domingo, 24 de mayo de 2009

Valenciano Enrique Bernardo Núñez, "Primer Cronista de Caracas"

Eumenes Fuguet Borregales (*)

Diario El Carabobeño

Historia y tradición

Hijo de la ciudad del Cabriales, periodista, gran novelista, cuentista, historiador, cronista, poeta, diplomático, extraordinario en la narrativa, escritor, crítico; nacido el 20 de mayo de 1895, hijo de Don Enrique Núñez y Doña Isabel María Rodríguez. Realiza estudios elementales en el Colegio Católico, ubicado en la hoy Casa Páez; en el Colegio Requena y el Colegio Federal. Desde pequeño mostraba sorprendente inclinación por la poesía, que le permite recibir halagos y premios.
Trasladado a Caracas en 1910 por poco tiempo realiza estudios de medicina y derecho en la Universidad Central, pero la crisis económica familiar obliga a suspenderlos, y recurrir a labores distintas a su naciente vocación de escritor.

Con su primera obra escrita en 1918, "Bolívar Orador", inicia su capacidad de escribir en grande, logrando obtener un premio en los Juegos Florales. Ese año también publica "Sol Interior". El destino le perfila periodista, ansiada profesión mal remunerada en la época. Sus artículos son publicados en El Universal, El Nacional, El Heraldo, La Esfera y el Nuevo Diario, así como también en las revistas Élite y Billiken.

"Después de Ayacucho" sería su segunda novela, publicada en 1920. El 4 de marzo de ese año se casa con Mercedes Cimodocea Burgos procreando tres hijos.

Enrique Bernardo es designado en 1925, Secretario General de Gobierno del Estado Nueva Esparta. Sin descuidar sus altas funciones políticas, funda el periódico "Heraldo de Margarita". Allá se inspira para escribir una de sus grandes novelas, "Cubagua", tierra primigenia de Venezuela la cual concluye en 1931, cuando es designado Secretario General de Gobierno del Estado Anzoátegui.

Controversial novela resultó "La Galera de Tiberio" relacionada con el Canal de Panamá, obra por él lanzada al río Hudson en gesto de simbólica protesta. De regreso a Caracas es designado para ejercer cargos diplomáticos en Colombia, Cuba y Panamá, donde escribe para los principales diarios recibiendo críticas favorables por su impecable escritura y contenido.

En 1938 va en misión consular a Baltimore. Regresa al año siguiente para trabajar como traductor en el Ministerio de Relaciones Exteriores, mismo año cuando edita "Una ojeada al mapa de Venezuela". Escribe en 1943 "El Hombre de la levita", dedicado a Cipriano Castro. En 1944, con su brillante pluma y estilo, produce "Arístides Rojas, Anticuario del Nuevo Mundo", dedicado al insigne y valioso médico, historiador y periodista del cual es asiduo lector. En 1945 el Ilustre Concejo Municipal del Distrito Federal lo designa "Cronista Oficial de la Ciudad de Caracas", convirtiéndose en el primer cronista de Caracas. Escribe en 1946, "El nombre de las esquinas de Caracas". El 24 de junio 1948 es designado Miembro de la Academia Nacional de la Historia, ocupando el Sillón "N", dejado vacante por el fallecimiento del Dr. Diego Bautista Urbaneja. En Buenos Aires es reconocido como Miembro Correspondiente Honorario de Argentina.

Con su crónica "Caracas, ciudad de los techos rojos", escrita en 1948, obtiene el Premio Municipal de Prosa. Por la excelencia de sus obras novelísticas, este digno valenciano es comparado con Don Rómulo Gallegos (1884-1969), a quien admiró siempre. Su estilo se equipara al del Dr. Arturo Uslar Pietri (1906-2001), al cubano Alejo Carpentier (1904-1980) y al guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974). Como siempre sucede, nadie es profeta en su tierra, pero en el exterior su producción literaria es muy leída y solicitada. El 1ro de abril de 1950 gana el Premio Nacional de Periodismo "Juan Vicente González" como Mejor Columnista.

Como Cronista editó la revista "Crónicas de Caracas", destacando la ciudad de antaño, de hoy y de siempre. Apegado al terruño natal, lo visitaba con frecuencia, recorriendo sitios de sus remembranzas, visitas a familiares y amigos, sin olvidarse de la Virgen del Socorro. Escribe en 1955 "Fundación de Santiago de León de Caracas" y "Contribución a los trabajos preparatorios del Cuatricentenario de Valencia", especial recopilación de artículos publicados en diarios caraqueños y en El Carabobeño para tan magna fecha. El Orador de Orden fue José Rafael Pocaterra.

Enrique Bernardo Núñez fallece en Caracas el 1ro de octubre de 1964, contaba sesenta y nueve años de edad. En su honor y recuerdo, la Convención Anual de la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela (ANCOV), realizada en Punto Fijo el 20 de mayo de 1986, a propuesta del Dr. Germán Fleitas Núñez, Cronista de La Victoria, designa la fecha natalicia de Enrique Bernardo Núñez, como "Día Nacional del Cronista Oficial", a quienes felicitamos por su valiosa labor. Igualmente se instituyó un Botón de Honor con su preclaro nombre, de intensa y fecunda obra.

El Concejo Municipal de Caracas instituyó el Premio Municipal al Patrimonio Histórico. En Valencia, una plaza en el Paseo Cabriales, instituciones educativas y una ciudadela en San Diego, recuerdan su memoria, de quien como narrador se exaltaría a la posteridad, colocando en alto el bien mantenido gentilicio valenciano.

(*) General de brigada


eumenes7@gmail.com

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