jueves, 17 de septiembre de 2009

CRISIS DE LA CATOLICIDAD EN LOS INICIOS DE LA REPUBLICA.

Recopilador histórico: Julián Viso

La ruptura del vínculo colonial supuso un replanteamiento de la organización de la naciente republica. En este escenario , el modelo de gobierno católico y monárquico entra en conflicto con las ideas de la modernidad, sustentadas en la autonomía de la conciencia moral individual, en el consentimiento del pacto social y en la libertad como modo de relación social y en la libertad como modo de relación social y política. La crisis del orden colonial genero, inevitablemente, una crisis de la catolicidad.

El 19 de abril de 1810 ha sido asumido por la historiografía venezolana como la referencia temporal que señala la clausura del ciclo histórico colonial en Venezuela y la apertura a un nuevo conjunto de posibilidades de organización social y política para la sociedad de aquellos tiempos. Una de las posibilidades que se presento en ese contexto fue el replanteamiento de su catolicidad, que no es lo mismo que catolicismo. Este es la religión católica manifestada en sus símbolos, en su teología, sus exigencias morales y su institucionalidad eclesiástica, mientras que catolicidad es un concepto más amplio, que expresa la constitución de una cultura cimentada sobre una determinada concepción de catolicismo. Catolicidad es un modelo global de relaciones sociales y políticas, que estructura el orden social hasta llegar a la cotidianidad de sus costumbres, su simbología, su moral y sus vínculos de legitimación a la autoridad.

NACIMIENTO Y DESARROLLO DE LA CATOLICIDAD.

La Iglesia de establece en America Latina desde sus orígenes bajo la figura del Patronato regio español y como proyección de la cristiandad hispana, provista de una intencionalidad conquistadora-colonizadora, en la que los limites del Estado y los de la Iglesia, los de la cultura hispana y los de la fe cristiana se cruzan y complementan.

Por el Patronato de Indias, la Corona española, que había recibido del papado la posesión de las tierras descubiertas (1493), asumía como responsabilidad directa la evangelización de los pueblos aborígenes y se comprometía a la concesión de “mercedes” a las iglesias locales establecidas, contando a cambio con la subordinación y nomina de los obispos y clero, y con el empleo de los misioneros como ejecutores de la obligación evangelizadora contraída (1501-1508).La Concordia de Burgos (1512) estableció los términos de la obligación de conciencia contraída por los reyes , así como los patrones de distribución de los diezmos, de la dotación de recursos a la Iglesia por parte de la Corona y del control de los bienes eclesiásticos.

La Cedula Magna de Felipe II (1574) organiza las concesiones papales dando inicio al centralismo regio frente a la Iglesia, cuya expresión legitimadora fue la teoría del Vicariato Regio, que un siglo después perneara el instrumental jurídico de las leyes de Indias (1681) y el Concordato de 1753 .

EL CONFLICTO.

El proceso histórico que se abre con el 19 de abril de 1810 introduce a aquella comarca de la Capitanía General de Venezuela en un intenso conflicto, caracterizado por la transición del viejo orden social católico y monárquico a uno nuevo, transido por las ideas de la modernidad contemporánea, en disposición para configurarse como una republica libre e independiente del lazo colonial, bajo la egida de los criollos emancipados. La crisis se manifestara de diversas formas: primero, a través de una guerra que se prolonga por más de diez años, manteniéndose hasta 1816 con un carácter eminentemente civil. Al mismo tiempo, se produce el enfrentamiento entre creencias y sentimientos compartidos frente a las novedades del momento. A todo ello hay que sumar las contradicciones entre dos modos de pensar la organización política de la sociedad: un sistema monárquico y piramidal, apoyado en la obediencia político religiosa, frente a un sistema que pudiéramos denominar de republicanismo cívico, sustentado en la autonomía de la conciencia moral individual, en el consentimiento del pacto social y en la libertad como modo de relación social y política.
En medio de esos múltiples conflictos se ubica la crisis específica de la catolicidad.

El primer nivel de esa crisis se manifestara en la división política del clero. Durante los años de la guerra de independencia (1810-1821), la Iglesia jerárquica no tomo partido unitariamente por ninguno de los bandos en contienda, dejando insatisfechas las expectativas de realistas y republicanos. Esta indefinición y la gran descentralización de la institución eclesiástica propiciaron la división del clero en razón de las opciones personales.
La guerra, por su parte, se encargo de diluir el cuerpo de la institución eclesiástica que se consolido en Venezuela desde finales del siglo VIII, y su primer efecto fue una inmediata disminución del clero tanto regular como secular.

Pero el conflicto más de fondo es entre la teología de la obediencia que entraña el régimen de catolicidad monárquica y la filosofía de la libertad que caracteriza las mas variadas ideas de republica que circularon durante los veinte años de nuestra contienda bélica Independentista y de nuestros procesos constituyentes republicanos.

Revista El Desafío de la Historia. Autor: José Virtuoso, S.J.

Año 2.Numero1. 2009

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