General Bartolomé Salóm, “el héroe de
El Callao”
Bolívar lo denominaba:
“El Arístides de América”
Eumenes Fuguet
Borregales (*)
Puerto Cabello ha dado para sí y para la historia, muchos
hijos ilustres que dignamente representan la porteñidad; de este importante
grupo se nos presentan tres próceres, grandes embajadores que aportaron su
ingente cuota de sacrificio y valor; mencionamos con orgullo al general en jefe
Juan José Flores, al almirante Agustín Armario y al general Bartolomé Salóm,
éste último bien denominado “El hombre de la virtud” por el
distinguido académico y Cronista Oficial de Puerto Cabello, escritor de fina
pluma, el doctor Asdrúbal González”.
Salóm vio la luz primera el 24 de agosto de 1780, cerca de la actual plaza que
lleva su ínclito nombre, tercer hijo de los nueve del matrimonio de Don Manuel
Salom y Doña María Borges. Realizado los estudios elementales, Bartolomé
Antonio de la Concepción, se dedica al área comercial. El eco del 19 de abril
de 1810 llega rápidamente el 21 de ese mes, logrando la incorporación de varios
jóvenes a la gesta emancipadora. Salóm ingresa en mayo con el grado de
subteniente de milicias.
Le corresponde motivar al joven Juan José Flores abrazar la misma causa, quien por cierto diría
en 1850: “Puedo lisonjearme sin orgullo de haber combatido desde mi niñez por la
causa de la América”. El
predestinado Salóm es ascendido a capitán en abril de 1811, combate como
oficial de artillería a las órdenes del generalísimo Francisco “libertad” Miranda en la rendición de Valencia
al haberse sublevado por desconocer por parte del soberano Congreso la declaración de independencia el 5 de julio
de 1811; el 13 de agosto de 1811 ocupan
la Plaza Mayor de Valencia, hoy Plaza Bolívar, donde Miranda coloca por primera vez en combate
terrestre la bandera por él diseñada, acompañado de los jóvenes oficiales, el
coronel Simón Bolívar y el capitán de dieciséis años Antonio José de Sucre,
futuro Gran Mariscal de Ayacucho.
Con la Capitulación firmada en San Mateo el 25 de julio de
1812 por José de Sata y Bussy
representante de Miranda, se pierde la República nacida el glorioso 5 de julio;
Salóm es hecho prisionero en Puerto Cabello en julio de 1813, enviado encadenado hacia la prisión de la
Cuatro Torres en Cádiz el 1ro de noviembre; durante la travesía enferma de
gravedad, siendo dejado en el puerto mexicano de Veracruz.
Al mejorar su salud es utilizado en diversas actividades
dentro del penal, que le permitieron lograr la amistad y confianza de algunos
funcionarios, facilitando su escape hacia Jamaica y Cartagena de Indias,
conocida como “la Heroica”, allá se encuentra con el impertérrito jefe José
Francisco Bermúdez conocido como “José
Francisco Pueblo”. Durante ciento dieciséis días soportaron la acometida de
las fuerzas del jefe realista Pablo Morillo. Al hacerse imposible la defensa de
la fortaleza, algunos oficiales optaron
romper el cerco y con mejor suerte para algunos, dirigirse el 6 de diciembre hacia
Haití e incorporarse al ejército que a las órdenes del Libertador, que contaba
con el apoyo del capitán curazoleño Luís Brión y el presidente Alejandro
Petión, denominado por Bolívar como “El
Magnánimo”, se preparaba para incursionar sobre las costas orientales.
Salóm es ascendido el 2 de marzo a Sargento Mayor-Mayor.
La referida expedición integrada por siete embarcaciones y
doscientos cuarenta combatientes, la mayoría de ellos eran oficiales, de allí
la denominación de “La Expedición de los Soñadores”, zarpó de los Cayos de San
Luís en Haití el 31 de marzo de 1816; en su avance se lleva a cabo el 2 de mayo
en el islote de Los Frailes, cerca de la
isla de Margarita un combate exitoso contra los navíos “Rita” e “Intrépido” de
la flota realista. Al desembarcar en Carúpano el 1ro de junio; Bartolomé Salóm
funda el Cuerpo Nacional de Artillería del Ejército, integrado por cinco
oficiales, seis soldados artilleros y cuarenta soldados auxiliares. Bolívar
continúa con Salóm hacia Ocumare de la Costa, desembarcando el 6 de julio,
quedándose solo, ya que las embarcaciones sin su autorización salieron a
reaprovisionarse, y el coronel Carlos Soublette había salido en la noche con
quinientos setenta soldados hacia los Valles de Aragua, Salóm iba en ese grupo.
Bolívar es salvado de suicidarse por el marino Juan Bautista
Bideau, que en ese momento llegaba a la costa y lo lleva a Bonaire, regresando a los pocos días a Choroní. Soublette en el
avance ocupa Maracay el 7 de julio, por su parte el jefe realista Francisco
Tomás Morales procedente de Valencia combate y derrota a Soublette en las
alturas de Los Aguacates el 14 de julio de 1816. El general Gregorio Mac
Gregor, teniendo de segundo a Soublette avanza hacia el centro y oriente,
actividad conocida como la
Retirada de los seiscientos, jalonada de triunfos a partir del 17 de
julio cuando vencen al comandante Quero en el Valle de Onoto, en El Alacrán el 6 de septiembre derrotan al
coronel Rafael López, y en El Juncal cerca de Barcelona al general Francisco Tomás Morales.
El denodado porteño participo activamente en la liberación de
Guayana en 1817 a las órdenes del general Manuel Piar; triunfan en San Félix el
11 de abril, combate contra el general Miguel de La Torre, utilizando en forma
exitosa el binomio soldado-indio, utilizando flechas, lanzas, armamento y
caballería. Piar asciende a Salóm al grado de coronel, siendo ratificado por el
Libertador. Durante la Campaña del Centro realizada en 1818, Salóm estuvo
encargado de la artillería; continúa a las órdenes de Bolívar en la ejecución
de la extraordinaria Campaña de la Nueva Granada en 1819, salida desde Mantecal
en los llanos apureños el 27 de mayo; atraviesan el páramo de Pisba a casi
cuatro mil metros de altura, perdiéndose todos los caballos y mulas; las piezas
de artillería se perdían al caer a los desfiladeros o se atascaban, retardando
el avance; en Socha reciben cabalgaduras y atenciones por parte de los
habitantes. Bolívar aplicaba el Principio de la Guerra de la Sorpresa, es decir
atacar al enemigo por donde menos lo espera. Combaten en Los Corrales de Bonza,
en Gámeza el 11 de julio, Pantano de Vargas el 25 de julio y Boyacá el 7 de
agosto de 1819 para liberar a la Nueva Granada. Al suceder la muerte del joven
barcelonés general José Antonio
Anzoátegui en Pamplona el 15 de noviembre de ese año, Bolívar designa a Salóm
Comandante del Ejército del Norte. En los preparativos de la batalla de
Carabobo, nuestro biografiado es
nombrado Sub jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador.
Un Bolívar triunfante, selecciona a Salóm para que lo
acompañe en la emancipación de los
pueblos oprimidos del Sur del continente. Recibe el merecido ascenso de general
de brigada en Popayán el 25 de febrero de 1822; combaten en Bomboná el 7 de
abril de ese año contra el coronel Basilio García. Ejecutada en Ayacucho el 9
de diciembre de 1824, “Gloria de la cumbre Americana”, la
gran batalla dirigida por el general de división Antonio José de Sucre, futuro
Gran Mariscal de Ayacucho, el general José Ramón Rodil jefe de la fortaleza del Real Felipe de El
Callao-Perú, no aceptó la capitulación, permaneciendo sitiado por Salóm hasta
el 22 de enero de 1826, después de trece meses de tenaz cerco.
El gobierno peruano le otorgó la Medalla de Honor y el Libertador por su parte lo asciende a general
de división. Al retornar a Venezuela ocupa diferentes cargos administrativos en
Carabobo, Cumaná y Maturín. Cuando sucede el movimiento separatista en 1826
conocido como la Cosiata, Salóm no se
plegó, manteniéndose leal al Padre de la
Patria, igualmente actuó con firmeza contra la Revolución de las Reformas que
buscaba destituir en la presidencia al sabio doctor José María Vargas.
Había casado en Puerto Cabello con Doña Carmen Josefa Sereno
el 16 de noviembre de 1843, procrearon a Simón Cincinato y Carmen Magdalena;
Vivieron varios años en San Esteban. A Bartolomé Salóm de nuevo le son
recompensados sus méritos por la emancipación suramericana con el ascenso a
general en jefe el 13 de junio de 1863.
Fallece el ilustre paladín en la residencia de su yerno Juan
Antonio Segestaa´el 30 de octubre de ese año. Sus restos ingresan al Panteón
Nacional, “Recinto de nuestros ilustres paisanos” el 5 de julio de 1909.
El Grupo de Artillería ubicado en Maracay, una fragata misilística, el Comando
de Guardacostas, una honrosa Condecoración porteña, parroquias en Puerto
Cabello y Nirgua, instituciones públicas y privadas, incluyendo el aeropuerto se honran llevar su preclaro nombre. Bolívar lo denominaba: “EL
ARÍSTIDES DE AMÉRICA”, porque era sinónimo del hombre justo como el
gran personaje de la Grecia antigua. Herodoto consideraba a Arístides como: "el mejor y más honorable hombre de
Atenas".
Al referirse al general en jefe José Antonio Sucre en Cúcuta,
el 20 de septiembre de 1820, cuando O´Leary preguntó ¿Quién es ese mal jinete
que se aproxima?, Bolívar contestó: “Es Sucre, uno de los mejores oficiales del
ejército, reúne los conocimientos de Soublette, el bondadoso carácter de
Briceño Méndez, el talento de Santander y la aptitud de Salóm”. Este incansable
paladín emancipador una vez cumplida la gran misión, mantenía en todo momento un comportamiento ejemplar, sin ambiciones, ya que su riqueza
era su pobreza y rectitud. Le cupo el honor histórico de dar los primeros
disparos en 1811 en las acciones de rendición de Valencia y los últimos de la emancipación suramericana, sitiando y
rindiendo la fortaleza del Callao el 22
de enero de 1826.
Bartolomé Antonio Concepción Salóm Borges, nos dejó una
enseñanza en palabras que le diría a nuestro Libertador.
“Mi vida es mi Patria
y perderla sirviéndola es un deber”.
Trascendiendo la historia
*Gral. de Bgda.
Vicepresidente de la Academia de Historia del estado Carabobo
Asesor Nacional de la Sociedad Divulgadora de la
Historia Militar de Venezuela