jueves, 16 de abril de 2009
Dr. Luis López Méndez, "Promotor de Voluntarios"
Eumenes Fuguet Borregales (*)
Se ha estudiado y valorado la importante participación de los voluntarios europeos en beneficio de la independencia suramericana; sin embargo, poco se ha divulgado del doctor Luis López Méndez, que como agente en Londres cumplió a cabalidad la misión de reclutar voluntarios, conseguir armas, municiones, alquilar barcos y lograr préstamos para los ingentes gastos que facilitaron romper el vínculo del nuevo mundo con la metrópoli. Este ilustre caraqueño, nacido en agosto de 1758, se graduó de abogado en la Universidad de Caracas; la preparación académica le permitió ser designado Alcalde Ordinario de Caracas en 1797. Encontrándose en Curazao en julio de 1797, junto a la familia del futuro general Manuel Piar ayuda a los revolucionarios Manuel Gual, José María España y Juan Picornell, emigrados a raíz de haber sido develado el movimiento conspirativo conocido como "de Gual y España".
El doctor López Méndez contrae matrimonio por segunda vez en 1800, con doña María Rodríguez Miranda, hija de Micaela Antonia Miranda, sobrina del "Siempre Precursor". Al iniciarse el movimiento revolucionario del 19 de abril de 1810, nuestro biografiado se incorpora de lleno al lado de los jóvenes que más adelante nos legaron la independencia. La Junta Suprema de Caracas, asesorada por el Dr. Juan Germán Roscio, con la finalidad de informar los nuevos acontecimientos y obtener respaldo político y financiero, designa varias comisiones a Estados Unidos, Nueva Granada, Curazao e Inglaterra; a esta última nación fueron enviados Simón Bolívar, recién ascendido a coronel, como jefe de la comisión y quien cubrió los gastos; don Andrés Bello, como secretario, y el doctor Luis López Méndez, como comisario ordenador. El grupo salió el 4 de junio de La Guaira a bordo de la corbeta "Wellington", cedida por el gobierno inglés, y llegó al puerto inglés de Portsmouth el 29 de junio. A partir del 14 de julio son recibidos por el Secretario de Estado de Su Majestad Británica y varias personalidades, tiempo que aprovechan para visitar a Miranda, solicitándole regresar a Venezuela, aspecto materializado el 10 de diciembre de 1810. López Méndez trataba al "más universal de los venezolanos" como "pariente, paisano y amigo".
Bolívar regresa el 22 de septiembre a bordo de la corbeta "Saphire", Bello y López Méndez se quedan en Londres completando las coordinaciones previstas con las autoridades inglesas. Desde Barcelona, el 5 de enero de 1817, el Libertador designa a Bello y López Méndez comisionados de Venezuela en Inglaterra, para procurar personal y objetos militares. El triunfo inglés con apoyo alemán sobre Francia en la Batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815, y el advenimiento de la paz con la firma del Tratado de Viena, trajeron como consecuencia el licenciamiento de millares de soldados. Los movimientos de López Méndez eran seguidos por los espías del embajador extraordinario y plenipotenciario de España en Londres, el limeño José Miguel de Carvajal, Duque de San Carlos, quien protestaba constantemente por el apoyo brindado a López Méndez para la formación de los primeros cuerpos armados con veteranos e informaba a la metrópoli y a las colonias sobre la salida de barcos cargados con cientos de voluntarios, portando armas y llevando suficiente logística para la ejecución de las operaciones militares en apoyo de los insurgentes americanos.
Los barcos iniciaron su movimiento a finales de 1817 hacia Venezuela, Chile y Buenos Aires. La tarea de López Méndez no le fue de difícil ejecución, pues aprovechaba la "neutralidad benévola" del gobierno inglés y las facilidades de los comerciantes, que aceptaron como pago tabaco, mulas, cueros y frutos venezolanos. Los voluntarios ingleses empezaron a llegar a Angostura en marzo de 1818; al puerto de Juangriego, en Margarita, llegaron en febrero de 1819, siendo recibidos y organizados por el "siempre leal" Urdaneta. El último grupo arribó a Guayana el 19 de abril de 1819. Estos voluntarios, en base a su experiencia de combate, fungieron de instructores de nuestros bisoños soldados, como oficiales comandantes de unidades y miembros del Estado Mayor, aumentando notablemente la capacidad operativa y la moral del Ejército Libertador.
El general Pablo Morillo, llegado como "pacificador" en abril de 1815, preocupado por la presencia de europeos en las filas republicanas, se vio en la necesidad de enviar desde su cuartel general, ubicado en el caño Atamaica, una urgente comunicación al Ministerio de Guerra español el 28 de febrero de 1819, donde decía: "Hemos visto por primera vez a las tropas rebeldes vestidas a la inglesa completamente, y a los llaneros de Apure con morriones y monturas de caballería británica... si no recibo a tiempo los auxilios que aguardo de la península, la situación empeorará". López Méndez después del triunfo en Carabobo es designado en cargos diplomáticos en Europa. En 1826 estará en Lima, en 1827 en Guayaquil involucrado en una sublevación, siendo enviado en calidad de detenido a Bogotá; al poco tiempo se dirigió a Chile, donde murió en la población de Casablanca en 1841. Sus restos no han podido ser localizados.
En la Plaza Mayor de la localidad se colocó en 1970 un monumento recordatorio de este pundonoroso paisano, que cumplió a cabalidad la misión de búsqueda de personal, armas y equipo para aumentar la capacidad operativa necesaria para el éxito de las operaciones militares emancipadoras.
(*) General de Brigada (ej)
Artículo publicado en el Diario El Carabobeño:
http://www.el-carabobeno.com/p_pag_hnot.aspx?art=a271105lt09&id=t271105-lt09
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