos sobrepasa los dos millones de asistentes, es de la más concurrida en el mundo. Las autoridades con apoyo de voluntarios despliegan un gran operativo de seguridad y de atención médica. El pueblo barquisimetano con la nobleza y hospitalidad que lo caracteriza, atiende jubiloso a los miles de visitantes de todas las clases sociales, algunos con vestuario de nazareno, de pastorcitos, otros descalzos; todos con fe y alegría para cumplir promesas y acompañar a la Divina Pastora en su triunfal recorrido por la ciudad crepuscular. La estrofa de un viejo poema dedicado a la Divina Pastora dice: "Por eso el pueblo que venera tanto-tu imagen sin igual, encantadora-henchido de esperanza y amor santo-se arrodilla ante ti bella Pastora.

Gral. de Bgda (Ej.)
eumenes7@gmail.com


Diario El Carabobeño
Historia y Tradición

martes, 12 de enero de 2010

La isla de Trinidad perteneció a Venezuela

Eumenes Fuguet Borregales (*)
El 11 de enero de 1813, se firma en el islote inglés de Chacachacare, exactamente en la hacienda propiedad de la heroína Concepción Mariño, un Acta por cuarenta y cinco voluntarios, el Presidente de la Junta es el prócer margariteño, el coronel Santiago Mariño hermano de Concepción, dispuestos a expedicionar exitosamente sobre el oriente venezolano empezando por Guiria a partir del día 13 de ese mes. Esta introducción viene a colación, por cuanto la isla de Trinidad con 4.768 Kms. cuadrados, ubicada al noreste del país nos perteneció desde 1498 cuando el navegante Cristóbal Colón en su tercer viaje la descubre el 31 de julio, consiguiéndola habitada por indios caribes y arawacos la denominó "Tierra de la Santísima Trinidad" por los tres picos que divisó al descubrirla; los pobladores indígenas la denominaban "Kairí" es decir "tierra de colibríes". En 1530 fue conquistada por el español Antonio Sedeño su primer gobernador, cargo que asumió en 1532 dándole a la capital el nombre de San José de Oruña (hoy Saint Joseph) el 19 de marzo de ese año.

Trinidad perteneció desde la fecha de su fundación hasta 1731 al virreinato de Santa Fe de Bogotá. El 8 de septiembre de 1777 el rey Carlos III mediante Real Cédula expedida en San Ildefonso separó a las provincias de Cumaná, Guayana y Maracaibo como las islas de Trinidad y Margarita del Virreinato y Capitanía General del Nuevo Reino de Granada (Nueva Granada), agregándolas en lo gubernativo y militar a la Capitanía General de Venezuela; las provincias de Maracaibo y Guayana se separaron en lo jurídico de la Audiencia de Santa Fe, pasando todas las provincias a depender de la Real Audiencia de Santo Domingo esta dependencia permaneció hasta el 19 de abril de 1810.

En 1797 durante la guerra entre España y el Reino Unido, éste último envía una poderosa flota con la intención de invadir a Trinidad y Puerto Rico. La escuadra británica estuvo integrada por cinco navíos de línea, cinco fragatas, buques menores y de apoyo, para un total de cincuenta y nueve bajeles comandada por el almirante Henry Harvey, con una fuerza de desembarco integrada por unos seis mil efectivos a las órdenes del lord Ralf Abercombri procedente de la isla inglesa de Martinica.

Los ingleses atacan Trinidad el 16 de febrero de 1797, débilmente defendida por su Gobernador el brigadier general José María Chacón con apenas quinientos soldados, además se encontraba de paso hacia la Habana una pequeña flota integrada por cinco navíos de guerra y setecientos marinos al mando de Sebastián Ruiz de Apodaca, quien no tuvo mas alternativa que incendiar cuatro barcos antes de rendirse e ir todos prisioneros a la isla de Martinica; el navío San Dámaso fue capturado por los ingleses. El gobernador de la isla tuvo que capitular el día 18 de febrero de 1797.

Mediante el Tratado de Amiens (Francia) firmado el 27 de marzo de 1802 por José Bonaparte representando a Francia, José Nicolás Azara Consejero de Estado de España en nombre del rey Carlos IV, Charles Cornwallis en nombre del rey Jorge III del Reino Unido y Roger Jean Schimmelpennick por la República de Bátava. España cede la isla de Trinidad y recupera la isla de Menorca (archipiélago de las Baleares) el 16 de junio de 1802 en poder británico desde 1798. El Tratado de Amiens o Paz de Amiens, puso fin a la guerra entre Gran Bretaña por una parte y Francia con sus aliados España y la República de Bátava por la otra. Como gobernador de Trinidad fue designado Sir Thomas Picton; esta importante isla se convertiría en foco de subversión contra el poder español; importante fue el apoyo brindado a nuestro siempre Precursor Francisco "libertad" Miranda luego de la fallida expedición sobre Ocumare de la Costa el 28 de abril de 1806, como también por el asilo ofrecido al Protomártir Manuel Gual en 1797.

A favor de los habitantes de Trinidad, la capitulación estipulaba la conservación de sus bienes, continuar aplicando las leyes españolas por varios años y el libre ejercicio de su religión. La capital de Trinidad a partir de la gobernación de Chacón fue Puerto España. Los ingleses ocupan en 1762 la isla de Tobago con una extensión de 298 Kms. cuadrados, conformando a partir de 1888 una sola colonia denominada Trinidad y Tobago, que ingresa en 1962 en la ONU; en 1967 a la OEA; en 1976 es un Estado Independiente manteniéndose en la Commonwealth (Comunidad Británica).

(*) Gral. de bgda.(Ej.)
eumenes7@gmail.com

Diario El Carabobeño

Historia y Tradición

jueves, 7 de enero de 2010

Primero de enero de 1820, Revolución en Cádiz, "Viva la Pepa"

Eumenes Fuguet Borregales (*)
Esta importante acción ve frustrada la salida hacia las colonias americanas de unos diez mil soldados al mando del general Evaristo Callejas en refuerzo de las disminuidas fuerzas realistas, que luchaban contra los revoltosos de las colonias deseosos de la emancipación.

En Cabezas de San Juan en Cádiz sucede el 1ro de enero de 1820 un levantamiento de filiación liberal con el lema "Libertad y Constitución", encabezado por el coronel Antonio Quiroga (1784-1841), apoyado por el coronel Rafael de Riego (1785-1823), y varias unidades militares contra el absolutismo del rey Fernando VII, en procura de restablecer la Constitución española de 1812. Esta importante acción ve frustrada la salida hacia las colonias americanas de unos diez mil soldados al mando del general Evaristo Callejas en refuerzo de las disminuidas fuerzas realistas, que luchaban contra los revoltosos de las colonias deseosos de la emancipación. Las autoridades españolas ordenan negociar la paz mediante un armisticio y cese de hostilidades con la finalidad de ganar tiempo mientras resolvían su crisis interna. El 19 de marzo de 1812 fue promulgada por las Cortes Generales la primera constitución española; por ser día de San José se le conocía como "La Pepa"; Fernando VII regresaba de Francia en 1814, luego de haber sido apresado por las fuerzas napoleónicas que invadieron a España en mayo de 1808. En el ejercicio de su reinado no cumplía con la Constitución. El 11 de marzo de 1820 Morillo recibe las instrucciones de negociar la paz; ese mes se supo la información en Venezuela traída por un navío francés; el coronel Pedro Briceño Méndez la comunica el 27 de abril al Libertador en San Cristóbal. El 1ro de mayo Bolívar le envía una carta a Guillermo White residenciado en Trinidad: "De los negocios de España estoy muy contento, porque nuestra causa se ha decidido en el Tribunal de Quiroga. Nos mandaban diez mil hombres y ellos con una filantropía muy natural, no quisieron hacer la guerra a muerte sino la guerra a vida, pues sabían que por allá podían salvarse y por acá no". Morillo había llegado a Margarita el 7 de abril de 1815 en calidad de "Pacificador de Costa Firme" con quinientos oficiales y diez mil soldados; fuerza disminuida a causa de la guerra, enfermedades y deserciones. Desde Cúcuta escribe Bolívar a Santander: "¡Albricias, mi querido general! Ya Fernando VII ha reconocido las Cortes y la Constitución, forzado como él dice, por la voluntad del pueblo". El 6 de julio el Libertador recibe comunicación del general Miguel de la Torre, proponiéndole por orden de Morillo suspensión de hostilidades. Al día siguiente contesta que aceptaba el armisticio propuesto con la mayor satisfacción, y que las conversaciones se realizarían reconociendo esta República como un estado independiente, libre y soberano. En agosto es designado el general Rafael Urdaneta y el coronel Briceño Méndez comisionados para discutir con los representantes de Morillo. El 21 de septiembre desde San Cristóbal el Libertador le escribe a Morillo: "Vuestra excelencia nos ha convidado a un Armisticio, cuyo objeto parecía ser la paz de la América. Pero un Armisticio semejante sin ofrecer siquiera el reconocimiento de nuestro gobierno, es demasiado perjudicial a los intereses de la República, cuando ella se lisonjea de un triunfo final y completo, según todas las probabilidades". El jefe realista en San Carlos designa el 20 de octubre al general Ramón Correa, a Juan Rodríguez del Toro Alcalde de Caracas, primo del Libertador y a Francisco González Linares rico comerciante. España trata a Venezuela por primera vez de igual a igual. El 2 de noviembre Bolívar desde Carache nombra como comisionados definitivos al general Sucre, al coronel Briceño Méndez y al Tte. Cnel. José Gabriel Pérez. El 20 Morillo propone suspensión de hostilidades, Bolívar acepta. El 25 de noviembre los comisionados firman un acuerdo de Armisticio por seis meses y el 26 el Tratado de Regularización de la Guerra, ratificados por el libertador en Trujillo el 27 en la misma casa donde siete años antes había firmado la "proclama de Guerra a Muerte". Morillo deseaba una entrevista con el Libertador realizada en Santa Ana situada a mitad de camino entre Trujillo y Carache, donde cenaron; Bolívar diría en esa fraterna reunión: "Odio eterno a los que deseen sangre y la derramen injustamente"; Morillo contesta: "Castigue el cielo a los que no están animados de los mismos sentimientos de paz y amistad que nosotros". Ambos jefes durmieron en la misma casa; al otro día luego de abrazarse y proponer un monumento, se despidieron para no verse jamás; Morillo quien inicialmente denigraba y calumniaba, en su proclama de despedida asegura que: "llevo a los venezolanos en el corazón". Luego de entregar el mando a De la Torre, desde Puerto Cabello regresa a España el 17 de diciembre de 1820.

(*) Gral. de Bgda.
eumenes7@gmail.com


Diario El Carabobeño

Historia y Tradición

domingo, 3 de enero de 2010

Batalla de Bárbula, "muerte de Girardot"

Eumenes Fuguet Borregales (*)
El apreciado cronista del municipio Naguanagua, don Armando Alcántara, nos ilustra al indicarnos que el nombre de Bárbula deriva de Bárbola (Villegas), sobrina del conquistador Juan de Villegas, fundador de Barquisimeto y ascendiente del Libertador, quien le asignó unas tierras en los fértiles valles que hoy ocupa el municipio Naguanagua. Allí se realizó, el 30 de septiembre de 1813, un combate donde muere heroicamente el prócer neogranadino Atanasio Girardot, cuando colocaba la bandera tricolor.

El 14 de septiembre llega a Puerto Cabello procedente de Cádiz, un contingente experimentado de mil doscientos efectivos del Regimiento Granada, a las órdenes del coronel José Miguel Salomón, en refuerzo del capitán de fragata Domingo Monteverde.

El Libertador, acompañado por Urdaneta, Soublette, Girardot y otros oficiales, se encontraba desde el 17 de agosto sitiando el fuerte San Felipe, importante plaza, punto de llegada de los soldados y logística de España. Ordena replegarse hacia Valencia, con la finalidad de combatir en condiciones favorables, alejado de la inexpugnable fortificación porteña y epidemias que mermaban los efectivos. Monteverde, cometiendo un grave error táctico de distanciar sus fuerzas, envía al comandante Remigio Bobadilla con ochocientos soldados, casi todos de infantería, por la vía de El Palito hacia Naguanagua, y se queda con mil doscientos en Las Trincheras. Bolívar, al tener conocimiento del movimiento y llegada de los realistas el día 29 a las colinas de Bárbula, alturas que dominan el valle de Naguanagua, viendo que su caballería no podía entrar en combate, destaca tres columnas de combate con tropas de infantería para tomar las alturas, bajo el mando del coronel Urdaneta, coronel Atanasio Girardot y mayor Luciano D' Elhuyar.

Las fuerzas españolas son derrotadas el 30 de septiembre por el Ejército Libertador. En su retirada, una bala mata al joven coronel Girardot, cuando bandera en la mano, le decía a Urdaneta: "Mire compañero cómo huyen esos cobardes".

Las fuerzas republicanas se movilizan hacia Naguanagua. Bolívar ordena al mayor Luciano D' Elhuyar, ejecutar con mil soldados, la persecución de las fuerzas en retirada y la venganza de Girardot; acción realizada a fuerza de bayoneta el 3 de octubre en Las Trincheras.

Monteverde, herido y derrotado, se retira con apenas trescientos soldados hacia Puerto Cabello, siendo sitiados de nuevo. El 28 de diciembre, por motivos de salud, Monteverde se retira hacia Puerto Rico. El Ejército Libertador se moviliza a Valencia. El mismo día 30, Bolívar emite un decreto para exaltar la memoria de Girardot, se dispone un mes de luto, su corazón es llevado a Caracas y colocado en la Catedral, sus restos llevados a Antioquia (se encuentran en la Catedral de Valencia), un batallón llevará su nombre, la familia disfrutará por toda su posteridad el sueldo que percibía el prócer de la libertad de Venezuela.

La procesión llevando el corazón de Girardot con el Libertador al frente, salió de Valencia el 1ro de octubre de 1813, pasando por Los Guayos, Guacara y San Joaquín; en cada población se oficiaba una misa. En la población de El Consejo, el Libertador se adelantó para los preparativos de llegada a Caracas, ocurrida el 14 de octubre. Desde Antímano la población caraqueña acompañó la procesión hasta la Catedral de Caracas, donde quedó para siempre el corazón de Girardot, nacido en Medellín el 9 de mayo de 1791; realizó estudios de jurisprudencia civil, no los concluyó al involucrarse con sus hermanos Pedro y Miguel en el movimiento emancipador del 20 de julio de 1810 en Bogotá. Se inicia como teniente del batallón de milicias a las órdenes del coronel Antonio Baraya, teniendo su bautizo de fuego el 28 de mayo de 1811 al lado del teniente Rafael Urdaneta en el Bajo Palace. Luego de participar en los combates internos entre federalistas y centralistas, se alista voluntario junto a Luciano D' Elhuyar, Antonio Ricaurte, Hermógenes Maza, Rafael Urdaneta y otros jóvenes oficiales, para participar a las órdenes de Bolívar en la magistral Campaña Admirable iniciada en Cúcuta el 14 de mayo de 1813.

Girardot se destaca por su valor, constancia y abnegación en el combate de Agua de Obispos y Taguanes realizado el 31 de julio. Acompaña a Bolívar en el sitio de Puerto Cabello, hasta morir gloriosamente en las alturas de Bárbula el 30 de septiembre de 1813. En su último viaje a Venezuela en 1827, el Libertador pasó cerca de las colinas de Bárbula y se detuvo un momento, recordando la memorable acción y la pérdida irreparable de este joven compañero de armas y paladín abanderado.

(*) General de brigada

Diario El Carabobeño

Historia y Tradición